//Esther Shabot
Este fin de semana fue testigo de relevos de altos mandos políticos en dos países cercanos geográficamente uno del otro, Turquía e Israel. Acerca del primer caso ya habíamos planteado en esta columna hace quince días, que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, había despedido de su puesto a su primer ministro, Ahmed Davutoglu, figura cuya trayectoria política estaba siendo en algunos temas clave, independiente de la línea marcada por Erdogan. En otras palabras, Davutoglu se había vuelto un estorbo para las aspiraciones del presidente de modificar la constitución a fin de obtener todo el poder y revivir a manera de nuevo sultán del siglo XXI, las antiguas glorias del Imperio Otomano.Hoy ya se sabe que quien sustituye a Davutoglu tanto en el puesto de primer ministro como en el de presidente del partido gobernante, el AKP, es Binali Yildirim, hombre que hasta ahora ocupaba el ministerio de transportes. Los datos de su biografía lo señalan como un tecnócrata eficiente y leal, que sabe operar pero que al mismo tiempo guarda discreción y modestia ante su jefe sin tratar de hacerle sombra en ningún aspecto. Además, comparten ambos políticos la misma postura acerca del importante papel que la religión musulmana debe jugar en la sociedad turca. Con este nombramiento, Erdogan pavimenta el camino para llegar a su meta de imponer un presidencialismo que le otorgue a él todo el poder.
En el caso de Israel, los cambios han sido más sorpresivos pero igualmente tienen que ver con modificaciones dramáticas al interior del gobierno decididas en las últimas horas. El Primer Ministro Netanyahu, al parecer consciente de que en las circunstancias actuales le era necesario ampliar su gobierno cuya estrechez le resulta incómoda y riesgosa -cuenta tan solo con 61 de los 120 escaños de que consta el parlamento- decidió negociar con fuerzas opositoras para integrar alguna de ellas a su gobierno. Luego de fracasar el primer intento con la Unión Sionista, (partido laborista de centro), en el curso de las siguientes horas se cocinó el ingreso al gobierno de un partido de derecha nacionalista, el Israel Beitenu, que tiene en su haber seis escaños y está encabezado por Avigdor Lieberman, político de origen ruso cuyas posturas agresivas y radicales mostradas a lo largo de su vida le han dado fama de ‘bully’ intransigente. Para incorporar a Lieberman en el gobierno, Natanyahu le otorgó el Ministerio de Defensa, hasta esos momentos en manos de un general, Moshé Yaalón, miembro del partido Likud y en muchos momentos del pasado, brazo derecho de Netanyahu.
Mediante esta repentina decisión, el primer ministro mata dos pájaros de un tiro: por un lado, refuerza su gobierno con un bloque de seis bancas más cuya plataforma es también ultranacionalista, y por el otro, se deshace de un hombre como Yaalón, quien a pesar de representar la línea ideológica tradicional del Likud, se atrevió en los últimos tiempos a discrepar abiertamente de opiniones y puntos de vista de Netanyahu relacionados con la conducta esperada de los militares en cuestiones de ética, normatividad y libre expresión acerca de temas controvertidos. Yaalón, como respuesta, renunció a la vida política, no sin antes declarar que “…desgraciadamente, fuerzas extremistas y peligrosas se han apoderado del Estado y del partido Likud amenazando con desestabilizar nuestro hogar y dañar a sus habitantes…” Es así que el ingreso de Lieberman y su partido al gobierno en funciones aparece no solo como un mecanismo de reforzamiento mediante la ampliación de su base, sino también como un intento del premier Netanyahu de sacar del juego a los elementos críticos que le estorban para imponer su línea. Y en eso parece haber un parecido notable entre él y el presidente turco Erdogan.
Fuente: Excélsior, 22 de mayo, 2016.
Arabia Saudita: El petróleo como problema
Nuevo golpe autoritario de Erdogan
La iniciativa francesa para Israel y Palestina
La visita de Obama a Arabia Saudita
¿Por qué dos islas del mar rojo pasan a manos sauditas?
Igualdad de género: lentos avances en Oriente Medio
Turquía en gravísimos aprietos
El Estado Islámico emigra hacia Libia
Las iniciativas de la oposición Israelí
El Martirio Sirio: Historia sin fin
Consejos de ancianos y violencia doméstica
Continuos reacomodos en Oriente Medio
Trump: Nadie sabe para quién trabaja
Vulnerabilidad creciente de Arabia Saudita
El doble, y hasta triple, juego de Turquía
Yihadismo actual ¿Ideología o contexto?
Un ángulo más del perfil del yihadista
El caos en Siria cobra nuevas proporciones
El Mundo Árabe y los refugiados
Crisis por la basura en Líbano: la punta del iceberg
La crisis China: África, uno de sus damnificados
Intensa polarización respecto al acuerdo con Irán
Erdogan: nueva oportunidad de obtener control total
Las ideologías dominantes y sus posibles estragos
El improductivo esfuerzo de Netanyahu por tumbar el acuerdo con Irán
Acuerdo con Irán: las diversas narrativas
Mujeres en Egipto: un caso paradigmático
¿Religiones de guerra o de paz?
En medio de un caos mayúsculo,el régimen de Assad se desmorona
Elecciones en Turquía, también hoy
Los tentáculos del estado Islámico alcanzan a Arabia Saudita
Más y más víctimas de la misoginia
Nuevo Gobierno en Israel: Victoria Pírrica de Netanyahu
Atuendo femenino en Egipto, termómetro de cambios políticos y culturales
La responsabilidad por los barcos de la muerte en el Mediterráneo
En Jerusalem, una experiencia futbolística confortante
Yarmouk, un círculo más del infierno Sirio
El acuerdo con Irán, más dudas que certezas
El islam radical ¿es sunnita o chiíta?
El contraproducente viaje de Netanyahu
Libia, un embrollo irresoluble y macabro
En Turquía avanzan leyes represivas mientras Erdogan visita México
Balances contrastantes de los 36 años de la república Iraní
Los agravios sobre los que se funda el terror yihadista
Más luces que sombras en el reinado de Abdullah
¿Quién protesta contra Boko Haram?
2014, Medio Oriente: año turbulento
Periodistas turcos arrestados por Erdogan
Putin y Erdogan Priorizan acuerdos económicos
Elecciones anticipadas en Israel: marzo 2015
Prórroga a las negociaciones Irán-G5+1
Apuntes alrededor de un atroz atentado terrorista
Mujeres Egipcias luchan por la equidad de género
Arabia Saudita: ¿por fin mujeres al volante?
Jerusalem, víctima del radicalismo religioso
Egipto sufre sangriento atentado en el Sinai
El imán de ISIS para el islam africano
Turquía combatirá a ISIS pero refuerza al islam local
El caso Sirio: Un desafío más complicado que el iraquí
Coalición contra ISIS: Distribución de funciones
Conversando en México con Dalia Rabin
Kurdos, la fuerza primaria de resistencia al ISIS
Israel y Gaza: el día siguiente
Aumenta el pánico ante los avances del ISIS
Relaciones Turquía-Israel: Del dicho al hecho…
Erdogan y las elecciones del día de hoy en Turquía
En medio de una guerra, Shimon Peres dice adiós como presidente
La táctica del ejército islámico para avanzar en Siria
Israelíes y Palestinos, Crónica de un incendio anunciado
Arrecian las tormentas en Oriente Medio
Ganancia Kurda con la nueva situación en Irak
Se abren tres nuevos capítulos en Oriente Medio
Los Kurdos de Irak también planean Referéndum
A propósito de Boko Haram y las niñas secuestradas
Bashar Al-Assad refuerza su dominio
El obispo Libanés y la visita Papal a Jerusalem
Irán: Política Exterior vs. Política Interior
Reconciliación Fatah-Hamas: Las incógnitas
Tensión Estados Unidos-Israel por caso Crimea
¿Quién apoya a los refugiados sirios?