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El Comité Central de la Comunidad Judía de México hoy día (parte 1)

Centro Deportivo Israelita, A.C.

//Susy Anderman

Con un poco más de cien años, somos ya varias generaciones de judíos nacidos en México, quienes conformamos la Comunidad Judía que a lo largo de todo este tiempo, hemos construido una sólida estructura para satisfacer las necesidades más importantes, las cuales tienen que ver principalmente con la integración que permite mantener nuestra identidad, costumbres, tradiciones, y ser parte también del amplio entorno nacional, contribuyendo con trabajo y compromiso como mexicanos.
Esto en palabras, probablemente suene muy sencillo, sin embargo no lo es, requiere de un monumental esfuerzo de muchas partes, tanto en el plano individual como en el aspecto de generar los mecanismos que lo permitan y lo extiendan a nivel social, pero que a su vez impacten en la vida de cada una de las personas. ¿Qué significa esto? Que todos estemos cubiertos dentro del enorme paraguas que constituye nuestra Comunidad.

El principal organismo con el que se cuenta es precisamente el Comité Central de la Comunidad Judía de México, a la que pertenecen todas las comunidades concebidas en México por el lugar de procedencia, y que a su vez, han constituido fuertes instituciones que brindan una gran cantidad de servicios tanto religiosos como sociales, educativos, de apoyo social, entre muchos otros.

Conocer de cerca cómo funciona el Comité Central es de vital importancia, es por eso que nos permitimos dialogar con el Sr. Salomón Achar Achar, quien finaliza su extraordinaria labor como presidente durante el periodo 2014-2016, así como con quien fue recientemente electo para ocupar este cargo y continuar esta trascendente labor, el Lic. Moisés Romano Jafif, que seguramente llegará a las metas trazadas en este camino que inicia en el 2017.

Salomón Achar Achar en 1991 inició su labor como Director adjunto de Distribuidora Kroma (hasta 2004); en 1992 fue Integrante de la Mesa directiva de la Comunidad Maguén David (hasta 1995); en 2004, Director Corporativo de Planeación Estratégica y Administración de Grupo Comex (hasta 2006). En 2005, Director de Recursos Humanos de grupo Comex (hasta 2011). En el año 2008, ocupó el cargo de Presidente de la Comunidad Maguén David. En 2011 fue Presidente de Fundación Comex y Director de Gobierno Corporativo de Grupo Comex.

Al finalizar su papel como Presidente del Comité Central, Salomón Achar nos habla de la gran importancia que tiene el hecho de que los miembros de nuestra Comunidad, siempre están unidos a ella, desde el momento del nacimiento cuando se requiere de un Brit Milá hasta el Bet Hajaim, pasando por colegios, movimientos juveniles, asistencia y ayuda social, matrimonios, Bar Mitzvá, Kashrut, conciliación y mediación, si alguien requiere algo, ahí está la Comunidad para asegurar la vida judía. Mientras que en otros países se caracterizan por brindar estos servicios de manera aislada, ya que las comunidades no se organizan de la misma forma en la que está constituido nuestro Yishuv, no existe este continente que tenemos en México, que está todo en un mismo lugar. Tenemos todos que apreciar esta gran cualidad.

Entrevista a Salomón Achar Achar, Presidente saliente del Comité Central.

Salomón, ¿qué fue lo que te motivó a ocupar el cargo como Presidente del Comité Central?
Mientras era Presidente de la Comunidad Maguén David, Isaac Marcovich y Danny Liwerant, me insinuaron que se estaba pensando en mi nombre como Presidente del Comité Central. Mi postura siempre ha sido que en donde puedo ser útil ahí estoy. Posteriormente, Simón Salame, que en ese momento era Presidente de la Comunidad Monte Sinai, mientras que yo era Presidente de la Comunidad Maguén David, ya que nos tocó compartir el trabajo en esas posiciones, me dijo que debería yo de pensar en trabajar en el Comité Central como Presidente, ya que varias personas sugerían eso. Mi respuesta fue que si pensaban que yo podría impactar con mi trabajo a tan importante institución, con mucho gusto aceptaría, sin embargo, comenté que no existía un interés en realizar alguna campaña para lograr el puesto. En ese entonces también, Ishie Gitlin, me hizo ver que con mi experiencia tenía que realizar esta labor, y de igual forma, lo hizo Mauricio Cheskes, Expresidente de la Comunidad Bet El, por lo que di aviso a la Comunidad Maguén David de mis planes y fue cuando finalmente contendí con varios candidatos resultando yo electo por el Consejo de Presidentes.

Al finalizar tu labor en este cargo, ¿cuáles son tus principales logros?
Diría que más que tener logros, lo que hacemos en el Comité Central es salvaguardar la seguridad de la Comunidad, y esto es en base a las relaciones que hacemos a través de Acción Social, uno de los brazos de nuestra Institución, pero siempre lo hacemos apegados a las autoridades judiciales para que nos apoyen cuidando la integridad física de nuestros Asociados y de nuestras instituciones. En el aspecto social, trabajamos con los medios de comunicación, siendo Tribuna Israelita la principal herramienta, estableciendo lazos también con grupos religiosos y académicos. En cuanto a logro, podría decir que el principal es mantener una relación cercana y cálida, de respeto y de cooperación con las autoridades. La Comunidad Judía de México a lo largo de su historia, en los lugares que se ha asentado, ha logrado elevar el nivel socioeconómico y cultural, ha sido piedra en el estanque. En el plan de trabajo que yo había presentado, hablábamos de poner al frente toda esta labor que se ha hecho a través de la comunidad de manera institucional o a través de miembros de la comunidad en temas de responsabilidad social, de mejoramiento económico, proyectos de filantropía y de toda esa gama de cosas comunitarias. Eso fue lo que tratamos de hacer en estos tres años, colocar a la Comunidad en el mapa de la responsabilidad social de nuestro país. Y segundo, habría que ver, solamente la historia nos podrá decir qué pasó con este esfuerzo y las relaciones sociales hacia afuera, con las iglesias, partidos políticos, con autoridades, con medios de comunicación, etcétera. Es importante insistir en que cualquier relación que se tenga con el gobierno o con cualquier instancia, sea una relación institucional que no dependa de que alguien en específico tenga una cercanía con la autoridad, o con algún medio de comunicación, es el Comité Central, el que tiene la fortaleza y la posibilidad de tocar las puertas y que esas puertas sean abiertas cuando la comunidad quiera cooperar o requiera algo.

¿Fue fácil hacerlo durante tu periodo?
Bueno, la primera parte de poder mostrar el trabajo social que se ha hecho hoy, tiene que ver con un plan mediático, pero en el camino, nos hemos encontrado con algunos obstáculos. Hemos aprovechado cualquier foro, cualquier posibilidad de tomar la palabra o platicar en corto con diferentes actores políticos del país, entonces a ese nivel sí tuvimos logros, sin embargo, a nivel de medios de comunicación, sentimos que tuvimos carencias en este periodo. No ha sido fácil, hay mucha gente que todavía trata con sus relaciones personales de influir en el quehacer de la Comunidad, nosotros hemos hecho una línea muy clara en este aspecto de una forma muy rígida para tratar que se siga un marco institucional, incluso hemos preferido en algunos casos no tener interlocución con alguien, que lastimar la institucionalidad.

¿Cuáles fueron tus retos más difíciles?
Más que retos, yo creo que hay situaciones que se pudieron complicar un poquito, y que afortunadamente salieron bien, algunos temas con asuntos de seguridad que se fueron resolviendo. Un episodio un poco penoso porque tuvo que ver con una situación personal cuando fui invitado a participar para formar parte de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, en donde se mezcló esta parte de ser un servidor comunitario y la parte también de participar en la vida pública del país. Era muy difícil para el Comité Central y para mí en lo personal, separar la parte personal de la institucional y con mucha pena lo digo, si con motivo de esto se lastimó alguna relación con la Comunidad estoy muy avergonzado de esta parte, pero creo también que se han fortalecido mucho las relaciones de la Comunidad con las instancias políticas del país. Y diría que, finalmente, el episodio de la UNESCO, donde afortunadamente nuestras autoridades de la cancillería y a nivel de la presidencia, finalmente honraron la historia y respetaron las evidencias claras de la vinculación judía con el Templo y con Jerusalem, de esta forma, lograron retractar una posición que se había puesto y que claramente obedecía a un error de comunicación.

¿Qué papel tiene la Comunidad Judía en el ambiente nacional?
La Comunidad Judía tiene una historia muy rica en México, hace poco en una reunión con el director general de IPADE (Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa), nos comentó que basado en una investigación histórica, aseguró que no se podría hablar de los negocios en México, sin hablar de la Comunidad Judía, ya que esta trajo una serie de costumbres y prácticas, dijo, “ha enseñado los modelos de la empresa familiar, hemos aprendido mucho de la forma de hacer negocios”, como ejemplo, hablamos de los primeros inmigrantes judíos y libaneses que en su momento, lograron traer a México lo que no existía que era la venta en abonos. Eso es algo que cambió las costumbres en México, eso es una parte que podemos poner a la comunidad judía en el quehacer nacional de una forma muy clara. O por otro lado, en la vida social de nuestro país, la comunidad judía ha influido y hemos sido influidos de la misma forma de la gran cultura mexicana, igual como nosotros comemos guefilte fish a la veracruzana o kipe con guacamole, de igual forma podemos pedir pan con zatar en una cafetería. Un sincretismo muy rico en toda esta parte. Más allá que la cultura judía ha sido expresada en todas sus formas en el teatro, en el cine, en la arquitectura, en la música, tanto en la Ciudad de México como en el país en general. También diría que en el ámbito de lo político, hemos tenido miembros de la Comunidad que han estado en el servicio público, que han dejado muestra de su enorme capacidad, que en lo personal tienen y que representan de una manera colateral a nuestra Comunidad, que si bien el porcentaje es pequeño, ha logrado tener una relevancia muy importante. Siempre decimos que los judíos son un poco ruidosos o probablemente descorteses, pero en el balance general, es una Comunidad que ha impactado en muchos ámbitos la vida nacional, y sobre todo, en la Ciudad de México que estamos concentrados más del 95 por ciento de la Comunidad de una manera positiva. No creemos que deba de haber grupos de empresarios, no debe de haber grupos de intelectuales, somos un grupo que debemos estar completamente integrado a la sociedad de este país, al revés, creo que esto nos aislaría de la posibilidad de impactar positivamente al país. El Comité Central representa esta parte y creo que por el contrario, nos ayuda más como Comunidad más como Comité Central, si tenemos empresarios, intelectuales en la academia, si tenemos economistas, si tenemos profesionales en sus asociaciones, representándonos de forma digna.

¿Cuál crees que sea la imagen de los judíos en el país?
Yo creo que es muy difícil hablar de la imagen de los judíos en el país, como estamos tan concentrados en tres o cuatro ciudades yo creo que en el general del país no hay una imagen clara, no saben “qué es un judío”, hemos tenido muy poco contacto con el grueso de la población a nivel geográfico, yo creo que tenemos una imagen buena, finalmente en las oportunidades que tenemos de reunirnos con los diferentes grupos nos tienen respeto, nos tienen afecto y de alguna forma, hay un reconocimiento a la vida judía en México y lo que esto ha significado para el desarrollo del país desde finales del siglo XXI hasta hoy día, en general, el balance es positivo en este aspecto.

¿Existe una forma de medir el desarrollo de nuestra Comunidad y de ser así, qué hemos obtenido en estos últimos años?
Creo que el trabajo comunitario general, y me voy a referir a la parte interna de la Comunidad, todo lo que son los comités, los servicios religiosos, las asistencias sociales, aspectos educativos, etcétera, creo que durante muchos años, en manos de voluntarios muy valiosos, pusimos en marcha proyectos muy importantes. Esta Comunidad extremadamente exitosa se ha mantenido compacta, con una proyección a futuro muy importante y esto lo digo porque estoy muy orgulloso de la Comunidad, porque me ha tocado a lo largo de mi trabajo comunitario, visitar otras comunidad alrededor del mundo y cuando platicamos de la forma que estamos organizados, de los servicios que prestamos, del nivel de identidad y pertenencia que tienen nuestros agremiados, la gente se sorprende mucho de cómo es que logramos estas cosas. Quiero decir, sin embargo, que este trabajo ha estado en manos de voluntarios y que esto ha sido una riqueza enorme, pues los voluntarios por definición tenemos que ser ineficientes, cuando nuestro negocio y nuestra familia demanda algo de nosotros no es extraño que a veces tengamos que dejar un proyecto un poquito más de tiempo porque resultó que se nos presentó un problema personal, y los proyectos toman un poco más tiempo, sin embargo, con la fundación del CAE (Centro de Análisis Estratégico), a mí me parece que tenemos en las manos, y lo digo de verdad sin afán de exagerar, una oportunidad histórica de refundar una comunidad, de volver a plantear toda la vida comunitaria y de poder saber hacia dónde queremos ir al medir los resultados que estamos obteniendo de una forma mucho más sistemática y ordenada, alinear todos los objetivos de todas las comunidades e instituciones, y entonces, ahora podemos medir lo que hacemos y sabemos dónde vamos con más precisión. Esto nos va a dar a los voluntarios, la posibilidad de hacer el trabajo que estamos haciendo mucho mejor, de estar más atentos a lo que hacemos, de no desviarnos hacia otras cosas que no impactan de manera positiva los objetivos que buscamos como Comunidad, como Yishuv, y creo que tenemos algo muy interesante en las manos. Las comunidades del mundo, no se imaginan lo que puede suceder, lo que hemos hecho en México, y yo creo que tenemos algo muy interesante, si podemos medir de manera empírica muy general que hemos sido muy exitosos porque tenemos el 95 por ciento de nuestros niños en nuestras escuelas, porque los niveles de asimilación están por debajo del 5 por ciento, porque nuestros presidentes, el liderazgo comunitario en general, está dispuesto a trabajar en proyectos conjuntos en beneficio de la Comunidad. Si por ahí podemos medir a nuestra Comunidad, entonces, hemos sido una Comunidad muy exitosa. Tenemos retos en la Comunidad muy importantes, educativos, de valores, de generación de riqueza, muchas familias entre crisis y problemas económicos del país, se nos van cayendo del estándar de vida comunitario y es un reto llevarlos de nuevo a la autosuficiencia. Una de las principales frases que me gusta mucho, es de Maimónides: “Si una persona tiene caballo y sirviente que camine delante de él, y cayó en pobreza, tienes que ayudarlo hasta que pueda tener caballo y sirviente que camine delante de él”. Ese es el gran reto de la Comunidad, cada vez más estamos preocupados en regresar a la autosustentabilidad, y autosuficiencia a familias que han caído en desgracia no debemos seguirlos ayudarlo, el camino y la visión actual de liderazgo comunitario es buscar la autosuficiencia y no seguir subsidiando. Comité Central tiene tres brazos: Acción Social, Seguridad Comunitaria y Tribuna Israelita. Las siguientes generaciones van a poder verse reflejados en una ideología judeomexicana que es su realidad.

Sé por un estudio del Comité Central que existe una tendencia de la Comunidad hacia la ortodoxia, ¿esto es cierto?
Ciertamente sí. Las familias ortodoxas son más grandes y tienen más hijos, y es normal, pero además, creo que la crisis económica y el miedo que nos da el tema de los valores en los muchachos, también hacen que las familias se muevan hacia la ortodoxia de la Comunidad Judía. No veo esto como algo positivo ni negativo, me parece que esto es una situación personal de cada individuo, y de cada familia, esto es una decisión personal. Creo que el judaísmo nunca ha sido monolítico. Históricamente, siempre hubo grupos, podemos ir atrás tres mil años y siempre ha habido un grupo de sionistas, de bundistas, los hasídicos, y creo que la riqueza del judaísmo es esa, que todos cabemos bajo el paraguas, aunque somos un poco menos observantes o somos un poco más observantes, los que somos un poco más sionistas, creo que el paraguas nos alcanza para todos y en este mosaico diverso creo que es donde está la riqueza, no de nuestra Comunidad en particular, sino del judaísmo en general, yo creo que estas diferentes corrientes, diferentes ideologías del judaísmo, sean complementarias y que ninguna cancele a la otra, la posibilidad de ser judío, nadie es menos judío que nadie. Particularmente, creo que la definición de ser judío, nos las han puesto desde dentro y desde fuera, si eres hijo de una madre judía, cualquiera que tuviera abuelo judío era judío, alguien ha hablado de raza, y no somos una raza, alguien ha hablado de pueblo, sí somos un pueblo, pero creo que en esta diversidad está la riqueza, en cualquier forma que uno encuentre la definición de ser judío es finalmente es ser gente decente. Esa es mi definición.

¿Cuál sería tu preocupación más importante en el futuro de la Comunidad?
Yo creo que mantener una Comunidad exitosa. Cuando tienes los números que hablamos hace rato, de niños en escuelas y de matrimonios dentro de la comunidad con niveles de asimilación muy baja. Dentro del béisbol dicen que “o pegas de homerun o te ponchas”, entonces a mí me da miedo que nos ponchemos, los números son muy buenos y no quiero jugar como si hubiéramos tenido un éxito muy grande, y nos falle adelante, ese es un miedo que yo tengo, supongo que las diferencias ideológicas y económicas también podrían lastimar a la Comunidad y separarla, hemos visto este fenómeno en otros países que se constituye una Comunidad más ortodoxa o, como en el caso de Chile, que ya no se afilian al Comité Central de Chile, y este ya no representa a una comunidad y me parece que está mal que dejen de trabajar por intolerancia interna. La parte económica, que ahora más del 3 por ciento de la comunidad está recibiendo algún tipo de ayuda, ya sea por un rezago económico o por una empresa mal fundada, un grupo de la comunidad se nos puede caer del tren. Esas serían mis preocupaciones más importantes. En general veo un liderazgo comunitario muy comprometido y muy trabajador, veo voluntarios con una pasión por el trabajo, veo profesionales muy valiosos dentro de la Comunidad, por ejemplo dentro del Comité Central alguien como Mauricio Lulka, nuestro Director, o de Renée Dayán, Directora de Tribuna Israelita, también de Javier Sevilla y algunos otros, son un ejemplo extraordinario con quien se puede lograr con personas que están dedicadas de tiempo completo al servicio comunitario, que apoyan al trabajo voluntario con una riqueza y con un conocimiento muy profundo. Es muy emocionante. Pero además son un pivote, un resorte extraordinario, con la toma de decisiones, para dar acciones, para dar seguimiento a cosas y apoyar todo el trabajo. Si logramos que la gente de la Comunidad siga teniendo este aprecio por la vida comunitaria, siga teniendo esta identidad y gusto como lo hemos tenido hasta hoy, este compromiso social y también económico de la Comunidad, ya que también los donativos son el oxígeno de esta Comunidad, muchas de las cosas que hacemos no podrían realizarse, y mientras logremos conservar esta riqueza y si logramos engranar estas diferencias ideológicas, no solo seremos una Comunidad muy exitosa. Es cierto, no somos una Comunidad tan chica como para que no tengamos una viabilidad social y demográfica bien clara, y no somos tan grandes, que tengamos que empezar a perdernos, a mí me gusta decir que, aunque de manera gráfica, si nos vamos a un par de generaciones atrás, podemos decir que todos somos primos. Y con esta nueva costumbre muy agradable, que también las comunidades y sus miembros se empiezan a casar entre ellos con mucha más frecuencia, pronto volveremos a ser primos. Yo soy optimista con el futuro de la Comunidad.

Los miembros de la Comunidad, tengo entendido que somos 40 000 judíos.
Somos 45 000 judíos, ya contando Guadalajara, Tijuana, Cancún, Monterrey y ahora recientemente San Miguel de Allende. Bueno, hay un cúmulo de judíos retirados que se han ido allá, y han formado grupo.

¿Consideras que la Comunidad tiene diferencias que puedan desintegrar su estructura?
Sí, sí pueden. Yo creo que los líderes ideológicos de esta Comunidad tendríamos que ser muy tontos, “muy maletas”, si quisiéramos cancelar la ideología de al lado, sé que sucede, sé que de pronto un grupo dice que son diferentes, y a veces dicen que son menos judíos, me ha tocado escucharlo, pero creo que seríamos muy tontos si rompiéramos la Comunidad por la parte ideológica, somos judíos, tenemos un vínculo común histórico, espiritual, diría yo, aunque no seamos observantes hasta de fe, tenemos algo que nos une, tenemos un vínculo social, familiar, en fin; si ya tenemos algo que es rico, que nos funciona, que nos genera bienestar a todos, ¿quién tendría que ser el loco para venir a romper? Habría que traerlo a la mesa y platicarle la historia comunitaria, enseñarle la estructura de trabajo de una organización comunitaria, y entonces entendería que es algo que no puede pasar.

¿Qué recomendaciones darías al presidente entrante del Comité Central y dime si existen planes de hacer algún cambio en la estafeta que dejas a Moisés Romano?
He tenido oportunidad de platicar con Moisés, y quiero decir que Moisés es un hombre que tiene un conocimiento comunitario muy profundo, no nada más eso, ha ocupado puestos dentro de la Comunidad muy importantes y creo que sabe qué es lo que tiene que hacer. A nivel personal y empresarial, también es un hombre muy exitoso, y con una imagen y prestigio muy bueno. Vamos a tener un Presidente del Comité Central muy bueno. Vamos a tener un representante de la Comunidad muy digno. Lo que le recomendé un poco probablemente desde mi óptica, seguir institucionalizando la relación del Comité Central y que de verdad no tengamos que depender de nadie, que descolguemos el teléfono y que verdaderamente conteste con quien sí necesitamos hablar o que toquemos una puerta y que nos la abran sin necesidad de intermediarios o relaciones externas, uno, y dos, que trabaje muy cerca con los profesionales que tiene, como lo es Mauricio, Renée, Jaime, del equipo general de voluntarios y profesionales, hay mucha riqueza, hay muchas cosas que se pueden explotar y hay una experiencia y un colmillo muy desarrollado de muchos años; y lo tercero, es que se pegue mucho a los presidentes de las comunidades y que entienda de manera muy precisa, cuáles son los objetivos y cuáles son los mandatos de nuestros presidentes y que responda ante ese mandato como él sabe hacerlo. Moisés es un hombre brillante, con una trayectoria comunitaria impecable, e impresionante, además en tiempo y en responsabilidad.

Este asunto de profesionalizar las instituciones, donde la tendencia es que los voluntarios trabajen, pero siento que se ha trabajado mucho en el liderazgo y en el desarrollo de líderes voluntarios y hemos tenido mucho éxito, qué pasa si a la Comunidad se le respalda un poquito en la cuestión profesional, no hay una escuela de profesionales para la Comunidad, ¿qué sugieres para que más personas de la Comunidad participen con sus conocimientos a favor de manera profesional?
Déjame complementar un poco de lo que comentas. Creo que una de las riquezas importantes de esta Comunidad es el voluntariado, probablemente sin menospreciar al profesional, a ninguno de los profesionales que han sido extremadamente valiosos en el tiempo, pero es el voluntariado el que le ha dado a esta Comunidad una percepción hacia la membresía de que no hay intereses personales, no hay intereses económicos, damos de nuestro tiempo, damos de nuestro talento, a favor de la Comunidad y esa es una riqueza invaluable. Yo empezaría por profesionalizar al voluntariado, no me refiero a profesionalizar con cubrir un salario, profesionalizarlo para que entienda mucho más claro, mucho más analítico, qué es, para qué sirve, por qué, cuáles son los métodos, cuáles son las herramientas, cómo medir los resultados, de las cosas que naturalmente hacemos los hombres y mujeres en nuestra vida cotidiana, así sabemos cómo vendemos, cuánto vendemos, cómo cobramos y quién es nuestro mercado objetivo, y qué servicios diseñamos. Hombres y mujeres sabemos de lo que se trata y por alguna razón hacemos este trabajo voluntario, porque nos relajamos un poco o lo que sea, somos un poco más empíricos, entonces, habría que profesionalizar más esa parte, darle un poco más el sentido de más responsabilidad, de mayor conocimiento y de mayor profundidad en su trabajo, una capacitación robusta al voluntario, y creo sin duda, por el tamaño que tiene nuestra Comunidad, por la complejidad de los problemas que tenemos, debemos dar seguimiento a muchos asuntos y de un análisis más profundo, necesitamos gente de tiempo completo que entienda perfectamente la situación de nuestra Comunidad y sí creo que deberíamos formar profesionales en esta Comunidad para que apoye al trabajo voluntario. El temor está en que algunas experiencias que he tenido, en algunos casos, poquitos afortunadamente, de pronto hemos preparado a un profesional, en Maguén David nos pasó, y algunos voluntarios le encargaban las cosas que tenía que hacer, eso quiere decir que el voluntario dice ayúdame a pensar, a discernir, a analizar, oriéntame, cómo ves la cosa, ese es trabajo, ayúdame a llevar a plantear la estrategia, a un hombre que está pensando en tiempo completo, eso es un gran apoyo a una persona, pero atender los asuntos y tomar las decisiones a largo plazo, sí tiene que ser un voluntario, porque la gente confía, le da credibilidad, entonces, tenemos estas dos vertientes, primero darle al voluntario un profesionalismo, y luego tener más profesionales que apoyen sin suplantar las funciones del voluntario. Si enfrentamos temas más complejos, como el tema de la planeación de largo plazo que tenemos de análisis estratégico, sin duda necesita de gente de tiempo completo. Comité Central no podría funcionar sin la plaza de voluntarios y profesionales, pero tienen que delinearse los alcances, las funciones y límites de cada uno.

¿Qué vas a hacer después de tres años de muchísimo trabajo?
Yo espero que me dejen ser útil en algún otro lugar. Perdona que lo lleve a un plano personal, empecé a trabajar para la Comunidad hace treinta y un años, mi primer trabajo fue en el Colegio Maguén David, sobre todo en cuestiones administrativas, y lo primero que quería hacer al entrar a la Comunidad eran los temas de reconciliación. No me gusta ver a las personas pelear, y siempre cuando sientas a dos personas en la mesa, y lo que están viviendo tienen alternativas de solución, me refiero a los matrimonios o a los negocios, llegar a la paz siempre fue mi vocación, a través de eso. He podido tener una carrera en el servicio comunitario donde el primer beneficiario he sido yo y mi familia. No sé si este trabajo del Comité Central represente más o menos ese trabajo, lo que sí es que representa un trabajo diferente, muy enriquecedor, de un aprendizaje enorme para mí, confieso que el tema político o de los medios de comunicación, no era un pilar para mí, pero ha sido de mucho aprendizaje, al igual que hace treinta años, lo único que pediría a esta Comunidad es que me permita trabajar en algún otro lugar, donde pueda extender la mano y apoyar cualquier proyecto comunitario. Tengo una vocación comunitaria muy robusta, me emociona mucho lo que hago, supe a lo que me iba a dedicar desde la primera vez que logré conciliar un matrimonio, sabía que no me iba a poder despegar de este trabajo, y bueno, aquí me he quedado muchos años y espero que alguien me quiera seguir aguantando. Creo que es importante servir a nuestro entorno, D-os nos da talentos a todos, nos da recursos, y nuestros cuerpos son porosos, no somos herméticos, entonces tenemos que ponerlos al servicio de alguien más, no todo lo que tenemos es para nosotros mismos… eso es lo que aprendí en casa, mi primer entorno es mi familia, mi comunidad, y sin duda, el país es algo muy importante, y a partir de enero me invitaron a participar en CONAPRED, que ya acepté el nombramiento, y voy a tratar de ayudar a mi país desde ahí y si surge otra oportunidad, sería cosa de analizarlo y sí sé que puedo ser útil e impactar de manera positiva la responsabilidad que se me daría, lo haría, pero no creo que en el Sector Público se me abriera alguna oportunidad, no tengo una carrera universitaria, no tengo conocimientos que se requieren pero bueno, si alguien piensa que soy útil, dejaremos que pase el tiempo.
Gracias Salomón, es un gran privilegio poder compartir este diálogo con nuestros lectores del CDI, lo agradecemos mucho. 

El Comité Central de la Comunidad Judía de México hoy día (Salomón Achar)

El Comité Central de la Comunidad Judía de México hoy día (Moisés Romano)

El Comité Central de la Comunidad Judía de México hoy día (Mauricio Lulka)