//Enrique Presburger
Agustín Carstens compareció por última vez en la Convención Bancaria como funcionario público mexicano, evento financiero más importante del medio. En una despedida discreta y humilde, acordes a su carácter personal, vale la pena recordar lo que este gran mexicano hizo por el país, anteponiendo los intereses nacionales a las posturas partidistas, y siendo capaz de trabajar con dos presidentes distintos. Este es el legado de Agustín Cartens:Visión sobre caída de precios del petróleo: bajo la presidencia de Felipe Calderón, Carstens tomó una de las decisiones más importantes en cuestión presupuestaria para nuestro país como Secretario de Hacienda. Fue él quien estableció una de las primeras coberturas petroleras exitosas contra posibles caídas en el precio del barril de petróleo. En el 2008, cuando los precios del crudo se acercaban a máximos históricos y él estaba al frente de las finanzas de México, la SHCP tomó una protección que puso a salvo alrededor de cinco mil millones en ingresos al país cuando el año siguiente los precios del petróleo se desplomaron.
Inflación controlada: durante su cargo al frente del Banco de México, incluida la transición política PAN-PRI, Carstens logró cuidar el principal objetivo de dicha dependencia: la estabilidad inflacionaria. Sus números nos dicen que la inflación promedió un 3.5 por ciento de aumento anual en la última década, frente a una tasa de doble dígito entre 1994 y 2004. Hoy, a pesar de tener un escenario altamente propenso a la inflación por la depreciación del tipo de cambio y la liberalización de los precios de la gasolina, la inflación se mantiene en un cinco por ciento relativamente controlado. Carstens ha remarcado su pronóstico de que la inflación regrese al tres por ciento al cierre de 2018.
Política fiscal-monetaria: Carstens se convirtió en un crítico discreto, pero poderoso de la falta de comunicación entre el Banco de México y la Secretaría de Hacienda. Su molestia radica en el pésimo manejo de la deuda de la SHCP, que llevó a México a estar en sus niveles récord de endeudamiento y pagar más intereses que en toda su historia, sin que esto se refleje en el crecimiento del país. Este es el punto de quiebre del rompimiento entre Carstens y el gobierno actual, y que de hecho hace que en nuestro país el costo del crédito haya subido para todos, al pasar de tres a 6.5 por ciento desde 2015.
Transparencia financiera: gracias a Carstens, México adoptará el Código Global de Mercados Cambiarios, donde 16 bancos centrales participan en su diseño e implementación para evitar la manipulación de tasas y monedas en el mercado. Implica información compartida, confirmaciones, procesos de liquidación, cumplimiento, manejo de riesgo, gobernanza y ética.
Carstens hará las maletas rumbo a Basilea, Suiza, para ponerse al frente del coordinador global de los bancos centrales, que es el Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés). Este es el cargo financiero más importante que ha alcanzado cualquier mexicano. Un reconocimiento al legado de este gran mexicano: Agustín Carstens.
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