//Federico Borenstein
Llevamos más de cuarenta años bailando al ritmo de la música judía, esto que hoy llamamos Festival Aviv Carlos Halpert de Danza Judía, que se ha convertido en un estilo de vida de nuestros niños, jóvenes y adolescentes.
Pero, ¿qué requiere un niño, joven o adolescente para bailar en el Festival?
Para explicarlo utilizaré a las Academias del Centro Deportivo Israelita, y los situaré en un adolescente de Preparatoria.
Ingredientes
Pasar las Audiciones
Como en muchos procesos debes demostrar que te gusta bailar, que tienes el potencial y las ganas de mejorar, por lo que los alumnos son invitados a audicionar en las instalaciones del CDI, con el objetivo de tener la oportunidad de ser evaluados y dirigidos hacia el grupo que se amolde más a su perfil, necesidades y por supuesto su gusto… (este año los esperamos 15 y 22 de abril).
Ensayos dos veces por semana
Los grupos ensayan entre hora y media y dos horas, dos veces por semana, el proceso consta de un calentamiento, diagonales y secuencias.
Intensivo
En enero todos los grupos viajan a Tepotzotlán, al famoso intensivo; un fin de semana en el cual únicamente se descansa de ensayos para comer, hacer actividades grupales y dormir, sin duda, una experiencia inolvidable.
Prueba de vestuario
Después llegan las pruebas donde el vestuario de cada bailarín es revisado minuciosamente hasta que le quede perfecto.
Prefestival
La primera prueba de fuego donde los chavos no solo representan su coreografía, sino que ven al resto de los grupos que se presentarán el mismo día.
Ensayos en tarima
Posteriormente, cada grupo tiene entre uno y dos ensayos en tarima de aproximadamente hora y media, mismo que es muy importante, ya que los chavos aprenden a acomodar sus lugares en el escenario.
Ensayos generales
El Aviv sin público, antes del Festival se corren las funciones con vestuario, luces y cortinillas, la única diferencia es que aún no hay público presente.
Festival
Motivación al tope, energía, emoción, nervios, son algunos de los sentimientos que tiene un bailarín antes de subirse al escenario.
Y en el escenario dependiendo de la edad, bailan entre cuatro y siete minutos, trabajos de meses y meses, cansancio, emoción, amistades, culminan en unos minutos.
¿Vale la pena? La respuesta es simple, es como cocinar durante horas y horas un platillo que se comerá en unos minutos, claro que vale la pena por el sabor y la sensación que este deja en tu boca.
El Festival Aviv es y será un pilar en nuestra Comunidad, una idea que se arraiga a cada generación, les deseamos a todos los participantes que estos pocos minutos sean un manjar para el paladar.
