//Isaac Richter
Hay muchas maneras de escaparse del duelo. Una de ellas es literalmente escaparse a un lugar donde uno no tiene que enfrentarse a sus sentimientos… también conocido como el País de nunca jamás. Julia (Sary Hassan) perdió a su hermana hace un año ante una razón que desconocemos. Lo único que sabemos es que rechaza a sus amigas y vive en una fricción constante con su mamá (Emily Palombo) por un duelo que ninguna de las dos está pudiendo asimilar. Julia necesita que su mamá le ponga atención, pero ella no puede. Julia es visitada por dos de los niños perdidos, Osita (Dana Guterman) y Zorrilla (Laila Rossirque), por Wendy (Emily Palombo), Campanita (Andrea Greenspun), y finalmente por el mismo Peter Pan (Tamara Cuenca), quien le ofrece ir con él a esta famosa tierra donde los niños nunca crecen. Inspirada en James Matthew Barrie, el autor de Peter Pan que perdió a un hermano, Daniel Nates y Elías Sacal traen a los escenarios del Habima este relato inspirado por uno de los personajes más aclamados de la literatura infantil.
Lo que vi en escena
Hay demasiados oscuros, algo que seguro notaron por el hecho que el público aplaudía después de cada uno como si la obra ya hubiera terminado, es una puesta valiente que trata un tema fuerte y le da un giro a una historia que todos conocemos de alguna manera. Vemos cómo los personajes entran y salen de una ventana, cosa que le da mucha personalidad a esta puesta (así como todos los juguetes tirados y esas paredes color rosa que nos recuerdan lo que se perdió en esta habitación). La obra termina en un lugar que deja ciertas preguntas potencialmente incómodas, pero necesarias.