Aunque existen muchas razones para iniciarse en este Arte-deporte, la principal debería ser la de mantener la salud física y mental,
es evidente la relación que existe entre el movimiento y la creación de enlaces neuronales, así como el reforzamiento de estos durante el aprendizaje de secuencias de ejercicios nuevos o nuevas combinaciones; el ejercicio mental es la parte medular de la práctica de karate, pues mi imaginación está representando un ataque o una defensa dentro de mi propia mente, para así darle sentido a los movimientos, sin este sentido estarán vacíos, sin propósito, y serían vistos como una danza para alguien que no está dentro del ámbito del karate.
Con este criterio, puedo afirmar que practicar karate a cualquier edad es un excelente ejercicio, pues aunque ya seamos mayores y pensemos que ya no podemos movernos rápido, ni ejecutar saltos prodigiosos, aún nos queda esa parte para ejercitar, es decir, el aprender y ejecutar nuevos movimientos, aunque los hagamos a una velocidad de acuerdo a nuestra edad, pero siempre dándole ese sentido del porqué y para qué (defender/atacar), si mi práctica es así, entonces la batalla está en nuestra mente, y el trabajo neuronal está hecho.
Cuando ejecutas un movimiento se activan cierto número de neuronas, igual y cuando te imaginas que lo estás haciendo, se activa ese mismo número de neuronas, ese es el principio del karate, mi pensamiento (mi imaginación) debe ser tan poderosa que active a las mismas neuronas que usaría si en verdad hiciera una defensa o un ataque.
Es decir, que en una práctica de kata primero ejercito mi memoria para aprender los pasos, las defensas y los ataques, y luego al practicarla (con mi propia velocidad, fuerza y resistencia), estoy haciendo un ejercicio completo en todos los niveles, que con el tiempo tiende a mejorar.
Así que ya lo sabes, te invitamos, cualquiera que sea tu edad o género, a practicar Karate Do a tu propia velocidad y ritmo, y haz un ejercicio muy, muy completo: mente, cuerpo y espíritu.