El 11 de julio de 1920 se realizó en Gran Bretaña la primera conferencia de la Women International Zionist Organization (WIZO), la Organización Sionista Internacional de Mujeres, convocada por las esposas de varios dirigentes destacados del Movimiento Sionista, como Rebecca Sieff, Vera Weizmann, Romana Goodman, Edith Eder y Henrietta Irwell.

El encuentro fue consecuencia de una tarea comenzada en 1918, cuando fundaron un Comité de Damas dentro de la Federación Sionista Británica y tres de ellas -Sieff, Weizmann y Eder- participaron en la visita que el Comité de Acción Sionista realizó a Eretz Israel para observar la realidad del Yishuv, la comunidad judía que vivía allí.

Según relata la página oficial en internet de la entidad, las esposas del presidente y el secretario político del Movimiento Sionista, Jaim Weizmann e Israel Sieff, respectivamente, y de David Eder descubrieron algo que “las sorprendió hasta la médula: después de la Primera Guerra Mundial, la población judía de Eretz Israel se había reducido debido a expulsiones, enfermedades y hambre, y la situación de las mujeres era insoportable, estaban sufriendo tanto física como espiritualmente, razón por la cual decidieron crear dentro del Movimiento Sionista una institución que se ocupara de ellas y de sus hijos”.

El 11 de julio de 1920, “Sieff dio rienda suelta a sus ideas y al esquema de actividades de la nueva organización internacional: las mujeres deben trabajar juntas, desarrollando sus habilidades y poderes, fundamentalmente en educación, economía doméstica, legislación, salud y servicios sociales, todas ellas áreas que están completamente olvidadas en Eretz Israel y que solo un organismo organizado puede aspirar a cambiar”.

Si bien en el Yishuv había necesidad de escuelas agrarias y para granjeras, el tema fundamental de esa conferencia inaugural de la WIZO fueron los niños y sus madres, en especial brindarles un lugar donde sus hijos estuvieran contenidos mientras ellas cumplían con sus tareas laborales, así como proporcionarles una orientación profesional sobre nutrición y cuidado infantil.

Sieff consideró que las mujeres debían organizarse de la misma manera que los hombres, Eder, pedagoga, puso énfasis en la educación que debían recibir y Weizmann, doctora en Medicina, centró sus propuestas en cómo disminuir la alta tasa de mortalidad infantil y mejorar el estado de salud de mujeres y niños.

La primera fue nombrada presidenta y su liderazgo se prolongó por 43 años, hasta su renuncia en 1963, cuando fue designada presidenta honoraria. Falleció tres años después.

En 1921, en San Diego, se realizó otra conferencia, en la cual se aprobaron resoluciones básicas para la tarea de la WIZO en Eretz Israel: a) Creación de un hogar para niñas inmigrantes; b) Establecimiento de una escuela agrícola para niñas; c) Provisión de equipos de cocina para la escuela de niñas de Haifa; y d) Fundación de un centro para el cuidado de bebés.

También se creó un fondo recaudatorio para ejecutar esas resoluciones básicas “porque sentían que era importante que cada mujer fuese capaz de hacer un sacrificio por Eretz Israel”, explica la propia WIZO.

La entidad se contactó para trabajar en conjunto con tres instituciones femeninas que ya funcionaban en Eretz Israel: la Asociaciones de Mujeres, fundada en 1917; la Liga de Mujeres por la Igualdad de Derechos en Eretz Israel, de 1919; y la Organización de Mujeres Hebreas, que inició las actividades destinadas a defender sus derechos en 1920.

Durante los primeros años se desarrollaron en Eretz Israel los programas Tipat Jalav (Gota de leche) -clínicas para el bienestar del bebé, la primera de las cuales se fundó en Jerusalem-, de asistencia social y de apoyo al establecimiento de escuelas agrarias.

A lo largo de los años transcurridos, la WIZO no solo incrementó su actividad en Eretz Israel, convirtiéndose en una de las organizaciones sionistas más respetadas, sino que en diversas comunidades judías del orbe se fueron creando instituciones femeninas que adherían a sus postulados.

Fuente: www.itongadol.com