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Simjat Torá: la fiesta de la intimidad con D-os

Centro Deportivo Israelita, A.C.

que estaba por marcharse de Egipto y abandonar las doctrinas que en Egipto se profesaban. En aquel crítico momento de amor mutuo, D-os realizó los famosos milagros para salvar al pueblo de Israel de manos de los egipcios, mientras los judíos cumplían los primeros preceptos en el ámbito nacional, exponiéndose a un gran riesgo con cada uno de ellos frente a los patrones egipcios.

Después de la salida de Egipto, el pueblo pasó por el Monte Sinai, en donde acampó por más de un año. En aquel lugar los judíos expresaron las famosas palabras: “Obedeceremos y estudiaremos”, que los convirtieron en indicados para recibir la Torá — la Ley Divina — y sellar un pacto entre ellos y D-os. Esta alianza unió al pueblo de manera singular y permanente con Hashem. Esta unión condujo al pueblo de Israel de la Mano de D-os por todas las épocas: por los momentos de gloria, cuando tuvimos el Bet HaMikdash, y por las situaciones de angustia, en las peores circunstancias de nuestro exilio. De una manera u otra, jamás estuvimos alejados de Su conducción, a causa de este acuerdo que D-os hizo valer en todo momento. Nuestra vida se unió prácticamente a la fe en Él, y esto se ve reflejado en la sucá que representa este concepto. Atravesamos, pues, los siete días de Sucot interiorizándonos del significado de la confianza plena en la Guía y Gobierno de D-os. Como desenlace de esta fiesta logramos la intimidad con Él. Un contacto que no tiene comparación con ninguna otra relación. Esa es la fiesta de Simjat Torá.

El origen de la denominación

Antes de seguir, debemos aclarar que la Torá no menciona este día con el conocido nombre de Simjat Torá. El nombre  del día es: Shemini Atzeret. Debemos, pues, esclarecer a qué se deben estos nombres y cuál es la relación entre ellos. La palabra atzeret significa detención, y se refiere a que los judíos, luego de haber estado en presencia del Bet HaMikdash durante los siete días de la fiesta de Sucot, aplazan su vuelta a sus respectivos hogares por un día adicional para quedarse cerca de la Presencia Divina. Shemini concierne a que estamos hablando acerca del octavo día desde el comienzo de Sucot. Si bien Shemini Atzeret es una fiesta independiente de Sucot en distintos aspectos, está de todos modos unida a Sucot y comparte el título de ser Zman Simjatenu, la época de nuestra alegría.

En el Midrash

En Sucot rezamos y pedimos por el bienestar de toda la humanidad. Traemos (en época del Bet HaMikdash) setenta ofrendas para que D-os disponga Su bendición por el bienestar de todas las setenta naciones troncales (este número se debe a que la Torá menciona setenta nombres entre los descendientes de Noaj, de quien descienden todos los seres humanos). Al final de la fiesta de Sucot (en la cual se participó a todas las naciones), D-os nos pide solo a nosotros que nos retrasemos un día más. En Shemini Atzeret, no se traerán ofrendas en cantidad como durante Sucot. Una sola ofrenda (la comida simple) alcanza. Lo que D-os pide es la intimidad.

¿Cómo se manifiesta la intimidad con D-os?

El término Simjat Torá, se refiere a que completamos en este día la cíclica lectura anual de la Torá. Comenzamos con el libro de Bereshit y lo completamos anualmente — mediante los tramos sucesivos de la lectura semanal de los sábados — con Devarim en esta fecha especial.

¿Existe alguna relación entre Shminí Atzeret y Simjat Torá?

Sin duda que sí. En Shemini Atzeret, rezamos por la lluvia: el agua, que es vital para la vida física del hombre. En Simjat Torá, celebramos el estudio de la Torá: que es vital para la existencia espiritual del judío. Y, como hemos visto, en Shemini Atzeret, D-os pide estar cerca de nosotros. En Simjat Torá, sentimos esa cercanía mediante aquello que crea el vínculo único entre D-os y Su pueblo: el estudio y el esmero en entender la Torá.

Cabe destacar que en Israel se celebra un solo día para ambos: Shemini Atzeret y Simjat Torá. Afuera de Israel, se desdobla la fiesta en dos días consecutivos llamándose al primero: Shemini Atzeret, y al segundo: Simjat Torá.

¿Un doble sentido?

En Simjat Torá se realizan en la sinagoga las tradicionales siete “Hakafot” con el rollo de la Torá en mano y se baila en honor a la Torá. “Hakafá” significa también ‘préstamo’. Es muy posible que hayamos sido perezosos en el estudio de la Torá en este último año. Pedimos entonces un préstamo —de tiempo, tranquilidad, lucidez y fuerza física— para poder seguir estudiando.

No es por accidente que el mismo día en que culminamos con la lectura de la Torá, sea aquel en que volvemos a emprender su estudio desde Bereshit. Podríamos diagramarlo en forma de círculo. El fin de la Torá es el que justifica su origen. Los milagros que D-os hizo suceder a manos de Moshé frente a los israelitas, tuvieron como objetivo despertar la conciencia de la existencia del Creador del mundo. Sin un objetivo, la vida no es significativa.

La fiesta de Sucot llega a su cumbre en Simjat Torá, cuando alcanzamos la cognición plena del propósito de nuestras vidas.

El verdadero festejo

El regocijo genuino es un asunto interno y profundo que no requiere estímulo externo alguno. La alegría —la mayor en todo el calendario hebreo— surge del hecho de saber que la Torá que estudiamos nos une eternamente con D-os y le da aquel sentido indestructible a nuestra vida: “Pues esa es nuestra vida y la largura de nuestros días” (Plegaria de Arvit).

Sepamos, sinceramente, bailar con las emociones correctas y las intenciones indicadas.