El pasado jueves, volvimos a tener en la Casa de Todos y gracias a la tecnología una charla con Alberto Lati y con otro de sus grandes invitados. En esta ocasión contamos con la presencia de un exfutbolista mexicano que jugaba como portero, debutó con el Club Atlas de Guadalajara en 1993 y se retiró con el Club Santos Laguna en el 2014. Actualmente es comentarista de futbol y nos referimos a Oswaldo Sánchez. El primero en darle la bienvenida fue el Alfredo Kalach, reconociendo la gran trayectoria de Oswaldo Sánchez, y agradeció el encuentro con los niños y la gente del futbol del CDI. Alberto Lati, de igual manera le dio la bienvenida y comenzó la charla, platicándonos un poco de cómo fue el primer acercamiento de Oswaldo con el futbol. Nos cuenta que fue en su barrio donde creció, pero siempre tuvo claro que quería ser futbolista profesional y que era de esa profesión de lo que él quería vivir, a lo cual sus amigos le decían que era imposible, pero nunca abandonó su sueño y su primer encuentro con el futbol comenzó en Atlas, donde hizo su primer participación en un equipo llamado Universidad, un equipo de reserva de la liga, donde tuvo que trabajar muy duro, nos cuenta que el ser futbolista profesional para muchos puede ser muy glamuroso, pero en realidad es una profesión de muchos sacrificios, “lo principal que uno sacrifica es la familia, empezando por los evento familiares, los cumpleaños y hasta los nacimientos de sus hijos, evento que para cualquier persona suele ser muy importante”. Su padre, el Sr. Felipe Sánchez, fue quien le consiguió una prueba con Altas, y la hizo como portero, Oswaldo al entrar a las instalaciones del Club Atlas se sorprendió al ver las canchas tan bonitas y las buenas instalaciones con las que contaban, pero nunca imaginó que la prueba que él haría sería en un lugar donde era pura tierra, logró un buen resultado en su prueba, y lo eligieron para el equipo; pero para los partidos de preparación no contaba con que cada capitán elige a sus compañeros de equipo, y él al ser el nuevo nadie lo escogía para cubrir su arco. Fue a raíz de eso, que entendió que tenía que trabajar más duro y mejorar cada día más, así que se quedaba al fi nal después de cada entrenamiento, a practicar un rato más, trabajando duro para ganarse un lugar. Desde niño Oswaldo tenía claro lo que quería lograr como futbolista profesional siendo el futbol la profesión que le diera una estabilidad a su familia, y que a su retiro lo recordaran como una persona íntegra y trabajadora, y lo hizo siempre en todos los equipos que estuvo. Convirtiéndose en una leyenda del futbol mexicano. Existió algún momento donde Oswaldo quiso tirar la toalla, él nos respondió lo siguiente: “La verdad no, y creo que el futbolista tiene que pasar por ese fi ltro, y superar los obstáculos, donde depende mucho de la personalidad de cada quien, el trabajo lo es todo, yo me esforzaba mucho y hubo entrenadores durante su carrera que no lo tomaron en cuenta”. Durante su gran trayectoria, no podemos dejar de mencionar su paso por la Selección Nacional fue Bora Milutinovic, quien lo debutó el 8 de junio de 1996, en el partido México ganó 1 a cero ante el Bolivia. Pero siendo el Mundial de Alemania 2006 donde tuvo una prueba muy grande se supera, un suceso que marcaría su vida, y fue la muerte de padre. Oswado Sánchez nos abrió su corazón y nos contó esta anécdota de la última vez que habló con su padre: “No dejes que nada ni nadie robe tu sueño de jugar este Mundial que tanto trabajo te ha costado, yo en ese momento le dije padre “yo también te quiero”, me dio tanta emoción que mi padre se expresara así de mí, que lo único que le dije “perfecto papá”, nos vemos estamos en contacto y colgué. Después a las tres horas me llaman y me dicen que murió de un infarto fulminante, y yo tenía muy en mente que tenía que estar con mi familia en el sepelio, que tenía que estar con mi madre y darle un gran abrazo, pensando también en que tenía que jugar, entonces las palabras que tenía en la cabeza que me dijo mi padre me daban vueltas y vueltas, entonces la vida es así, de repente te pone pruebas y gracias a la ayuda de mucha gente que nos consiguió un avión privado para llegar a jugar este partido contra Irán, y poder estar ahí con el corazón desecho, yo recuerdo que la gente en el estadio gritaba mi nombre “Oswaldo, Oswaldo, Oswaldo”, y “portero, portero, portero” y gritaba el nombre de mi padre, pero yo trataba de no mezclar porque sabía que si ponía mis emociones ahí… por eso, lo que hice fue separar lo que sentía en ese momento, por eso hay una imagen de cuando termina el partido, me arrodillé y alcé los brazos al cielo en agradecimiento a mi padre, y la vida es así, a veces te pone pruebas donde hay que darle para delante, no hay más. Era difícil, un viaje de tantas horas, cruzar el trasatlántico, saber cómo regresabas en lo mental, en lo físico, yo creo que me agarre de todo ese trabajo extra que había hecho ese año para tener esa fortaleza física para jugar, traté de dar mi mejor esfuerzo y así pude cumplir mi sueño de debutar como porteo titular en un Mundial”. Uno de los mejores momentos en la carrera de Oswaldo Sánchez, sin duda, fue su debut en primera división, el Club Atlas le dio esa oportunidad y fue un 30 de octubre de 1993 cuando conocimos a uno de los mejores arqueros que pasará a la historia futbolística de este país. A pesar de la gran trayectoria con la que cuenta Oswaldo donde ha tenido que compartir la cancha con grandes contrincantes que son figuras del futbol, él nos platicó esto al respecto: “No fijarte contra quién juegas aunque sean figuras de nivel mundial, uno separa las cosas y el tema de jugar un mundial es muy importante, y es ahí, cuando tienes más exigencia, debes de estar más concentrado y disfrutar”. La posición de guardameta es una herencia familiar, ya que su abuelo y su padre jugaron en la misma posición, misma que él defendió y fueron su inspiración para ser futbolista. Durante la charla les dio muchos consejos a los chicos que estuvieron conectados, con cosas positivas desde ya en su cabeza, “tienes que creértelo y trasladar los sueños que tiene ahora niños a realidades en su vida, tener mucha valentía y fuerza mental se la tiene que creer y el tener esa tenacidad de poder controlar su mente y siempre concentrarte sin importar el partido que se estén jugando”. De la mejor experiencia que tuvo como Seleccionado Nacional fue ganar la Copa de Oro de la CONCACAF 2003, se realizó en los Estados Unidos y México en el mes de julio, siendo México coanfitrión por segunda vez después de diez años. El torneo fue ganado por México derrotando en la final a Brasil por 1 a cero en tiempos extras, gracias al gol de oro de Daniel Osorno, ganando su cuarta Copa de Oro de la CONCACAF frente a 80,000 personas en el Estadio Azteca, siendo justo ese día el nacimiento de uno de sus hijos. Como futbolista le tocó la fortuna de jugar en los dos equipos más grandes de México, el América y Chivas, fue algo mágico para su carrera, y una oportunidad que pocos futbolistas tiene la oportunidad de disfrutar, actualmente es el caso de Uribe Peralta. Como todo futbolista tiene una fuente de inspiración para Oswaldo, el jugador que lo inspiró, a quien admira y con quien tuvo la dicha de compartir equipo fue Jorge Campos, lo define como extrovertido, natural y simpático. Campos, quien, además de ser compañero de profesión se ha convertido en un gran amigo para él, y una muestra de amistad que nunca olvidará fue que lo acompañó durante todo el viaje y estuvo con él cuando murió su papá. En cuanto a los directores técnicos él ha pasado por grandes fi guras, con quienes ha tenido la dicha de trabajar, ha sido Marcelo Bielsa a quien más admira, ya que fue el primer entrenador que lo debuta, lo llevó de la tercera división al primer equipo del Atlas. Durante su carrera, hubo un jugador quien fue su dolor de cabeza, y fue el “Chupete Suazo”, mismo que siempre le anotó gol cada que se enfrentaban. A las niñas les aconsejo que a pesar de ser un deporte que solo parecía para hombres, no lo vean como un obstáculo y trabajen diario, para sobresalir en este medio, ahora ya con la liga femenil se han abierto muchas puertas para aquellas niñas que tiene el sueño de ser futbolistas profesionales. Y para los niños que juegan en la misma posición como él, les dijo que “como porteros tienen una responsabilidad, no se puede ser perfecto, pero debe ser perfectible, es una virtud y un consejo que los cataloga como un buen portero”. Agradecemos a las personas involucradas que nos llevaron hasta casa a esta gran fi gura del futbol mexicano como lo es Oswaldo Sánchez. Sin duda alguna, fue una charla muy amena, con un gran ídolo, es ahí donde puedes conocer un poco más a estos grandes personajes, que como personas son entregadas a su familia, “es los más importante”, así lo mencionó durante en la entrevista con grandes anécdotas y con una gran trayectoria en el futbol mexicano. Una vez más Alberto Lati nos sorprendió con el gran invitado que llevó a la Casa de Todos.

//MICHELLE SÁNCHEZ