Historias de padres

«No puedo pensar en ninguna necesidad en la infancia tan fuerte como la necesidad de la protección de un padre». Sigmund Freud  

Históricamente la determinación del lugar atribuido al padre ha sido impuesta social y culturalmente. Se le ha asignado el papel de ser el guardián y protector del bienestar, de las necesidades y de los intereses de los hijos.

Según las diferentes épocas existieron diversos modelos de patriarcado. En las familias tradicionales la figura del padre se caracterizaba por la autoridad y poder sobre la esposa y la vida de los hijos; aunque esto afortunadamente se ha ido transformando con el paso del tiempo y la figura del padre ha ido cambiando en beneficio de los padres, de las madres y de los hijos. 

 En la segunda mitad del siglo XX apareció la idea de que el niño necesitaba de un vínculo cercano con su padre para el desarrollo de su personalidad ya que lo que unía al padre a sus hijos era un sistema de deberes y obligaciones recíprocas, excluyendo la existencia de un sólido lazo afectivo. El padre se vio forzado a cumplir con una serie de normas sostenidas por un discurso legal, psicológico y educativo, que ostentaba sobre todo el bienestar de los niños, en donde la autoridad sobre los hijos dependía también de la madre, quien ya participaba en forma compartida en las decisiones sobre las costumbres, las tradiciones, los valores culturales y éticos compartidos.

 La psicología comenzó a ocuparse de asesorar a los padres sobre las formas de educar a sus hijos. El nuevo modelo de paternidad generó un incremento en la contribución del tiempo paterno dedicado al cuidado de los hijos, una mayor conciencia sobre el deseo por tener hijos y mayores expresiones de afecto y cercanía hacia éstos.

 En el siglo XXI la tendencia es que los hombres creen un vínculo con sus hijos desde el nacimiento y participen activamente en su crianza, concibiendo el proceso de parentalidad sobre la base de roles compartidos con la madre. Los atributos tradicionalmente considerados femeninos como la ternura, el afecto, la sensibilidad, la vulnerabilidad, los cuidados corporales, la escucha y la presencia ya pueden aplicarse también a la paternidad sin que por eso se vea cuestionada la masculinidad del padre, todo esto favorablemente ha ido cambiando en beneficio de los padres y de los hijos.

 En este ciclo veremos una muestra de diferentes padres. Presentaré una lista de quince películas sobre historias de padres que ofrecen visiones particulares, únicas y diversas de la realidad familiar y nos demostrarán que la experiencia paterna presenta puntos de encuentros y desencuentros y trataremos de comprender por qué este tema es uno de los más complejos.

Las películas se proyectarán los martes a las 16:30 horas en el Auditorio Marcos y Adina Katz. Al finalizar la proyección se llevará a cabo el análisis y los comentarios correspondientes, coordinados por la psicoanalista Dra. Eugenia Behar Rosanes.