//Marcos Avimelech y Moisés Carrillo
Finalmente llegó una generación de chicos apasionados por el Béisbol, y un par de adultos que esta vez, pusimos el dedo y no lo íbamos a quitar hasta lograrlo. Todo comenzó hace un par de años cuando ellos tenían 10 años y los llevamos a un torneo de invitación, en la liga Lindavista. Ahí nos dimos cuenta del potencial que este grupo tenía, tanto en lo deportivo como en lo social, un grupo único.
En esas tribunas mientras algunos papás y mamás alegrábamos con porras y festejábamos las jugadas, salió la pregunta. ¿Y si los llevamos a un torneo fuera de México? Fue ese el momento que marcó el inicio. Semana Santa del 2020... aparece el Covid y nos mandan a guardarnos, pero eso no sería motivo para desilusionarnos.
Más de dos años después y una pandemia de por medio, con mucho trabajo y dedicación nos encontramos en el Hotel Hilton de Miami; es viernes 29 de julio al mediodía, 14 jugadores, 2 delegados 2 coach/papás y el manager, todos con una sonrisa y emoción que nadie nos quitará.
Comenzamos con un par de salidas al mall y la obligada visita de cualquier beisbolista al paraíso de cualquier deportista, la tienda Dick`s. Había que hacer un par de compras para estar listos en los juegos. En el hotel ya se comenzaba a sentir el ambiente de peloteros. Niños y jóvenes de 8 hasta 18 años caminando y jugando por las instalaciones del hotel. Equipos que venían de varios países como: Panamá, Puerto Rico, México, Aruba, Venezuela y algunos otros.
Domingo 31 de julio
Llegó el día, junta técnica para mánager y coach. De ahí, al camión rumbo al estadio de los Miami Marlins, a una espectacular inauguración, aunque limitada en algunos aspectos por los remanentes del Covid. Después de un rato formados a la entrada del estadio, llega el momento de caminar hacia el terreno de juego. Entre gritos canciones y porras pasamos por un túnel donde al final salimos al terreno de un estadio de Grandes Ligas donde se escuchaban los gritos de toda la fanaticada, así como de familiares y amigos que acudieron a vernos desfilar por todo lo largo del terreno y que nos veían también por medio de las pantallas gigantes del estadio. Al pasar por la zona de los jardines, donde se encuentran los bullpen de ambos equipos, se escuchaban los gritos de ánimo y hasta un “Viva México” de parte de algún jugador de los Mets, que era el rival del partido que posterior a nuestra inauguración se iba a jugar en ese mismo lugar.
Después del emotivo desfile se dio inicio al juego de MLB entre Mets y Marlins, ahí nos quedamos y disfrutamos de un buen juego.
Al regresar al hotel tuvimos un rato de alberca y nos relajamos ya que al siguiente día teníamos una doble cartelera por jugar.
Lunes 1 de agosto. Doble juego, a las 9:00 y 11:00 horas
Despertamos muy temprano y desayunamos algo para partir en el camión rumbo a nuestro primer juego contra Academia Latinoamericana B, un equipo local. Por la emoción, los chicos hasta sentían mariposas en el estómago; sus nervios y la adrenalina de jugar por primera vez un torneo de este tipo era evidente. Cuando abrimos los ojos ya sonaba la voz de play ball. Leones del CDI parecía el equipo local gracias a la porra de familiares que se hicieron presentes. Un juego muy parejo que se empezó ganando 1 a 0 en la primera entrada. Después 3 a 0 en la segunda entrada y se mantuvo así por un par de entradas más. En la cuarta entrada un par de jugadas desafortunadas a la defensiva nos costaron 4 carreras sucias y desgraciadamente no se pudo remontar, incluso nos hicieron un out en jugada en home que pudo ser el game changer de todo el encuentro, incluso del torneo. Al final perdimos.
En el segundo encuentro del día jugamos contra Miami Yankees; son un equipo top 20 de Estados Unidos en la categoría. No fue un partido fácil, perdimos contra un equipo extremadamente bueno. Destacamos que la moral y los ánimos se mantuvieron intactos a pesar de haber perdido dos juegos en un mismo día.
Martes 2 de agosto. Juego a las 9:00 horas
Tocó jugar contra Academia Latinoamericana A, un equipo fuerte al igual que los del día anterior. Saltamos al terreno de juego con mucho entusiasmo; había que hacer lo mejor que se pudiera. Nos subieron a un pícher que estuvo intratable que ya tiraba como adulto, no le pudimos hacer mucho y perdimos el encuentro.
Miércoles 3 de agosto. Día libre de juego
Las risas y diversión no paran en este punto, pero había que subir la moral y crear algo de distracción, por eso nos escapamos a los Rapids Water Park. Un día inolvidable en todos los aspectos, en el que experimentamos miedo, risas, gritos y adrenalina. Al final de 7 horas de sol, alberca y toboganes de agua, logramos un día inolvidable.
Jueves 4 de agosto
Nos tocó jugar contra Aruba Travel Team. Era el juego más esperado, ellos eran el equipo con el que habíamos convivido en los pasillos y en la alberca del hotel. Se había creado una amistad entre los jugadores y tenían muchas ganas de verse dentro del campo. Se jugó, se bateó, se hicieron carreras y outs a la defensiva. El resultado no fue a favor de nosotros, pero lo que nos llevamos de ese día, más allá de lo deportivo, fue una experiencia de haber jugado contra un equipo de otro país donde se crearon amistades, que bien pueden ser pasajeras, pero al final serán recuerdos para toda la vida.
Ahí terminaba nuestra aventura en lo deportivo, pero aún quedaba tiempo para pasear, ir al centro de Miami a dar la vuelta, comer un helado. Al otro día, un par de compras de pánico y una cena de Shabat con los familiares que estaban en Miami. Treinta personas reunidas en una mesa de Shabat, motivadas por un proyecto de Béisbol. Un Kidush que será recordado con mucho cariño por todos los que ahí estuvimos.
Sábado 6 de agosto
Fin del viaje, una mañana donde ya sólo quedan los recuerdos de una aventura que para algunos duró una semana, para otros seis meses y para un par fue una espera incluso de muchos años. Una experiencia única para toda la vida.
Para los jugadores y a los involucrados en el Béisbol del CDI, es el principio de muchas cosas para adelante. ¡Lo mejor está por venir!
Equipo
Jugadores: Michel Himelfarb, Salvador DaySan, Nathan Benguiat, Alex Pshisva, Josh Schimelmitz, Marcos Abadi, Nir Robbins, Alan Okon, Irwin Avimelech, Erik Rubisntein, Dan Wlodawer, Alex Cases, Carlos Sacal, Gabriel Zaga.
Manager: Eder Ponce.
Coaches: Marcos Avimelech, Allan Dayan.
Delegados: Pepe Schimelmitz
Jefe de Delegación: Moisés Carrillo.
Entrenador: Juan Patiño (no viajó físicamente, pero si en los corazones de nosotros)