Asistente de un restaurante de abogados, con 33 años, Daniel Kalban vive en Flatbush, Brooklyn. En sus tiempos libres, trabaja como director de cómics, en una especie de escenario de doble vida que recuerda a los cruzados con capa que inventó.
En 2016, este hombre creó American Dreams, una serie de cómics centrada en Jake Gold. Este personaje es un neoyorquino judío de 1900 que, gracias a “un experimento de Thomas Edison que salió mal”, puede volar y posee gran fuerza para luchar contra monstruos antisemitas.
“Me estaba quedando dormido escuchando la partitura del musical ‘Ragtime’”, le dijo Kalban a la Semana Judía de Nueva York sobre su inspiración. “Estaba aturdido y me preguntaba qué pasaría si los superhéroes como Batman y Robin estuvieran en ese mismo período de tiempo tumultuoso”.
El judaísmo impregna toda la trama de esta serie. El protagonista Liberty escapó de los pogroms rusos y ahora trabaja en un taller clandestino en el Lower East Side. Lucha como superhéroe contra un matón de nombre Amalek, un enemigo bíblico de los israelitas. Además, trabaja para el mago judío Harry Houdini, y la activista judía Emma Goldman lo alienta a usar sus poderes.
Tras las críticas positivas, Kalban planea lanzar un libro American Dreams. Esta combina una antología de los primeros cinco números del cómic con material nuevo. Está financiado gracias a una campaña de Kickstarter.
Aun así, como señala Kalban, si bien puede haber personajes judíos en estas famosas franquicias, sus identidades no son el centro de atención. “Por lo general, algún otro aspecto tiene prioridad sobre su judaísmo”, dijo Kalban. “No soy el judío más observador del mundo, pero sigo pensando que necesitamos más representación en la página del cómic”.
Fuente: Aurora