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El antídoto israelí a los ‘lobos solitarios’

Centro Deportivo Israelita, A.C.

El ejército crea un sistema basado en algoritmos para frustrar ataques. Treinta años de terrorismo: del ‘comando’ al ‘lobo solitario’ El Cruce de Gush -algunos lo llaman ‘Plaza de la Muerte’– está situado entre poblaciones palestinas y asentamientos israelíes en el sur del territorio cisjordano ocupado por Israel en la guerra del 67. Tras doce ataques de lobos solitarios palestinos en este lugar en los últimos nueve meses, las paradas de autobús adyacentes a la plaza parecen trincheras. Barras para repeler atropellos y soldados en puestos móviles frente a apuñalamientos y disparos. Una torreta de control divisa la carretera, que posee tantas cámaras como un campo de fútbol en día de partido. A pocos metros, israelíes y palestinos trabajan y hacen sus compras en un centro comercial donde aparcan sus coches y su desconfianza mutua.

“Uno de los grandes retos de mis soldados es la ausencia del perfil clásico de terrorista. Puede ser hombre, mujer o desgraciadamente menor. Y con un cuchillo, coche, rifle… Aunque no es fácil, debemos garantizar que israelíes y palestinos sigan sus vidas y al mismo tiempo no fiarnos de nadie", nos dice el comandante del batallón Haruv, el teniente coronel Yaniv Barot, que recuerda especialmente un atentado: “Un israelí murió por el disparo errado del soldado, lo que refleja la complejidad de la situación”.

Acostumbrado a los comandos de Hamas y Yihad, Barot se enfrenta a un nuevo enemigo. Menos organizado. Más difícil de detectar. “La motivación puede ser la radicalización religiosa, un problema familiar o cualquier tipo de frustración pero al fin y al cabo mi misión es frenar al terrorista que llega aquí con coche o cuchillo”, declara antes de preguntar: “¿Ve dónde circula ese taxi palestino? Allí uno de mis soldados fue atropellado por una palestina de 34 años y madre de cuatro hijos que esa mañana decidió cometer un atentado”.

Tras lidiar con ataques de grupos organizados y guerras desde su creación en 1948, Israel lleva diez meses bailando con ‘lobos solitarios’. El ejército contabiliza 114 apuñalamientos, 67 ataques armados, 34 atropellos y cinco explosiones entre el pasado octubre y junio. El país busca al joven antes de que se convierta en lobo solitario que, con el mimetismo viral, puede crear una manada.

Una palabra dicha en casa o escrita en Facebook puede ser clave en la caza física, electrónica y cibernética. Dos semanas después del estallido de la Intifada de los Cuchillos, el ejército elaboró un nuevo sistema basado en algoritmos para frustrar ataques con claro componente suicida (40 por ciento). “De acuerdo a los perfiles del terrorista potencial, compusimos una base de datos como sistema de riesgos o alertas para saber si debemos vigilar al sospechoso, hablar con su familia o detenerle”, revela un oficial bajo anonimato. La mayoría son menores de 24 años y varones. Aunque hay chicas, como la palestina que gracias a la nueva técnica fue detenida con un cuchillo de camino a un ataque en un check point israelí.

Fuentes de seguridad palestinas reconocen que “más allá de la lucha contra la ocupación, hay jóvenes con problemas personales que prefieren poner fin a sus vidas como mártires“. Los soldados han aumentado sus entrenamientos de la lucha cuerpo a cuerpo israelí Krav Magá. “El objetivo es salvar la vida del ciudadano atacado e intentar que no muera el terrorista, que a veces es menor”, añade el coronel Ido Mizrachi. Las principales ciudades de Israel exhiben guardias en centros comerciales, colegios y estaciones de autobús y tren, máxima alerta ciudadana ante cualquier tipo u objeto sospechoso, cámaras en cada esquina… y la mentalidad del israelí que, desde que tiene uso de razón, prioriza la seguridad por encima de todo. O casi todo.

Como ha ocurrido en el pasado, un terrorista puede entrar en un local israelí y acribillar a quien vea en su camino, pero será neutralizado mucho más rápido que en Bataclan. Ya sea por un agente o por un civil con licencia de armas. Mucho antes del atentado de Niza, los acontecimientos multitudinarios en Israel son precedidos del cierre de las calles adyacentes y la colocación de dos autobuses vacíos en sendos extremos de la plaza.

“Los europeos deben adaptarse a la situación en la que los ataques son frecuentes, cambiar su comportamiento en seguridad y adoptar recursos tecnológicos de protección aplicados en Israel desde hace mucho”, aconseja el experto en terrorismo Boaz Ganor, que admite: “El principal problema de las fuerzas de seguridad europeas e israelíes es que este tipo de terrorista actúa en solitario y a veces de forma espontánea. Como no comparte su deseo con nadie, es difícil de evitar, ya que aún nadie ha encontrado la fórmula de entrar en su cerebro”.

Fuente: www.unidosxisrael.org