Si la historia de la relación entre los sexos nos ha enseñado algo es que una mujer puede encontrar muchas razones para matar al hombre más importante de su vida. En el caso de Marcelo (Mauricio Jessurun), hay ocho mujeres en su vida y el día que su sirvienta Eloise (Rina Green) lo encuentra en su recámara con una navaja en la espalda, estas ocho mujeres se encuentran en la misma sala, cada una con sus secretos y cada una con un motivo para que este hombre ya no se encuentre entre nosotros. Su esposa Gaby (Nirel Goldaper), su suegra Mamy (Rajel Alba) quien finge estar en silla de ruedas, su cuñada Augustine (Esther Zonana), sus hijas Camile (Ariela Yudelevich), Catherine (Tali Saban) y Susan (Ilana Grobeisen), esta última acaba de llegar a pasar las vacaciones con la familia, la ama de llaves madame Chanel (Efrat Kopeliovich) y la nueva sirvienta que encontró el cuerpo (y resulta que era su amante). Basada en la obra 8 mujeres, de Robert Thomas, y dirigida por David Palazuelos.
Lo que vi en escena: un trabajo admirable de equipo para este elenco que busca aterrizar estos personajes tan complejos hacia algo más cercano a lo que conocen, basándose en ciertos estereotipos para llenar los huecos. No es muy claro si el texto está actualizado a nuestra época o no (los vestuarios indican que podría ser cualquiera de las dos), pero crea una atmósfera atinada para ese híbrido que busca entre comedia de modales y misterio de asesinato. Algunas de las transiciones a flashbacks rompen con el ritmo y en momentos sí se nota la batalla con el texto, pero al final lo sacan adelante.
