//Isaac Richter
Grupo: Ad Libitum
Categoría: Juvenil
Institución: Colegio Hebreo Maguén David
Cinco años es mucho tiempo, demasiado para esperar que las cosas que fueron de una manera antes de transcurrir esos cinco años se mantengan de esa manera una vez que hayan transcurrido. Cinco años no es un plazo que uno debe esperar: hay que vivir.
En esta obra una vez considerada irrepresentable del gran poeta y dramaturgo español Federico García Lorca, un joven se casará con su novia tras un plazo de cinco años, a pesar de los sentimientos que le ha confesado la mecanógrafa y las advertencias del viejo. Una vez que pasaron los cinco años, la novia se rehúsa a casarse con el joven, ya que ha llevado un amorío con el jugador de rugby. ¿Será muy tarde para amar a la mecanógrafa? Enrique Sánchez trae esta historia a los escenarios del Habima, una historia que también incluye un payaso, un arlequín, un maniquí de vestido de novia, un niño que se ahogó y una gata muerta, todos hablando a través de los poemas de García Lorca.
Lo que vi en escena: una puesta como esta, en especial en la categoría Juvenil del Festival, siempre corre el riesgo de que la elección de obra se sienta como una carga muy pesada para los actores en escena, por lo que debo expresar mi admiración por este elenco que lo llevó a cabo con mucha energía, buena proyección y una idea bastante clara de lo que están diciendo (que aún recitando sus textos, se siente un personaje). También hay que darle el crédito al director por saber transmitir estas ideas ante estos jóvenes, así como la creación de esta atmósfera surrealista que, aunque trabaja con recursos minimalistas, otorga suficiente para que el público llene los huecos necesarios y se cuente la historia. Los elementos que adornan esta producción son impecables (la música de Fabiana Martínez, el vestuario de Roberto Villa y el maquillaje a cargo de nuestro querido exdirector del Habima Óscar Tort). ¡Un muy buen trabajo!
