El pasado 25 de mayo al mediodía se presentaron cuatro obras de Habimita, en donde los niños hicieron gala de talento, ocurrencias y frescura.
Mariposas en la panza
La primera obra corrió a cargo del grupo del Colegio Hebreo Maguén David, bajo la dirección de Marco Capilla, Mariposas en la panza nos narra la historia de una niña y de una princesa de un cuento, de modo que vemos en el escenario con sencillez y creatividad el paso de ambos personajes por enfrentar sus miedos y sus inseguridades de manera paralela, puesto que la princesa, a su vez, es personaje de un cuento que la niña escucha de boca de su madre. Las niñas trabajaron bien su dicción y volumen, lo que permitió al público reír y disfrutar con las historias que se desarrollaban en escena, en donde al final ambas, la niña y la princesa, logran enfrentar sus temores y salir airosas de la situación que las acongoja…. Un mensaje claro sin mayores pretensiones y planteado con tino en escena.
Historias fantásticas
En esta ocasión, el grupo de ‘la monte’, bajo la dirección de Eduardo Villaseñor, nos presentó un conjunto de historias en donde los personajes son animales que viven diversas situaciones cercanas a las cosas a las que cotidianamente un niño se puede enfrentar, muy ligeras y frescas, y con un vestuario que nos recordaba a los muñecos de peluche y una escenografía colorida y muy sencilla, pero bien implementada para hacer sentir al público dentro de un cuento, con carácter cercano a la fábula, dichas historias proponen una reflexión sobre quiénes somos y lo que hacemos, y como nos relacionamos entre nosotros, cabe mencionar, que la última historia fue bilingüe lo que fue un plus al trabajo de los jóvenes actores.
Siento... después pregunto
El Habimita, lo hemos comentado, es un espacio que siempre nos regala sorpresas y nos pone frente a fenómenos escénicos singulares, en esta ocasión el grupo del Colegio Atid dejó a un lado el hecho de presentar un trabajo dramático tradicional, para llevarnos a conocer el proceso creativo que un actor enfrenta para ‘construir’ un personaje, esta es la premisa que propuso su director Abraham Rojas. Valiéndose de algunas sillas y de la participación del público, los muy jóvenes actores llevaron a cabo dicho ejercicio en donde se hablaba o se narraba alguna vivencia, algún recuerdo de la infancia. Ciertamente, la propuesta resultó un tanto confusa para el público y difícil de manejar para los niños, lo que nos hace pensar que este tipo de propuestas se deben plantear con actores más experimentados.
La caza de Kaa
Esta presentación, es una adaptación libre a la obra del libro de la selva de Kipling, en la que aparecen los personajes emblemáticos de la historia, y de manera breve, pero simpática, cuentan la historia de Mowgli y sus amigos hasta que el niño criado por animales se integra al ámbito humano.
La producción fue cuidadosa, vestuario y escenografía cumplieron su función, permitiéndonos disfrutar la puesta en escena, en donde los jóvenes actores ya dan muestras de talento y compromiso con su trabajo, la dirección fue de Talía Nassau que inicia su trabajo en este campo, y que promete para el futuro obsequiarnos trabajos de calidad.
