//Sara Fasja de Elmann
Hoy en día la adultez tardía, o Tercera Edad, se considera que comienza alrededor de los 65 años. Erik Erikson, en su teoría del desarrollo psicosocial del ser humano, señala que este atraviesa diferentes etapas a través de su vida, en las que desarrolla una serie de competencias determinadas. En la última etapa de desarrollo -que comprende para Erikson de los 60 años en adelante-, él considera que para el Adulto Mayor es importante encontrar significado y satisfacción en su vida -conservar su integridad-, versus el opuesto, que sería ser dominado por la angustia y la desilusión- encontrarse con la desesperanza.
Envejecer no necesariamente es sinónimo de deterioro sustancial mental o físico. Mucha gente mayor es feliz, y vive involucrada en diferentes actividades.
Las teorías más relevantes acerca del envejecimiento exitoso son:
La teoría de la desvinculación: establece como normal que mientras la persona va envejeciendo, es deseable que se vaya retirando de las responsabilidades y roles que ha venido ejerciendo, pues estos van siendo más difíciles de ejercer. Aún más, es deseable dejar el espacio para que los más jóvenes los ejerzan, además de que la sociedad se ve beneficiada de gente más energética para tomar estas oportunidades.
La teoría de la actividad: establece que la actividad es necesaria para mantener una vida de calidad; que la persona, si no utiliza sus capacidades, tiende a perderlas- sea la edad que sea. El permanecer activo en los aspectos físicos, mentales y sociales, aporta un gran beneficio para un mejor proceso de envejecimiento. Los defensores de esta teoría aseguran que las actividades llevadas a cabo en los años precedentes deben ser mantenidas el mayor tiempo posible.
De estas dos teorías, la que tiene mayor aceptación actualmente es la segunda, aunque no siempre es posible que el Adulto Mayor pueda llevar a cabo este tipo de vida; siempre va a depender de sus circunstancias físicas, emocionales y psicosociales.
Es importante mencionar la necesidad de reaplicar el conocimiento y las habilidades del Adulto Mayor de una manera creativa, de manera que puedan responder al cambio y de esta manera mantener su autonomía.
Hablando de autonomía, es necesario que utilicen sus capacidades al organizar sus actividades, para que confíen más en ellas; esto es importante también en su toma de decisiones. Además, así exhiben su autonomía, al no permitir que otros sean más poderosos que ellos en estas tareas.
En la película Los recuerdos (Les souvenirs, de Jean Paul Rouve, 2014), vemos una familia cuyos integrantes pasan por diferentes transiciones: la de la juventud, la del adulto que se retira, y la de la vejez. Aquí observamos el temor del hijo debido a la responsabilidad que tiene en cuanto al cuidado de su madre, ya Adulto Mayor, y cómo la familia toma decisiones que ella no aprueba, de hecho, acerca de las cuales ni siquiera es consultada. El nieto decide apegarse a ella, apoyarla, entenderla, siendo aún su cómplice. Él logra tener un acercamiento que no logran tener ni su padre ni sus tíos. Desea para su abuela lo mismo que ella desea: tener, en lo que le queda, una vida digna, que incluye su autonomía.
Esta es una película que toca varios temas pertinentes no solo a la crisis de la vejez, sino a las que atraviesan al mismo tiempo el resto de los integrantes de la familia. El tono no es oscuro; no es una película deprimente (aunque trata temas muy serios como el sentido de vida, decisiones existenciales, retiro, vejez y muerte) porque la trama es llevada a través de mucha ternura y sentido del humor. Muy recomendable para cualquiera que atraviese una situación similar- y para los que aún no la hayan atravesado.
