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125 aniversario del natalicio de Gilberto Bosques

Centro Deportivo Israelita, A.C.

Con la ayuda de Gilberto Bosques Saldívar, más de 40 mil refugiados judíos y republicanos españoles que vivían en Europa durante el Tercer Reich consiguieron abandonar el continente, asolado por la Segunda Guerra Mundial.

El diplomático cumplió órdenes del presidente Lázaro Cárdenas y facilitó la huida de miles de inocentes ante la persecución política que afrontaban en España tras la derrota de los republicanos en la Guerra Civil española.

Y lo consiguió falsificando sus documentos para que pudieran viajar a México.

Profesor, periodista, político y diplomático mexicano, Gilberto Bosques Saldívar, nació en Chiautla de Tapia, Puebla, el 20 de julio de 1892. Participó en la rebelión de Aquiles Serdán en 1910. Tras el triunfo de la Revolución se hizo político. En 1934, como Diputado y Presidente del Congreso de la Unión, respondió al Primer Informe de Gobierno del presidente Lázaro Cárdenas. 

Sobre él, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), señala en su dirección de internet que en 1939, cuando la República Española caía ante el embate franquista y la guerra se cernía sobre el resto de Europa, el presidente Cárdenas lo nombró Cónsul General en París. Su misión real era convertirse en un enviado personal del Presidente de México en Europa.

Bosques salió de París cuando la ciudad estaba a punto de ser tomada por los alemanes. Con amplias instrucciones para establecer el Consulado donde le conviniera, viajó primero al sur y después a la costa norte. Restableció el Consulado General primero en Bayona, pero cuando los alemanes ocuparon la zona se trasladó con su familia y el consulado entero a Marsella, en el Mediterráneo, dentro de la zona del Gobierno francés de Vichy, nominalmente independiente de los alemanes.

Su primera preocupación fue defender a los mexicanos residentes en la Francia no ocupada, pero pronto protegió también a otros grupos. Apoyó a libaneses con pasaporte mexicano y a refugiados españoles que buscaban huir de los nazis.

De hecho, se cree que fue él quien convenció al presidente Lázaro Cárdenas de abrir las puertas de México, además alquiló dos castillos -el de Reynarde y el de Montgrand- para convertirlos en centros de asilo mientras se arreglaba su salida hacia México.

Desde Marsella, el diplomático mexicano también tuvo que hacer frente al hostigamiento de las autoridades proalemanas francesas, al espionaje de la Gestapo, del gobierno de Franco y de la representación diplomática japonesa, que tenía sus oficinas en el mismo edificio de la delegación mexicana.

Sin embargo, el cónsul no quedó satisfecho y amplió su apoyo a los refugiados antinazis y antifascistas. Al concedérseles visas mexicanas, las autoridades francesas los dejaban salir del País porque consideraban que ya no serían un problema político para ellas.

El consulado ocultó, documentó y les dio visas a numerosos judíos, pero era mucho más difícil sacarlos de Francia.

Pero en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, Bosques Saldívar no solo salvó a judíos y republicanos españoles, sino también a miles de polacos, italianos y yugoslavos, por lo que finalmente fue arrestado en 1943 por los oficiales nazis.

Finalmente México rompió las relaciones diplomáticas con el Gobierno de Vichy. Gilberto Bosques presentó la nota de ruptura. Poco después el Consulado fue tomado por tropas de la Gestapo alemana, que confiscaron ilegalmente el dinero que la oficina mantenía para su operación.

Bosques, su esposa María Luisa Manjarrez y sus tres hijos y el personal del Consulado, fueron trasladados hasta la comunidad de Amélie-les-Bains. Después, violando las normas diplomáticas, se les llevó a Alemania, al pueblo Bad Godesberg, y se les recluyó en un hotel prisión. Allí destacó la actitud de Bosques ante un funcionario alemán, y logró sobrevivir al ser intercambiado por prisioneros alemanes.

Bosques regresó a México en abril de 1944. Miles de refugiados españoles lo esperaban en la estación de ferrocarril de la capital para recibirlo.

Tras la guerra, Bosques fue designado ministro de México en Portugal, Finlandia, Suecia y, de 1953 a 1964, en Cuba. Murió el 4 de julio de 1995.
 
Fuente: http://www.vanguardia.com.mx/articulo/gilberto-bosques-el-mexicano-que-salvo-40-mil-judios-y-republicanos-espanoles