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Orígenes del CDI

Centro Deportivo Israelita, A.C.

Surge en el año 1922, la Young Men’s Hebrew Association, primera organización judía formal que comenzó a funcionar en el callejón 5 de Mayo número 38, donde ya se prestaba ayuda a los nuevos inmigrantes judíos. Era tal la importancia de esta agrupación que en el año 1926, cambia de sede a la calle de Tacuba 15, un inmueble conocido como el Palacio de Mármol, que en alguna época había sido la casa de verano de Don Porfirio Díaz, y que entonces daría cabida al nuevo centro social, cultural, deportivo e incluso para llevar a cabo algunas festividades judías. Era el lugar de reunión, se realizaban bodas, tés danzantes, conferencias, obras de teatro, entre otros eventos. Contaba con un restaurante y biblioteca. Fue punto de partida para muchos organismos de la Comunidad Judía de México. Gracias a sus características y al enorme interés de fomentar actividades de todo tipo, se dio énfasis a las deportivas, dada la inagotable energía de aquellos jóvenes de la Guay, quienes convirtieron el espacio en el marco de reunión natural para fortalecer sus vínculos de amistad en un ambiente de identidad.

Una década después de su fundación la YMHA (Young Men’s Hebrew Association) cambiaría a ser la Asociación Deportiva Israelita Macabi, activo organismo que contaba con una fuerte convocatoria, siendo los deportes más prominentes de Macabi el fútbol y el básquetbol, así las primeras mesas directivas estaban conformadas por los jóvenes que participaban en estas disciplinas como entrenadores y deportistas, unidos por una gran amistad y por la responsabilidad de hacer de la nueva Asociación una extensión de su propia casa.

Por iniciativa de Sam Wish-niak y bajo la presidencia de Jacobo Rostenberg, en 1932 el Club Macabi cuenta con sus primeros miembros, los jóvenes Moisés Gitlin, Isaac Grabinski, Salomón Soloveichik, Moisés Derzavich, Fernando Katz, Jacobo Krumholz, Gil Meyers, Gregorio Weinstock, entre otros, así como Carlos Fishbein, un destacado atleta que era entrenador.

En su primer año de vida, Macabi tuvo un buen desempeño de los equipos deportivos en las competencias que se desarrollaban fuera de la Comunidad, en las ramas varoniles y femeniles en deportes como básquetbol, fútbol, voleibol, lucha grecorromana y boxeo.

El 10 de mayo de 1932, el joven Moisés Gitlin recibía la credencial de la Asociación Deportiva Israelita Macabi de la YMHA, que lo acreditaba como el socio número 1.

Así fue creciendo paulatinamente el interés de muchos jóvenes y las familias de la Comunidad, por pertenecer a esta Asociación, más aun cuando era el único espacio que permitía el desarrollo deportivo en ya varios deportes, lo que provocó que su crecimiento requería ya de otro local porque Tacuba 15 comenzaba a ser insuficiente para las más de seiscientas familias que a finales del año 1935 participaban activamente en las diferentes actividades. Era indispensable convocar a una asamblea extraordinaria para analizar la autonomía de un club deportivo.

Al año siguiente, el cambio de Mesa Directiva que llegaba con muchas ideas y nuevos bríos, intensificó la participación de los diferentes equipos en competencias interclubes, y también daba comienzo una representatividad de los equipos de Macabi en eventos nacionales, como lo fue la participación en el festival que se organizó en el Deportivo Venustiano Carranza el domingo 17 de mayo de 1936, al que asistieron cientos de personas de la Comunidad para vitorear a sus equipos de fútbol y básquetbol en sus categorías varonil y femenil.

El 20 de noviembre de 1936, una delegación de la Asociación tomó parte en el tradicional desfile en el Zócalo de la Ciudad de México.

A la par, daba comienzo un gran movimiento cultural, las inquietudes artísticas e intelectuales, requerían ya una sede, por lo que en los primeros meses del año 1937, se forma el Centro Cultural Israelita en la calle de Cuba 81, muy cerca de Tacuba 15.

La desafortunada experiencia de la Segunda Guerra Mundial, truncó en los siguientes años el ánimo por la inercia que habían adquirido ciertos proyectos, como lo fue la consolidación de Macabi; sin embargo, un pequeño grupo de amigos creía firmemente en que sería muy importante crear una nueva institución que aglutinara a toda la Comunidad Judía de México, por lo cual en junio de 1943, convocan a una reunión entre quienes tenían la experiencia de pertenecer en sus lugares de origen a Macabi. Moisés Derzavich, Fernando Katz y Felipe Libnic, sabían que no sería fácil, pensaban en desarrollar un proyecto que requería de todo el apoyo de la Comunidad, y las reuniones se mantenían con un grupo que iba creciendo de diez a veinte y hasta cuarenta invitados.

Samuel Dultzin y Fernando Katz expusieron el proyecto de la construcción del Centro Deportivo Israelita, resaltando la situación moral y física en la que se encontraban los jóvenes judíos en aquellos días.

La maravillosa idea de crear un moderno club deportivo animó a todos los presentes, quienes de inmediato se dieron a la tarea de obtener fondos y contar así con los recursos económicos para tan ambicioso proyecto.

Se decidió constituir por votación dos comités: el Ejecutivo, integrado por cinco personas con cargos como Presidente, Secretario, Tesorero y dos Vocales; y el General, que comprendería diez personas. La primera Mesa Directiva quedó conformada por Fernando Katz, Mateo Libnic, Jaime Dorotinsky, Samuel Dultzin e Isaac Grabinski, en tanto que todo el grupo que apoyaría estaría integrado por Moisés Gitlin, Jacobo Berlín, Moisés Derzavich, Carlos Fishbein, Israel Konstat, Felipe Libnic, Gil Meyers, S. Sigal, José Steider y Edmundo Stern.

Los cálculos que hacía el entusiasta grupo, determinó que serían necesarios al menos medio millón de pesos y que la campaña debería de comenzar cuanto antes. También sería necesario legalizar la sociedad como Asociación Civil basada en acciones.

Comenzaron las cenas amistosas el 6 de enero de 1944, en casa de Mateo Libnic donde se reunieron los primeros 24 mil pesos, pero en menos de dos meses la suma acumulada llegó a 160 000 pesos. Mientras continuaba el trabajo de recaudación de fondos, la prensa comunitaria ya hablaba de los objetivos del Centro Deportivo Israelita, solicitando la cooperación de todos los miembros de la colectividad.

Lomas de Sotelo

La compleja estructura directiva ya había conformado un Comité Constructor que se dio a la tarea de buscar una zona que ofreciera las cualidades necesarias para llevar a cabo el proyecto de construcción de un nuevo centro deportivo. Fue cuando Moisés Gitlin, Carlos Szapiro, Max Udinsky, Samuel Dultzin y Fernando Katz visitaban los terrenos del Exrancho de Sotelo y sostenían pláticas con el propietario de los terrenos, el Sr. Antonio Llaguno, ubicado en el número 76 de lo que entonces llevaba el nombre de Prolongación Juana B. Gutiérrez de Mendoza (cerca del Hipódromo de las Américas, colindando al Norte con el Club Hípico Francés, al Oeste con la Ciudad Militar y al Sur con el Campo Militar Número 1). Los primeros acercamientos para la compra del inmueble fueron infructuosos, pero la relación de amistad que tenía Jaime Dorotinsky con el dueño del Exrancho logró que seis meses después, el sábado 23 de diciembre de 1944, los entusiastas pioneros expidieran un cheque por 309 630 pesos para la adquisición de los 62 mil metros cuadrados en un principio hasta sumar los 91 831 metros cuadrados.

Llamado Parque CDI, daban inicio las visitas de las familias que realizaban excursiones a los límites del Distrito Federal con el Estado de México, así en el año 1945 se celebra el Primer Festival Deportivo del CDI, gracias al hecho de contar con un lugar propio y de cumplir con el principal objetivo que era congregar a la Comunidad Judía y fomentar las disciplinas al aire libre.

Surgieron varios anteproyectos, por lo que era necesario invitar a más voluntarios que asumieran cargos y la responsabilidad de vigilar el crecimiento de una nueva y ejemplar institución.

En primera instancia fue el Ing. A. Jiménez Farías, el encargado de proyectar el Parque Deportivo Israelita, incluía deportes intramuros y servicios personales con áreas diversas para actividades sociales. Poco después, los arquitectos M.A. Velásquez y Abraham Zabludovsky desarrollaron el modelo definitivo sobre el cual daría inicio la obra.

La Mesa Directiva cerró el año de 1945, convocando a un gran festival en el que se reunieron cientos de miembros de la Comunidad, y el programa de acopio de fondos seguía su curso, haciendo que los planes se pudieran realizar a corto plazo, en el ánimo de los Directivos en los que ardía el deseo de hacer realidad su sueño.

En mayo de 1949, el Presidente del CDI, Dr. Fernando Katz colocaba la primera piedra de los primeros Baños del Deportivo, después de haber redactado en la oficina provisional que el Comité Ejecutivo mantenía todavía en las calles de Tacuba 87, haciendo la exhortación a los miembros de la Comunidad para que hicieran el esfuerzo de contribuir con el monto de mil pesos por accionista, cantidad relativamente baja para la magnitud de la obra que se proponía.

El Sr. Rosendo Gervitz colocaba la primera piedra del Campo de Softbol, mientras que el donador de la primera Alberca, el Sr. David Gotlieb, hacía lo mismo para dar inicio a la construcción del espacio que sería central para el crecimiento del Deportivo.

Cada domingo, la afluencia de visitantes iba en aumento. Asimismo, la práctica del deporte se convertía en una actividad más formal. Al tiempo que esto sucedía, el Consejo Directivo supervisaba el avance de las construcciones que se hallaban en proceso: la Alberca y el Edificio de Baños, las canchas de Básquetbol, Frontón y Tenis, el Campo de Fútbol, el Estadio de Softbol, el área de Juegos Infantiles y la Piscina para niños. El 27 de agosto, el Sr. Jaime Dorotinsky colocó la primera piedra de la Piscina Infantil y el Asoleadero. El Sr. Elías Sourasky colocaba la primera piedra del Edificio Social.

Los avances sucedieron tan rápido que el Consejo Directivo determinó la fecha que consideró conveniente para inaugurar el nuevo Centro Deportivo Israelita de manera oficial, como fue anunciado en el boletín informativo: “Después de seis años de trabajo y esfuerzo, y gracias a la cooperación de toda la Comunidad, el Centro Deportivo Israelita será inaugurado el próximo 15 de octubre de 1950. En esa fecha abrirá sus puertas para dar cabida en sus campos y pistas de juego a la juventud, a la niñez, a los padres y en general a toda nuestra Colonia”.

Durante la inauguración, el primero en tomar la palabra fue el Sr. Moisés Gitlin, primer Presidente del Comité Ejecutivo, quien destacó las razones que motivaron la creación del CDI. Con mucha emoción, afirmó: “La importancia primordial de esta Institución estriba en que, social y deportivamente, será el centro de reunión de todos los sectores de nuestra Comunidad, sin distinción de ninguna especie. El Centro Deportivo Israelita será el sitio que atraiga a los jóvenes y los aleje de un camino que los separa cada vez más de nosotros”.

Después de un estruendoso aplauso, la concurrencia recibió el saludo de los representantes del Comité Central Israelita y del Dr. Adolfo Fastlicht, Cónsul del Gobierno de Israel en México. Inmediatamente después, tomó la palabra el Vicepresidente del CDI, Fernando Katz, para narrar el origen común de los macabeos que años atrás se habían propuesto crear un centro que enlazara y fortaleciera a la Comunidad Judía de México.

Moisés Gitlin en medio de un cálido y emotivo ambiente, declaró formalmente inaugurado el Centro Deportivo Israelita.

Así fue como quince jóvenes impetuosos cumplían el gran anhelo que los motivó: José Belkind, Moisés Derzavich, Jaime Dorotinsky, Samuel Dultzin, Carlos Fishbein, Rosendo Gervitz, Moisés Gitlin, Isaac Grabinski, Fernando Katz, Jacobo Krumholz, Felipe Libnic, José Steider, Edmundo Stern, Carlos Szapiro y Max Udinsky, son los nombres de quienes fueron capaces de mirar hacia el futuro.

Día del Socio 2017