El montaje Juguemos a ganar, bajo la dirección de Shulamidt Shadovitch, que también es la autora del texto, se presentó el pasado 15 de junio, como última función del Festival Habima.
Es una historia bien pensada para los niños, en donde se mezclan la realidad actual con la fantasía y una niña, Tania, quien es conducida en un viaje a través de las distintas formas de relacionarse, entretenerse y jugar, donde la tecnología, el bullying y la pérdida de la imaginación son los elementos que determinan esta jornada.
La música lo mismo que el baile y la iluminación son elementos que, en mucho, apoyan a las actrices que, es digno de resaltar, manejan con soltura y naturalidad el escenario y casi todas hacen uso de su voz de manera correcta y clara, lo que redundó en una puesta en escena de calidad.
Tania, la niña, se deja conducir por el hada para conocer opciones distintas a las comunes en la actualidad: jugar, correr, ser solidario, imaginar… elementos que son inherentes a los niños y que, por diversas influencias, se debilitan, se deforman o se pierden, siendo el asunto primordial de la historia, bien aprovechado para la puesta en escena, sin caer en convencionalismos morales, en donde solo se muestra la diferencia para que el público tome sus propias decisiones.
Las niñas muestran sus habilidades para cantar y bailar, lo que fue un extra para el montaje, al que el público respondió gustoso y satisfecho.
La escenografía muy sencilla, pero bien pensada, en fin, todo el trabajo fue cuidadosamente construido para beneficiar al máximo las cualidades de las niñas, que verdaderamente dejaron asombrados a más de uno.
