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La Casa de Todos (Los Artistas)… El CDI

Centro Deportivo Israelita, A.C.

En la parte uno de este artículo, hablamos ya de todas las opciones de clases relacionadas con el arte que el CDI tiene en sus Academias. La Casa de Todos, es la casa de todos los artistas.

Esta semana, sin embargo, con el Día Internacional de la Danza, el lunes 29 de abril, y el Día del Niño, el martes 30, quisiera que pongamos nuestra atención en el punto donde estos dos grandes festejos se unen: Danza + niños = libertad absoluta.

Cuando los niños bailan, aprenden cosas sin darse cuenta, su cuerpo y mente se transforman. La danza los ayuda a mejorar su concentración y poner atención de forma más profunda por periodos más largos de tiempo. Además, no hay otro ejercicio que los ayude igual a conocer su cuerpo y entender cómo se mueve, para qué sirve y cómo puedo expresarme a través de él; sin duda la danza es el medio de expresión corporal por excelencia, sobre todo en los más pequeñitos.

Probablemente no lo habías pensado, pero bailar es tanto un ejercicio individual como colectivo. Los niños entienden, al mismo tiempo, identifican sensaciones y emociones muy personales, y aprender a trabajar en equipo y colaborar con el otro. Cada bailarín es un mundo en sí mismo y al mismo tiempo es un mundo colectivo con su compañía de danza.

También podemos hablar de otros temas ya tratados en muchos otros textos antes de este, el como la danza ayuda a mejorar la salud mental de los niños y niñas ya que reduce el estrés y la ansiedad; también estimula los vínculos sociales, mejora el desarrollo y la coordinación.

Pero justo para los chiquitines, bailar también puede ser un complemento de su educación formal. El desarrollo de habilidades se traslada y traduce del salón de baile al salón de clases, donde se concentran mejor, valoran el trabajo y esfuerzo de sus compañeros, son más sensibles y creativos e incluso ejercitan la memoria.

En cuanto a mejorar la motricidad, la danza es una actividad que además de mejorar la coordinación fina y gruesa, favorece el ejercicio cardiovascular, fortalece sus músculos y mejora su flexibilidad.

Pero sobre todo, la danza crea vínculos. Nos relacionamos con otros niños, hacemos amigos y somos más empáticos; creamos comunidad. Nos ayuda a desinhibirnos y lo más importante: mejora el autoestima.

Los maestros y coreógrafos de Coreo Academy lo saben, y por eso las clases de los más pequeñitos están planeadas alrededor de desarrollar todas estas actividades. Cada clase está especialmente planeada para el momento de desarrollo psicológico, social y físico de sus niños y niñas. Comenzando por la clase de Dance lab 1, pensada especialmente para chiquitos de 2 y 3 años, momento donde todavía estamos descubriendo cómo mover y expresar con nuestro cuerpo y comenzamos a desarrollar nuestra coordinación y rítmica.

Dance lab 2 continúa con ese trabajo, entendiendo que a los 4 y 5 años podemos ya trabajar con secuencias de memoria más complejas y nuestro cuerpo crece y se hace más fuerte.

A partir de que pasamos a primaria, las y los bailarines pueden ya enfocar su educación dancística en estilos. Pueden, por ejemplo, elegir Urban dance y por medio del Hip hop y Break dance ejercitar fuerza y coordinación. Pueden preferir Danceskills, donde combinando técnicas de ballet y jazz el enfoque es más hacia la sensibilidad y fineza. Finalmente podrían elegir los Rikudim y la danza judía que a través de la música que ya conocemos nos lleva a tener una relación con nuestra comunidad que va más allá de la escuela, las fiestas.

El Día Internacional de la Danza y el Día del Niño están unidos por una razón… para que la niñez ¡baile!

// Nurit Mendelsberg