Aquí reside nuestra fuerza

Aquí reside nuestra fuerza

Al cruzar la entrada del Centro Deportivo Israelita de México, en el Pasillo de Socios, nos encuentramos con una exposición que detiene el paso y agita el corazón. No es sólo una muestra visual; es un puente vivo entre México e Israel, entre la diáspora y el hogar ancestral.

Esta exposición, honra a los soldados y civiles caídos durante la Guerra Espadas de Hierro y en atentados terroristas recientes, nos recuerda que la conexión entre nosotros y nuestra tierra va mucho más allá de la distancia geográfica.

Los homenajeados fueron parte de la Tnuá Maccabi Tzair Israel.

Eran madrijim, janijim, soñadores, hermanos, hijos, amigas. Cada uno con su historia única, con su amor por Eretz Israel y su compromiso con el pueblo judío.

Hoy, sus vidas son recordadas no sólo por sus familias y amigos, sino también por nosotros, en este rincón de la diáspora que late con el mismo corazón judío.

Lo más poderoso de esta exposición es que cada proyecto fue creado por la propia familia de los caídos. En medio del duelo, eligieron compartir con el mundo quiénes eran sus seres queridos.

Nos regalaron no sólo memorias, sino también inspiración. En sus palabras, en sus fotos, en sus historias, hay un mensaje claro: Am Israel está unido. Que, en los momentos más oscuros, también florece la solidaridad y el amor entre nosotros.

Como shlijá, he tenido el privilegio de ver cómo esta exposición ha tocado a cada persona que la observa. Escuché los silencios cargados de emoción, suspiros, preguntas de los jóvenes que quieren saber más, que quieren entender, que buscan cómo también ellos pueden ser parte activa de este pueblo resiliente.

Aquí, en el CDI, no sólo hacemos deporte y celebramos tradiciones. Aquí también educamos el corazón. Esta exposición es prueba de ello.

Es una clase viva de historia, de sionismo, de identidad, de humanidad.

Es bellísimo ver los sentimientos de cada joven al mirar las fotografías y sentir que cada uno de los homeanjeados también es parte de nuestra familia ampliada. ¡Porque lo son!

Y en ese reconocimiento, en esa conexión emocional y espiritual, reside nuestra fuerza.

//daniela hochman

Shlijá del CDI y Macabi Hatzair México

Am Israel Jai.