Estamos escondidas debajo de la cama, no sé cuánto tiempo llevamos aquí. Papá y mis dos hermanos, Yosef y Daniel, están arriba hablando con dos soldados nazis que se acercaron a la cabaña a buscar algo sospechoso, no estoy segura de qué está pasando, pero estoy asustada. Escucho un golpe y la puerta se cierra.