Israel, que realizó un veloz proceso de vacunación y retornó a una casi normalidad, está imponiendo de nuevo restricciones para frenar el continuo aumento de contagios de covid-19

atribuidos a la variante Delta, y no descarta un nuevo confinamiento si la morbilidad sigue al alza.

El Gabinete de coronavirus, órgano gubernamental que gestiona la pandemia, aprobó anoche algunas medidas restrictivas para frenar la curva ascendente de infecciones que entrarán en vigor este domingo, como el uso obligatorio de mascarillas en reuniones al aire libre de más de cien personas o la reducción del trabajo presencial al 50 % en el sector público, además de alentar a las empresas privadas a hacer lo mismo.

Ante el aumento de los contagios, Israel volvió a imponer a finales de junio el uso obligatorio de mascarilla en espacios cerrados, solo diez días después de levantar la norma, aunque poca gente la cumple todavía en restaurantes, supermercados o en el transporte público. Por ello, se ha reclutado a unos 1.600 inspectores municipales para vigilar su cumplimiento.

A partir del 20 de agosto se volverá también a poner en completo funcionamiento el Pase Verde, por el que solo población vacunada, recuperada o con pruebas negativas puede acceder a ciertos espacios, un sistema que fue derogado tras el éxito de la campaña de inmunización.

Con la promesa de mantener activa la economía, Israel ha centrado su respuesta ante esta nueva ola de covid en imponer restricciones de viaje a cada vez más países, sin llegar al cierre total de fronteras.

Fuente: Infobae

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