Sin artificios, en un escenario prácticamente vacío, solo una banca y una iluminación sutil casi imperceptible, nos topamos de frente con Wenses y Lala.

No hay llamadas, cuando entramos a la sala están en el escenario, nos observan y con paciencia esperan el momento para hablar; nos llevan en un viaje de los recuerdos que atesoran en su vida desde su infancia hasta su muerte, son de pocas lágrimas pero no por ello faltos de emoción de una vida llena de momentos entrañables, íntimos, dolorosos y plenos. La dramaturgia logra este efecto, sin grandes revuelos ni exceso retórico, solo expone como en “plática de amigos” la vida de esta pareja y la escuchamos conmovidos o risueños o nostálgicos según el caso, la habilidad de la dirección permite a los actores involucrar al público, estar ahí, presentarse y escuchar los comentarios en “aparte” que muestran lo cotidiano y lo íntimo de estos seres destinados a vivir juntos. No hay grandes movimientos escénicos, los necesarios para apoyar lo que va desentrañando la historia que en voz de Lala se torna jocosa y risueña, mientras que en Wenses es contenida, tímida pero no taimada, la contención le sirve para no dejarse ir para no perder la calma, es pues una fuerza primordial que apenas controla y que en un par de momentos nos permite ver dejándonos sin aliento, y sí con muchas lágrimas o al menos, emociones difícilmente contenidas…

Esta obra es un claro ejemplo del nuevo teatro que se hace en México, en donde alejados del exceso y apoyados en actuaciones sensibles y profundas, con personajes muy bien construidos atrapa a la audiencia y se le pone frente a una historia que por cercana se torna íntima y entrañable, es esta alquimia constituida por la dramaturgia y la dirección de Adrián Vázquez que además interpreta a Wenses aunado al enorme trabajo de Tete Espinoza. Con esta función se cerró el ciclo de presentaciones del Festival Habima, con esta función el Habima obsequia un enorme puño de posibilidades a nuestros participantes, y a todo aquel que se interese por el buen teatro, que en este caso deja de ser un lugar común para tornarse una realidad así con mayúsculas: BUEN TEATRO.

Función de gala del XXIV Festival Habima. Wenses y Lala

Festival de Teatro Habima 2015

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