Como cualquier janijá, Macabi era una forma de pasarla bien los sábados.
No fue hasta después que me di cuenta de todo lo que me había aportado. Para mí, esa es la verdadera magia del movimiento. Pero, es claro que, esa magia no sale de la nada, por ello, en este artículo hablaremos de una forma más informativa del tipo de educación que usa Macabi para educar: la educación no formal. Se refiere a toda actividad educativa fuera del sistema establecido, la cual sucede cuando se establece una intención educativa y una buena organización de las experiencias unidas al aprendizaje. Logra brindar conocimiento sin que los receptores se sientan forzados a aprender, es decir, aprenden mientras se entretienen y así logran conectar aprendizajes con experiencias. Es importante recalcar que el objetivo de la educación no formal no es reemplazar a la formal, sino complementarla abarcando otro tipo de necesidades que no se cubren en la escuela. Según la UNESCO, una de las cosas que destaca más dentro de este tipo de educación es su flexibilidad, y con flexible se refiere a que puede aplicar para cualquier edad, cultura, origen e intereses. Además de ser una forma de adquirir conocimiento de manera voluntaria en vez de para conseguir algún tipo de título. Se basa principalmente en entender el funcionamiento de la sociedad para alcanzar los objetivos de aprendizajes y valores que se necesitan para vivir dentro de la misma. Es mucho más personalizada que la educación formal por la razón que los temas tratados son específicamente pensados para las personalidades que se encuentran dentro de cada grupo. Por la información dada podemos entender los beneficios que brinda la educación no formal a cualquier tipo de persona, y siento que vale el tiempo reflexionar sobre cómo a veces limitamos nuestra educación a las cuatro paredes dentro de un salón de clases. ¿Por qué hacerlo cuando existen formas de complementarla con métodos tales como la educación no formal y tener un conocimiento más completo y agradable de adquirir? En Macabi hemos seguido utilizando la educación no formal a pesar de las barreras que esta pandemia nos ha puesto. El no vernos no nos ha limitado. Hemos inventado, imaginado e investigado juegos y distintas que nos han ayudado a seguir educando a nuestros janijim. Cambiamos nuestro tojnit para dirigir nuestra atención a lo que necesita cada kvutzá y cada janij individualmente. Seguimos estando presentes aún a través de una pantalla.