Hoy, lo mismo que hace casi siete décadas, en una tarde de sol de otoño, los rayos se filtran relucientes al Lobby del Salón Social Samuel Dultzin del Centro Deportivo Israelita.
Muchas cosas han pasado desde entonces en México y en el mundo, sin embargo, este espacio permanece incólume y con la misma vitalidad de hace 69 años. Nunca estará de más establecer que el CDI es el centro neurálgico social de la Comunidad Judía en México. Con 69 años, el secreto de Dépor está en la renovación permanente y que las nuevas generaciones están listas para dar continuidad al proyecto.
Los recientes Juegos Macabeos Panamericanos fueron el asombro de propios y extraños quienes reconocieron que mantenía su encanto y al mismo tiempo mostraba un nuevo rostro. Precisamente uno de los puntos favoritos de reunión fue el Lobby del Salón Social Samuel Dultzin, sitio donde muchas parejas de enamorados cedeístas se vieron por primera vez; escenario donde viejos amigos se reencuentran; espacio de exposiciones que dan cuenta del arte y la cultura judía; y, un lugar de plácido solaz para los abuelos. Espacio de emociones intensas en transmisiones de eventos deportivos como el Súper Tazón, la Champions League, o los partidos de la Selección, el Lobby es un lugar preferido para la convivencia.
Como dicen los versos del rey Salomón “¿Qué es lo que fue? Lo mismo será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará…” Así, las instalaciones del Dépor, a lo largo de sus primeros 69 años, han sido testigos, desde 1950, de una vibrante vida judía en México. Tal herencia se debe gracias a la visión de quince jóvenes macabeos quienes, el 23 de diciembre de 1944, hicieron posible la adquisición de los terreros de la entonces Hacienda de Sotelo, en las orillas de la ciudad.
Después de seis años, el 15 de octubre de 1950, se inauguró el Centro Deportivo Israelita. Para el registro, el Sr. Moisés Gitlin dijo: “La importancia primordial de esta institución estriba en que, social y deportivamente, será el centro de reunión de todos los sectores de nuestra Comunidad”. Esa visión unitaria estuvo a cargo de José Belkind, Moisés Derzavich, Jaime Dorotinsky, Samuel Dultzin, Carlos Fishbein, Rosendo Gervitz, Moisés Gitlin, Isaac Grabinski, Fernando Katz, Jacobo Krumholz, Felipe Libnic, José Steider, Edmundo Stern, Carlos Szapiro y Max Udinsky.
El Dr. Yitzhak Calafi ha dicho que “el tiempo es como una flecha en que tiene un origen y una dirección. No se volverá a repetir ningún acontecimiento del pasado”. Sabemos que una aportación universal del judaísmo es la concepción de que el tiempo es lineal y progresivo. Esa reflexión cobra forma en una institución comunitaria de impacto global. En el Dépor, la Casa de Todos, ha sido sede de tres Macabiadas panamericanas; permanentemente desarrolla eventos atléticos donde participan personas y equipos dentro y fuera de la Comunidad. Asimismo, la vida cultural y científica de nuestros creadores y divulgadores se comparte con las diferentes comunidades judías y con la sociedad mexicana.
En la historia de la Comunidad, el Fútbol y Atletismo han sido de los deportes favoritos de los Socios, y a lo largo de los años las adaptaciones a las instalaciones han sido notables. En 1951, se inauguró el primer campo de fútbol y tres años después se obtienen los primeros resultados importantes, el equipo del CDI fue campeón del Torneo Copa México y Campeón de Campeones. De ahí a la fecha, los equipos cedeístas han cosechado triunfos en las diversas categorías y ligas de la ciudad.
Con el paso de los años, del Fútbol se ha diversificado en las variantes de Futsal y Fútbol 8 con estupendas instalaciones como el recién inaugurado Estadio David y Vicky Daniel e Hijos, recinto en el que se alberga el Campo de Fútbol Familia Picker, así como la remodelación del ahora Campo Atención!!! A un alto nivel han estado también las instalaciones para la práctica de la Natación, Básquetbol, Gimnasia, Béisbol, Tenis. Ni qué decir del Softbol, con el Estadio de Softbol Rosendo Gervitz, como uno de los principales aforos para ese deporte a nivel nacional.
Siempre joven, el Dépor, cumple 69 años. Atrás decíamos que el secreto estaba en la actitud permanente de renovación que se gesta en la atención que se da a los niños y a los jóvenes. La oferta cultural se ve reforzada con escenarios extraordinarios para la expresión del teatro y la danza, así como en el fomento de las letras, artes y manualidades.
Hoy la renovación va de la mano de la tecnología, pocos centros en el país como el Fitness Center o la Arena CDI. Pero lo más importante es mantener vigente el espíritu de unidad comunitario donde convergen ashkenazitas, sefaraditas, damasquinos y alepinos.
El Dr. Calafi nos recuerda las palabras de la Torá, donde se destaca que el hombre es libre y que en sus manos está crear su futuro. El futuro no está escrito y todo depende de cómo se actúe. El Dépor tiene un futuro promisorio en las nuevas generaciones que saben cuál es su destino; si el tiempo es una fecha, la gente es quien le da impulso. ¡Felices 69 años!