¿A quién no le gusta bailar? En el caso del Ballet, además de la belleza y armonía, ofrece múltiples beneficios para el cerebro y, por supuesto, para el cuerpo. Esta disciplina puede practicarse desde edad temprana

 ¿A quién no le gusta bailar? En el caso del Ballet, además de la belleza y armonía, ofrece múltiples beneficios para el cerebro y, por supuesto, para el cuerpo. Esta disciplina puede practicarse desde edad temprana en unos niveles bajos de dificultad, para posteriormente ir aumentándola. En esta etapa los bailarines pueden reforzar su desarrollo psicomotor de modo que van adquiriendo equilibrio y coordinación.

El Ballet puede ayudar, y mucho, a inculcar un sentido de la disciplina que les servirá tanto para su presente como para su futuro y que ayuda al desarrollo físico y mental. A través de ella, se convertirán en personas con más capacidad para gestionar el estrés, tendrán más paciencia y serán más perfeccionistas. Todo esto se les extrapolará a más ámbitos de la vida, como en la forma de actuar en el colegio, en la familia, en los grupos de amigos y más adelante en el trabajo. Es algo que siempre irá con ellos.

Se trata de un tipo de baile que requiere esfuerzo y superación. Es por eso que, aunque tengamos en mente la cantidad de beneficios que nos da esta actividad, no debemos dejar de lado la exigencia física que supone. Los esguinces, contracturas y sobrecargas son problemas que debemos intentar evitar con una práctica responsable.

Beneficios

Mejora la elasticidad

Tanto la flexibilidad como la elasticidad son imprescindibles para ejecutar los movimientos de este baile. El realizarlos de continuo mejorará la capacidad de realizar ciertos movimientos con más fluidez.

Ayuda a corregir la postura

La postura puede entrenarse y si lo fomentamos desde pequeños mucho mejor, así evitaremos posibles futuras enfermedades de espalda. Los ejercicios como pliegrand plierelevés y cambrés trabajan el movimiento de la postura del cuerpo, tanto de la espalda, de los tobillos y rodillas, del suelo pélvico y de las piernas.

 

Relaja y libera adrenalina

El Ballet es saludable también para la mente. La adrenalina, liberada por las glándulas suprarrenales, nos hace sentir más vivos y felices y por lo tanto más relajados. Este tipo de danza generará que el niño descanse mejor y evite la agresividad.

 

Aumenta la concentración

Tal y como hemos visto, entrenar el cuerpo y calmar la mente son los dos pasos fundamentales de esta actividad, por lo que de la mano de ellos irán la concentración, serenidad y confianza. Parte del esfuerzo y de seguir una metodología muy concreta, por lo que concentrarse no será una opción. ¡Saldrá solo!

Potencia la creatividad

Fomentar el movimiento mediante esta expresión artística genera que los niños, al bailar, tanto solos como acompañados, comiencen a conocerse y a imaginar nuevas posiciones. Y es que, la creatividad es algo que todos los humanos tenemos innato y potenciarla es muy positivo para nuestro desarrollo humano.

Fomenta el trabajo en equipo

Bailar en grupo genera vínculos y con ello un sentimiento de pertenencia que más adelante da lugar a valores como la empatía o la responsabilidad. Valores que, si se comienzan a trabajar desde pequeños, darán lugar a un adulto con más confianza en sí mismo y capaz de saber relacionarse mejor en cualquier contexto social.

 

Te esperamos en Punto CDI Monte Sinai todos lo martes y miércoles de 16:30 a 17:30 y de 17:30 a 18:30 horas.

 

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