Investigadores de la Universidad de Tel Aviv, dirigidos por la Dra. Hila May,
del Departamento de Anatomía y Antropología y del Centro Dan David para la Evolución Humana en la Facultad de Medicina Sackler, identificaron un tumor benigno llamado LCH en dos vértebras de la cola fosilizada de un joven dinosaurio que vivió en Canadá hace más de 60 millones de años.
Este tipo de tumor es una enfermedad rara que todavía se encuentra hoy en humanos, especialmente en niños menores de 10 años, y puede causar un dolor significativo. Los resultados indican que la enfermedad no es exclusiva de los humanos y ha sobrevivido a través del largo proceso evolutivo, durante más de 60 millones de años.
Otros contribuyentes al estudio incluyen al Prof. Bruce Rothschild, de la Universidad de Indiana, Estados Unidos; Prof. Frank Rühli, de la Universidad de Zurich, Suiza; y el Sr. Darren Tanke, del Royal Tyrrell Museum of Paleontology en Alberta, Canadá. El documento se publicó el 10 de febrero de 2020 en informes científicos.
“Los investigadores en América del Norte que estudian fósiles de dinosaurios identificaron grandes cavidades, evidentemente creadas por tumores, en dos vértebras de la cola de un joven dinosaurio descubierto en el Sur de Alberta”, dice la Dra. May. “El dinosaurio pertenecía al género Hadrosaurus, también conocido como ‘dinosaurios de pico de pato’, herbívoros comunes en casi todo el mundo hace unos 66-80 millones de años”. La forma específica de las cavidades llamó la atención de los investigadores: eran muy similares a las cavidades creadas por el raro tumor HCL, que todavía afecta a los humanos en la actualidad. Este tumor benigno, que se encuentra principalmente en los huesos de niños de 2 a 10 años, puede causar dolor, pero a menudo desaparece por sí solo.
Las vértebras del dinosaurio fueron enviadas al Instituto de Antropología de la Familia Shmunis en el Centro Dan David, Facultad de Medicina que se encuentra en el Museo Steinhardt de Historia Natural, para su inspección con el avanzado escáner de micro-CT del Instituto. “El escáner de micro-CT genera imágenes con una resolución muy alta”, explicó May. “Al usarlo para escanear las vértebras de los dinosaurios, pudimos formar una imagen 3D reconstruida del tumor y los vasos sanguíneos que lo conducían. La imagen confirmó con una alta probabilidad que el dinosaurio realmente padeciera HCL. Los sorprendentes hallazgos indican que la enfermedad no es exclusiva de los humanos y que existió en diferentes especies durante más de 60 millones de años, a través del largo proceso evolutivo desde los dinosaurios hasta los humanos”.
“La investigación de este tipo, posible gracias a la tecnología actual, contribuye en gran medida a la medicina evolutiva, que investiga el desarrollo y el comportamiento de las enfermedades a lo largo del tiempo”, dice el profesor Israel Hershkovitz, del Centro Dan David, que ha estudiado tumores malignos en dinosaurios y que ayudó en la identificación del tumor HCL en el estudio actual. “Los investigadores de la medicina evolutiva intentan comprender porqué ciertas enfermedades han sobrevivido a través de millones de años de evolución y descubrir su origen, a fin de desarrollar formas nuevas y efectivas para abordarlas hoy”.
Fuente: agenciaajn.com