“Hace veinte años, cuando comencé a trabajar en neurología, muchos pacientes habrían muerto.
Le habríamos dicho a la familia: ‘Lo sentimos mucho, pero no podemos hacer nada por su ser querido’. Hoy, podemos sacar a estos pacientes de una situación en la que tenían pocas posibilidades de supervivencia, ayudarlos a recuperarse y vivir una vida normal”, destaca el Dr. Roni Eichel, director de la Unidad de Accidentes Cerebrovasculares y la Unidad de Cuidados Intensivos Neurológicos del Centro Médico Shaare Zedek en Jerusalem.
Eichel destaca que el tratamiento de los accidentes cerebrovasculares es uno de los desarrollos más significativos en la medicina moderna.
En ese sentido, recordó un caso en el que una mujer embarazada que había sufrido un derrame cerebral importante fue llevada al hospital. “Tenía una obstrucción de una arteria cerebral que era muy poco común y particularmente rara. Fue tratada de manera rápida y efectiva, y su hijo por nacer no estuvo en peligro. Se recuperó, y tanto ella como el bebé están bien”.
Además, mencionó otros casos graves de accidente cerebrovascular en los que los pacientes habrían muerto si sus arterias no hubieran sido reabiertas. Eichel destacó que en muchos casos, estos pacientes se recuperaron con pocas cicatrices.
En menos de tres años, desde la apertura del Instituto Neurológico Helmsley en noviembre de 2016, Shaare Zedek se ha convertido en uno de los principales centros de Israel para el diagnóstico y tratamiento de accidentes cerebrovasculares.
Un accidente cerebrovascular ocurre cuando un vaso sanguíneo que transporta oxígeno y nutrientes al cerebro es bloqueado por un coágulo o se rompe. Una vez ocurrido esto, en unos segundos, las células cerebrales comienzan a morir.
Por eso, Eichel explicó que al tratar los accidentes cerebrovasculares, el tiempo es el factor clave. “Cada minuto que pasa que no se trata a un paciente con accidente cerebrovascular, mueren dos millones de células cerebrales, por lo que el tratamiento debe ser rápido, más rápido e incluso más rápido”, subrayó.