Heroes for Life les permite a veteranos del Ejército ayudar en proyectos sociales en sitios que visitan cuando finalizan su servicio militar.
Los israelíes lo llaman el gran viaje. Todos fantasean con esa aventura. Se trata de la casi obligación de transitar destinos exóticos después de terminar el servicio militar y antes de continuar con la vida real. De forma permanente, miles de jóvenes israelíes viajan a lugares remotos, a menudo países pobres. Entonces, ¿por qué no dar una mano también allí?
Ese fue el concepto que motivó a tres oficiales retirados del Ejército israelí, recién llegados de un viaje a Tailandia, a fundar Heroes for Life (HFL) en 2013. La idea era mostrarle al mundo la cara más solidaria de los exsoldados de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
Heroes for Life actualmente envía a unos 5,000 voluntarios cada año a misiones que, hasta ahora, ya ayudaron a unos 4,100 niños de diferentes lugares el mundo.
Además de las ubicaciones originales, la organización ya inició programas de voluntariado de dos semanas en Brasil, Guatemala, México, Myanmar, Nepal, Panamá, Perú, Vietnam, Sudáfrica y Uganda.
“En 2020, nuestro catorce destino será Colombia. Y yo mismo encabezaré la delegación”, le dijo el vicepresidente de desarrollo y educación de Heroes for Life, Ben Markovitch.
El joven aseguró que la ONG abre unos cinco destinos por año. “Cuando tienes muchas personas que quieren formar parte de tus delegaciones tienes que estar al día con la demanda. En 2021 estaremos en veinte países y seremos una de las organizaciones más grandes de su tipo en el mundo”, agregó Markovitch, que en la primavera de 2017 se ofreció como voluntario de HFL en Etiopía durante dos semanas. Luego se unió con entusiasmo al equipo de gestión.
Los elegidos para ser voluntarios de HFL pagan su boleto aéreo pero el costo del resto del programa está cubierto por donaciones. Cada delegación incluye entre veinte y treinta miembros, incluidos siempre algunos que dominen el idioma nativo del destino de la misión. Los profesionales médicos, como los dentistas, se unen al grupo si así lo solicita la comunidad local.
Los voluntarios pasan medio día enseñando en las escuelas locales y luego el resto de la jornada pintando y arreglando escuelas y hogares. Cada año, HFL vuelve a trabajar con la misma población para garantizar la continuidad de sus proyectos.
Muchos exvoluntarios de HFL no quieren dejar de contribuir a la comunidad después de la experiencia de dos semanas. Por ello, la organización ha comenzado a trabajar con poblaciones desfavorecidas dentro de Israel.
“El año pasado creamos una organización de antiguos alumnos que realiza proyectos de voluntariado en todo el país”, comentó Markovitch.
Fuente: www.israel21c.org