La semana pasada hubo un momento histórico del que poco se ha informado.
El ministro Israelí de Cooperación Regional, Silvan Shalom, firmó un acuerdo con el Ministro de Agua Jordania. El acuerdo permitirá el flujo de agua desde el Mar Rojo hacia el Mar Muerto y así salvar a este último de desaparecer.
El proyecto costará más de 400 millones de dólares, y será financiado casi en su totalidad por donantes. Este convenio regulará las relaciones entre Israel y el Reino de Jordania en relación con la ejecución de la primera etapa del proyecto Canal del Mar, que incluye la construcción de una planta desalinizadora al norte de Aqaba, que proporcionará agua a la Arava en Israel y Aqaba en Jordania y tomará la Htimlht (agua con una alta concentración de agua salada) creando un acuaducto de 200 kilómetros entre el Mar Rojo y el Mar Muerto con el fin de estabilizar y salvar el Mar Muerto.
Este acuerdo cumple la visión de Theodor Herzl, que a finales del siglo XIX predijo la necesidad de reactivar el Mar Muerto. Este importante acuerdo es un hito histórico de cooperación, que garantiza la transformación de la vida marina en el Mar Muerto.
“Me gustaría felicitar al ministro Silvan Shalom, quien trabajó duro en el acuerdo y esta cooperación, con un vecino de la importante de Jordania, contribuye de manera significativa a las relaciones internacionales del Estado de Israel.” Según palabras del Primer Ministro de Israel Benjamín Netanyahu.
Fuente: latamisrael.com