Vivimos tiempos difíciles, hay demasiada información que nos agobia.
Guerras en diferentes partes del mundo que siempre ha habido, pero de las cuales sólo nos enterábamos cuando estábamos cerca de ellas, ya que los medios de comunicación actuales no existían.
Así como las guerras, pasaba lo mismo con las pandemias, con las migraciones, con los cambios en el clima mundial, por donde busquemos había problemas qué resolver.
Pero teníamos un refugio para todo lo negativo, el amor y la unión familiar que en estos tiempos cada vez se diluye más por muchos motivos que consideramos como parte de la época, sin darnos cuenta de lo importantes que son, hasta que ya no los tenemos.
Antes, nos sentábamos a comer en familia y platicábamos. Hoy, cada uno ve su celular. Sobre todo, los niños, que no quieren dejar de usarlos porque tienen juegos que consideran más importantes que la conversación familiar.
Los divorcios son cada día más frecuentes, los que más acaban sufriendo son los hijos que se encuentran con problemas que no saben cómo afrontar. Que si mamá o papá rehacen su vida con otra familia y a la nueva pareja del que sea de sus padres, puede también tener hijos a los que tendrán que aceptar como hermanos, aunque no lo sean, provocando en ellos un mayor deseo de alejarse.
Lo anterior y mucho más, me hace reflexionar sobre ¿Qué es lo que realmente se está perdiendo? La respuesta es la familia. ¿Qué es la familia? La estructura que da soporte a la sociedad. Así de simple. Sin familia no hay sociedad.
Habría que analizar ¿cómo vamos a vivir cuando la sociedad desaparezca?
Tal vez por eso D-os estableció el quinto mandamiento, en la sección de lo que debes hacer obligatoriamente. Previendo que la distancia emocional y física entre los miembros de la familia podría traer la destrucción de la vida en la tierra.
¿Por qué? Porque la soledad mata.
Es así de simple, la gente sola se ve atacada por enfermedades de muchos tipos, causadas por la tristeza que genera la soledad no sólo física sino emocional, porque no tienen con quien hablar ni a quien escuchar, el abandono, la soledad matan y la unión familiar es el único elemento que previene y cura las enfermedades.
Yo pienso que hay que empezar a buscar una solución. ¿Qué opinan ustedes?
// Julieta Algazi Ojalvo