“Quiero darle las gracias con todo mi corazón. Fue muy
humano lo que hizo”, destacó Avraham Goldschmidt, el joven ultraortodoxo israelí de 27 años, que fue rescatado en la noche de ayer por el alcalde de Jerusalem, Nir Barkat, de las puñaladas que recibía de parte de un terrorista palestino.
Goldschmidt estaba caminando ayer cerca de la Plaza Tzahal en Jerusalem cuando Mohammed Said Abu-Etzbah, un joven palestino de 18 años, se le acercó y comenzó a apuñalarlo. Fue en ese momento cuando el alcalde Barkat pasó por el lugar del ataque y al ver esa delicada escena no dudó en someter al agresor con la ayuda de su equipo de seguridad personal.
Barak relató luego que estaba regresando de la oficina hacia su casa cuando sus guardaespaldas percibieron una conmoción. “Vimos a un terrorista puñal en mano parado, tratando de decidir su próxima movida”, expresó.
El intendente recordó que uno de sus guardaespaldas apuntó su arma reglamentario en dirección al cuerpo del terrorista, obligándolo a soltar la daga, tras lo cual Barak y sus guardaespaldas se abalanzaron sobre el agresor palestino y lo sometieron. “Es claro que si el terrorista hubiera seguido apuñalando; no estaría vivo ahora. Pero como soltó el puñal, lo dominamos, y espero que reciba un castigo apropiado”.
Asaf Naamani, el guardaespaldas que extrajo su arma rememoró: “En el momento en que salimos del automóvil, detecté al terrorista armado con un arma blanca tratando de cruzar la calle. Le dije que suelte el puñal; se quedó paralizado en el lugar y luego la soltó. El intendente y yo forcejeamos con él en el suelo. En nuestro mundo, no existe la vacilación, es sí o no”.
Barkat, un exempresario en el rubro de la alta tecnología, de 55 años, se desempeñó en su juventud como oficial en la Brigada de Paracaidistas. En 2008, fue elegido intendente de Jerusalem.
Barkat llegó al Centro Médico Shaare Zedek poco antes de la medianoche para visitar Goldschmidt, un cálido encuentro en el que Goldschmidt agradeció repetidamente al alcalde, retorciendo su mano en señal de gratitud.
“Fue muy humano lo que hizo. Fue bastante singular: puso un abrigo sobre mí cuando me acosté. Hacía frío en el hielo”, apuntó el atacado.
Rodeado de amigos y familiares en el hospital, Goldschmidt se vio sumamente emocionado por la visita del alcalde y recitó una oración en la que pidió que fuera la última persona en ser herido en un atentado en Jerusalem.
Fuente: www.itongadol.com.ar