Mucha gente se pregunta qué es Macabi. Todos tenemos nuestras opiniones

y nuestra visión sobre el mismo movimiento educativo, sin embargo yo creo que no es solo un movimiento que se encarga de impartir educación no formal a niños, es un lugar donde tanto janijim como bogrim pueden ser ellos mismos, es un lugar donde puedes formar amistades que duran toda la vida, para mí es un lugar que recibe a todos con los brazos abiertos y les enseña a crecer, a valerse por sí mismos, a apoyar a los demás, a creer en ellos mismos y en sus habilidades, además de apoyar dentro de la Comunidad Judía y fomentar valores judíos, macabeos y sionistas.

Macabi existe desde hace ya muchos años y durante ese tiempo ha cambiado la vida de cientos de personas, incluyendo la mía, que a pesar de llevar poco tiempo en Macabi, siento que pertenezco y me puedo identificar con el mismo sentimiento que veo en la cara de los janijim al tomar sus peulot y de los demás madrijim al ver a sus janijim con una sonrisa en la cara.

Cada sábado esa sonrisa en la cara de mis janijot me llena de alegría y me impulsa a seguir adelante, me encanta llegar después de una larga semana y escuchar las historias que los janijim tienen para contar, todas las cosas que ellos nos enseñan cada sábado y creo que esa es la mejor parte de este movimiento, encontrar algo en qué creer y quererlo tanto como para inculcar ese amor en otros, encontrar algo que te hace crecer y que hace a uno ver las cosas desde otro punto de vista.

Macabi abrió sus puertas hace más de 53 años en México y desde ese momento muchos encontraron en él un lugar en donde se sienten felices y llegan a ese punto cuando te duele el estómago de tanto reír, Macabi es para muchos, ese lugar en donde se puede ser feliz, ese lugar que puedo llamar mi hogar y como madrijá tengo la oportunidad de aportar mi granito de arena al mundo junto a otros que sienten igual que yo.

El poco tiempo que llevo siendo madrijá me ha enseñado muchas cosas, me encanta llegar al sábado después de una semana de esfuerzo y ver la emoción de mis janijot, me encanta que sin importar el tema de la peulá, mis niñas hacen las actividades con la misma emoción, ser madrij no es solo un pasatiempo, es una forma de vida; no es un trabajo solo del sábado, sino de toda la semana; es aprender a educar a niños por medio de juegos y que amen aprender cosas nuevas; es ser un ejemplo a seguir para otro y ser esa persona en la que pueden confiar cuando tienen un problema; el janij es un amigo que te enseña y aprende de ti. Ser madrijá ha sido el cambio más grande en mi vida, me enseñó a ser responsable y a estar consciente de que tengo que ser la mejor versión de mí porque hay alguien que me admira y me ve como un ejemplo.

Gracias Macabi, por ser ese lugar especial en donde he aprendido más allá de cosas educativas, he aprendido a ser una persona diferente, a ver por los janijim además de ver por mí, a ser una educadora y encaminar a otros a convertirse en seres humanos con muchos valores, pero si de algo me he dado cuenta es que el educador no solo es el que enseña, sino aprende de sus janijim y de sus experiencias.

#ContigoMacabiEsMás

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