La natación se debe adaptar a las circunstancias y a las necesidades específicas de las personas.

Esto es lo que se conoce como natación adaptada. La natación es uno de los deportes más completos a todos los niveles, no lo iba a ser menos en el caso de la natación adaptada, se trata de un deporte que puede ser practicado tanto por personas con discapacidad física, visual, auditiva como intelectual, y hace que se ejerciten la mayoría de los músculos del cuerpo. Los primeros orígenes que se conocen de la natación como deporte se remonta al antiguo Egipto, en la actualidad son muchas las personas que lo practican en todo el mundo, ya sea individualmente o por equipos en las competiciones deportivas. También se practica de manera no deportiva y como beneficio de la salud para el cuerpo. Las personas con movilidad reducida pueden moverse dentro del agua con mayor facilidad, por lo que pueden ejercitar la musculatura lo que, con otro tipo de actividad física, no sería posible. Dentro del agua mejora la autonomía y la fuerza y, por tanto, la confianza y la seguridad de las personas con discapacidades. Muchos profesionales de los cuidados a personas mayores apuestan por la práctica de la natación como método para mejorar la forma física en la tercera edad. Beneficios de la natación adaptada Como parte de un programa de cuidados para personas mayores, la natación adaptada aporta numerosos beneficios: ayuda a relajar y a tonificar el cuerpo, mejora la fuerza y la resistencia física y aumenta la capacidad pulmonar. Por tanto, es una buena forma de mejorar las capacidades físicas en un entorno controlado donde la persona puede ejercitarse con mayor facilidad. La natación adaptada se puede practicar con distintos objetivos Aprender a nadar es una actividad física muy útil en el cuidado de personas mayores o discapacitados. El mero hecho de perder el miedo al agua puede ser un fi n en sí mismo sin mayores pretensiones. Nadar como actividad educativa y social. La integración social se trabaja a la perfección con un deporte en grupo como la natación adaptada. Además de fomentar las relaciones sociales, la actividad física en el agua sirve para la estimulación de la persona con discapacidad. Nadar para mejorar la salud. Como ya hemos visto, los beneficios de la natación adaptada a nivel físico y mental son innumerables. El planteamiento terapéutico ayuda a mejorar la salud mediante actividades físicas en el agua. La natación adaptada en competición La natación fue considerada como deporte paralímpico en los juegos de Roma del año 1960, los atletas que lo practican tienen que llevar una vida sana y de entrenamiento para que no sufran en el agua lesiones o problemas que podrían tener al realizar algunos movimientos. Pueden competir en diez categorías según sea su discapacidad y condición. Cuatro son los estilos que practican: libre, braza, espalda y mariposa. A nivel competitivo, la natación adaptada es un deporte muy estimulante para quienes lo practican. Al igual que en la natación convencional, existen diferentes modalidades y categorías. Se puede competir de forma individual o en relevos, con estilo libre, braza, espalda o mariposa, en piscinas olímpicas o semiolímpicas. Pero aún hay más cosas que seguramente desconoces sobre este deporte. Te las contamos a continuación. El reglamento para la competición establece diferentes categorías en función del tipo y grado de discapacidad. Mediante un sistema de letras y números, los nadadores participan en la modalidad que mejor se ajusta a sus circunstancias. Desde los más leves hasta los más afectados, todos tienen cabida en la competición. Las piscinas accesibles disponen de grúas para introducir en el agua a las personas con grandes limitaciones físicas. Para practicar natación como actividad terapéutica o de entretenimiento se pueden utilizar manguitos o cinturones de seguridad. Sin embargo, en competición no se puede entrar a la piscina con prótesis. Pensando en las personas invidentes, las piscinas adaptadas disponen de bordes, paredes y fondos acolchados. En las carreras, los nadadores con discapacidad visual son informados sobre la distancia a la que se encuentran del final de la línea para que puedan girar con seguridad y en el momento preciso. La salida en las competiciones para personas con discapacidad puede hacerse en tres posiciones diferentes: de pie, sentados o dentro del agua. La nadadora paralímpica con más medallas en su haber es Trischa Zorn. Esta estadounidense con discapacidad visual participó en siete Juegos Paralímpicos. Logró 41 medallas de oro, 9 de plata y 5 de bronce, lo que suma un total de 51 medallas. El gran récord de Trischa Zorn tuvo lugar en los Juegos Paralímpicos de Seúl 1988, donde se alzó con doce medallas de oro. La nadadora francesa Béatrice Hess, a pesar de su parálisis cerebral, llegó a ser apodada Torpedo por la velocidad que alcanzaba en el agua. Batió nueve récords mundiales en los Juegos Paralímpicos de Sidney 2000. Jacqueline Freney, de origen australiano, también se encuentra entre las mejores nadadoras de la Historia. En los Juegos de Londres 2012 consiguió ocho medallas de oro. Sin duda, la natación es uno de los deportes más completos y sin restricción alguna para que cualquier persona lo pueda practicar sin importar el fi n con el que se haga, la natación es la mejor opción para todos.

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