Jerusalem siempre ha sido solo la capital del pueblo
judío, y de ninguna otra nación, dijo el Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, hoy durante la ceremonia del Día de Jerusalem llevada a cabo en Ammunition Hill. “Este es nuestro hogar y aquí nos quedaremos”, remarcó.
Dicho eso, el líder israelí destacó que el Estado Judío asegura que Jerusalem sea una ciudad abierta y tolerante: “La libertad de culto solo es garantizada a todas las religiones en la ciudad bajo el dominio israelí. Los creyentes rezan en sus sitios sagrados, no a pesar de nuestro control, sino gracias a él”.
Además describió a Jerusalem como una “piedra de toque que pone a todos a prueba”. “¿Hasta qué punto estamos dispuestos a aferrarnos a ella y defenderla?”, se preguntó. Netanyahu también prometió que Israel nunca estará de acuerdo con el terror y que cazará a sus partidarios”. “Lucharemos contra la incitación, la cual proviene de la negación de nuestro vínculo con Jerusalem y nuestra herencia”, expresó.
“¿Quién se opone a nuestra presencia en Jerusalem? Aquellos que se rehúsan a aceptar nuestro derecho a vivir como una nación soberana en nuestro país. Ellos nos ven como una hierba extraña que necesita ser arrancada”, agregó, informó el medio israelí Haaretz.
Por su parte, y en un discurso más conciliador, el presidente de Israel, Reuven Rivlin, dijo que mientras que Jerusalem para él era tanto “Zion como sionismo”, esta no pertenece solo a su historia.
“Pertenece principalmente a su gente, a todos sus residentes – seculares, religiosos, haredi, árabes y judíos. En un Jerusalem unido hay un occidente y un este. No tiene hijastros”, destacó.
“Debemos ser honestos con nosotros mismos cuando miramos al golfo masivo entre el occidente y el este de esta ciudad. Debemos tener una ciudad unida, pero recién hemos empezado la tarea de alcanzar su unidad económica y social. Mientras que Jerusalem occidental está logrando un gran progreso y desarrollo, el este está encontrando desesperanza y negligencia”, aseguró.
Fuente: www.itongadol.com.ar