La empresa tuvo que retirar su planta de un asentamiento en Cisjordania ante la presión internacional. Sodastream,
la compañía israelí de refrescos caseros carbonatados que cobró celebridad gracias a la imagen de Scarlett Johansson, va a ser adquirida por la multinacional estadounidense de bebidas y aperitivos PepsiCo por 3,200 millones de dólares (2,800 millones de euros). La firma estadounidense pagará una prima el 32 por ciento sobre el precio medio de las acciones de la israelí durante las treinta últimas sesiones de cotización las Bolsas de Nueva York y Tel Aviv. La firma mantendrá la sede de sus operaciones en Israel.
La multimillonaria operación muestra, según Daniel Birnbaun, consejero delegado de Sodastream, que “Israel puede estar orgulloso no solo de su sector tecnológico, sino también de su industria”. El gigante de los procesadores Intel invirtió 15,300 millones de dólares (14,300 millones de euros) en 2017 en la compra de Mobileye, una compañía de tecnología israelí dedicada al estudio de la inteligencia artificial y a desarrollar software para vehículos autónomos.
La empresa israelí, cuya adquisición será efectiva a partir de enero 2019, fabrica máquinas para elaborar bebidas gaseosas caseras, mediante depósitos de gas rellenables y jarabes de sabores que distribuye también a sus clientes. Su principal mercado se encuentra América del Norte y Europa Occidental. Birnbaum había presentado los mejores resultados de su historia, con un incremento de su facturación del 31 por ciento en los doce meses anteriores, y con un beneficio neto de 26 millones de dólares, un 89 por ciento más.
Además de la preservación de la salud de sus clientes, las compañías productoras de bebidas gasificadas y azucaradas distribuidas en envases de plástico parecen estar preocupadas por su impacto ecológico. Coca-Cola ya se asoció con Green Mountain entre 2014 y 2016 para distribuir, con escasa demanda según Bloomberg, cápsulas de sus bebidas para elaborar refrescos en las máquinas de la firma de cafeteras domésticas.
Fuente: www.elpais.com