Poco podían imaginar los fundadores de Tel Aviv que
sólo cien años después aquel páramo sería un referente mundial de la más avanzada tecnología.
En 1909 empezó a urbanizarse el terreno pantanoso y no muy salubre ubicado al norte del Jaffa. Unas pocas decenas de familias judías que tenían problemas en la milenaria ciudad compraron parcelas y empezaron a crear lo que hoy es Tel Aviv allí donde solo había arena y ciénagas.
Poco podían imaginar esos pioneros que un siglo después aquella ciudad recién fundada no solo sería una urbe moderna, vibrante cultural y económicamente, sino que en algunos aspectos se convertiría en un referente en todo el mundo.
Es lo que ocurre, por ejemplo, en el campo de la ciberseguridad, en el que no solo Tel Aviv sino todo Israel son un punto de encuentro y un polo de atracción mundial en un campo en el que el pequeño país hebreo acumula un densísimo sector, con decenas de empresas consolidadas y centenares de start ups -entre 400 y 500 según quién haga el cálculo.
Y en ningún lugar y ningún momento eso queda más claro que en Tel Aviv durante la celebración de Cybertech, una conferencia y exposición en la que miles de profesionales de dentro y fuera de Israel -10 000 es el número oficial de participantes- han permanecido dos días escuchando a algunas de las personalidades más relevantes del sector a nivel mundial y también a destacados representantes políticos como el primer ministro Benjamín Netanyahu; el gobernador del Estado estadounidense de Michigan, Rick Snyder; o el popular alcalde -lleva en el cargo desde el 98-, Ron Huldai.
El apoyo de las autoridades israelíes que demuestra la presencia de Netanyahu -todos los años es uno de los ponentes de la feria- ha sido fundamental para el éxito del evento, que se ha convertido ya en el segundo más importante a nivel mundial para el sector de la ciberseguridad, solo por detrás de la RSA en San Francisco.
Pero ese apoyo sobre todo ha sido clave para el propio crecimiento de un sector que en Israel es considerado esencial para la seguridad nacional y, también, un suculento negocio que está ya atrayendo un volumen considerable de inversiones: el 20 por ciento de los miles de millones que cada año las empresas privadas invierten en todo el mundo en este campo van a parar a Israel, “doscientas veces lo que nos correspondería por nuestra población”, tal y como recalcó con evidente orgullo el propio Netanyahu en su intervención.
Unas inversiones que llegan desde todos los lugares del mundo, por supuesto desde Estados Unidos, pero también desde puntos tan lejanos -algo menos de Israel- como el Lejano Oriente y el Pacífico, un ámbito cuyas relaciones económicas con el Estado hebreo no dejan de crecer, tal y como Chemi Peres -hijo del recientemente fallecido expresidente Simon Peres y un destacado emprendedor en este campo- señalaba en un encuentro con un grupo de periodistas extranjeros durante la propia feria en el que ha participado Libertad Digital.
La feria ha sido un punto de encuentro llamativo entre los diferentes actores de un sector que destaca en Israel, entre otras cosas, por su variedad en muchos sentidos: así que los pabellones del centro de convenciones de Tel Aviv ha sido posible encontrar tanto al alto ejecutivo de la gran multinacional como al joven emprendedor de la pequeña start up.
Entre los primeros, por ejemplo, el CEO de Cisco, Chuck Robbins, una de las grandes empresas globales de Internet y que tiene una fuerte presencia en Israel. Robbins aseguraba en su intervención en la sesión inaugural que su empresa ha invertido en los últimos 1 500 millones de dólares en ciberseguridad, muchos de ellos en sus centros en Israel; o, llegado desde el propio Israel, Gil Shwed, creador de una de las grandes empresas de ciberseguridad del país, Check Point, y miembro de la lista Forbes con una fortuna valorada en 2 700 millones de dólares.
Entre los segundos los jóvenes emprendedores que en la parte de la exposición dedicada a las start ups tratan de mostrar sus ideas a posibles clientes o, mejor aún, inversores: en unas mesas altas en con una única gran pantalla y muchas, muchas reuniones.
A todo esto hay que añadir la presencia de militares: todo el mundo en Israel es consciente de la importancia del Ejército en el desarrollo del sector tecnológico y dadas las implicaciones en la defensa que tiene la ciberseguridad no podían faltar en Cybertech.
Y junto a ellos visitantes de lo más variado, incluyendo una porción importante de asiáticos llegados desde India, China, Japón y Corea del Sur, mostrando la creciente vitalidad de las relaciones comerciales entre Israel y estos países.
Fuente: www.unidosxisrael.org