El domingo pasado tuve la oportunidad de dirigir una Harkadá
virtual con el CDI y Majol MX y les tengo que compartir que ha sido una de las mejores harkadot a las que he asistido.
Con aproximadamente 150 personas, se bailaron rikudim desde principiantes como Ani Osa Li Manguinot hasta avanzados como Malkat Hajatunot (mi rikud favorito), así como rikudim nuevos como Kululu y Kmo Be Rio. Mientras bailaba, sudaba y gritaba, podía ver la emoción de muchos asistentes por estar bailando de nuevo. Desde niños chicos hasta abuelitos bailando, comentaban lo felices que estaban, pidiendo que bailáramos sus rikudim favoritos, saludándose entre amigos emocionados por estar bailando juntos, cada quien desde su casa, echándole porras al CDI y Majol MX y agradeciendo por esta oportunidad.
¿Qué rescato de todo esto?
La danza une. Los rikudim nos ayudan a levantarnos del sillón o de la cama automáticamente sin pensarlo a bailar. Nos ayudan a recordar momentos entre amigos, familia y compañeros.
En estos momentos tan difíciles, lo único que nos queda es seguir bailando. Y aquí se estarán preguntando ¿cómo le hago para seguir bailando?
Manténganse al tanto de las redes sociales de CDI DéporVida con #ElDéporEnTuCasa y las de Majol MX, en donde estaremos subiendo videos de diferentes rikudim para que los bailen y ¡muy pronto tendremos noticias increíbles para ustedes!
En nombre de todo el equipo de Majol MX y el Centro Deportivo Israelita, les quiero agradecer por bailar con nosotros durante la primera Harkadá virtual. Se siente increíble y se agradece por seguir bailando rikudim y acompañarnos en este proceso.
¡Esperen la próxima! ¡A bailar!
/PEPE BUCAY