El periodista judío de The Forward, a quien se le concedió un visado para Irán ha presentado
su historia en la República Islámica, en la que analiza cómo es la vida de la comunidad judía de Irán.
Larry Cohler-Esses, asistente jefe de redacción de The Forward, es el primer periodista de un medio pro Israel al que se le concede un visado de este tipo desde la revolución de 1979. Su viaje de siete días fue el resultado de un esfuerzo de dos años para asegurar la visa, que fue reforzada por una carta escrita en su nombre por una figura prominente en la comunidad judía de Irán.
Cohler-Esses asistió a servicios de Shabat en Teherán con la menguante comunidad judía iraní, que se ha reducido de los estimados 80,000 a 100,000 judíos cuando el Shah fue derrocado en 1979, a la comunidad de hoy, para los que las estimaciones varían de solo 9,000 judíos a posiblemente 20,000.
“En comparación con Europa”, se jactó el Dr. Siamak Moreh Sedgh, representante de la comunidad judía electo en el parlamento de Irán, “las sinagogas aquí son uno de los lugares más seguros”, prosigue relatando en el reporte. “Tenemos un alto índice de personas que siguen la Halajá, o ley judía tradicional, y una baja tasa de asimilación. La tasa de matrimonios mixtos entre judíos iraníes es inferior al uno por ciento”, prosiguió, “la vida judía en Irán puede ser rica. En Teherán solo hay trece sinagogas activas, cinco escuelas judías, dos jardines de infantes y un hospital judío de cien camas, donde el Moreh Sedgh, se desempeña como director”.
“Hay comunidades activas en varias otras ciudades, como Shiraz, Isfahán y Kermanshah, con sus propias instituciones “, escribe Cohler-Esses. “Pero vivir como ciudadanos de segunda clase protegidos por un régimen islámico chiíta es complicado. “El informe cita a Homayoun Sameyah Najafabadi, el actual presidente del Comité Judío de Teherán, el cuerpo central de la comunidad judía de Irán: “No hay opresión. Pero hay limitaciones”.
Cohler-Esses dice esto también significa que los judíos iraníes deben tener cuidado de no ser vistos como interesados o involucrados en Israel, a pesar de que es un secreto a voces que muchos tienen familia allí, y que incluso muchos hasta han visitado Israel a través de terceros países.
The New York Times sugirió que la visa, la cual fue concedida el 20 de julio, fue parte de un esfuerzo para influir en la opinión de los judíos de Estados Unidos sobre el acuerdo nuclear con Irán. Cohler-Esses tuvo que trabajar con un mediador del gobierno y un traductor, pero era libre de decidir a quién entrevistar y sobre qué.
Muchas de las preguntas que planteó se centraron en Israel. Este no fue el primer viaje Cohler-Esses a Irán; él había vivido allí durante casi dos años a finales de 1970, justo antes de la revolución, era profesor de Inglés.
Fuente: www.estadodeisrael.com