Walter Benjamin

Walter Benjamín: El autor como productor

La importancia de Walter Benjamin como filósofo y teórico crítico se aprecia en la diversidad de su influencia intelectual y la continua productividad de su pensamiento. Considerado principalmente como crítico literario y ensayista, la base filosófica de sus escritos goza de un reconocimiento cada vez mayor. Estos tuvieron una influencia decisiva en la concepción de Theodor W. Adorno sobre la actualidad o adecuación de la filosofía al tiempo presente. En la década de 1930, los esfuerzos de Benjamin por desarrollar una teoría estética materialista de orientación política resultaron un importante estímulo tanto para la Escuela de Frankfurt de la Teoría Crítica como para el poeta y dramaturgo marxista Bertolt Brecht.

La tardía publicación de los escritos recopilados de Benjamin ha determinado y sostenido la recepción Anglófona de su obra. (Una selección de dos volúmenes fue publicada en Alemán en 1955, con una edición completa que no apareció hasta 1972-89, y una edición crítica de 21 volúmenes ha estado en producción desde 2008; las antologías en Inglés aparecieron por primera vez en 1968 y 1978, y los cuatro volúmenes de Selected Writings entre 1996 y 2003). Originalmente recibido en el contexto de la teoría literaria y la estética, solo en las últimas décadas del siglo XX la profundidad filosófica y la amplitud cultural del pensamiento de Benjamin comenzaron a ser plenamente apreciadas, y su obra traducida para hispoanoparlantes. A pesar del voluminoso tamaño de la literatura secundaria que ha producido, su trabajo sigue siendo una fuente continua de productividad. Una comprensión del contexto intelectual de su trabajo ha contribuido al renacimiento filosófico del Romanticismo alemán temprano. Su filosofía del lenguaje ha jugado un papel seminal en la teoría de la Traducción.

Su ensayo sobre “La obra de arte en la era de su reproducibilidad técnica” sigue siendo un importante texto teórico para la teoría del cine. One-Way Street y el trabajo surgido de su investigación inconclusa sobre el París del siglo XIX (The Arcades Project) proporcionan un estímulo teórico para la teoría cultural y los conceptos filosóficos de la modernidad. La comprensión mesiánica de la historia por parte de Benjamin ha sido una fuente constante de fascinación y frustración teórica para una amplia gama de pensadores filosóficos, incluyendo a Jacques Derrida, Giorgio Agamben y, en un contexto crítico, Jürgen Habermas. La «Crítica de la violencia» y «Sobre el concepto de historia» son fuentes importantes para el análisis de Derrida sobre la Mesianidad, que ha sido influyente, junto con el análisis de Paul de Man sobre la Alegoría, para la recepción postestructuralista de los escritos de Benjamin. Algunos aspectos del pensamiento de Benjamin también se han asociado con un resurgimiento de la teología política, aunque es dudoso que esta recepción sea fiel a las tendencias del propio pensamiento político de Benjamin. Más recientemente, el interés por la filosofía de la educación de Benjamin se ha visto impulsado por las traducciones de sus Primeros Escritos en 2011 y las transcripciones de sus programas de radio para niños (“Radio Benjamin”) en 2014.

Walter Bendix Schoenflies Benjamin nació el 15 de julio de 1892, el mayor de tres hijos en una próspera familia berlinesa de origen judío. A los 13 años, tras un prolongado período de enfermedad, Benjamin fue enviado a un internado mixto progresista en Haubinda, Turingia, donde forjó una importante relación intelectual con el reformador educativo liberal Gustav Wyneken. A su regreso a Berlín, comenzó a colaborar en Der Anfang (“El Comienzo”), una revista dedicada a los principios de Wyneken sobre la pureza espiritual de la juventud. Artículos que contienen, en estado embrionario, importantes ideas sobre la experiencia y la historia que siguen ocupando su pensamiento maduro. Como estudiante en las universidades de Friburgo de Brisgovia y Berlín, Benjamin asistió a conferencias del filósofo neokantiano Heinrich Rickert y del sociólogo Georg Simmel, a la vez que seguía participando activamente en el creciente Movimiento Juvenil. Sin embargo, en 1914, Benjamin denunció a su mentor y se retiró del movimiento en respuesta a una conferencia pública en la que Wyneken elogió la experiencia ética que el estallido de la guerra brindó a los jóvenes. En 1915, comenzó una amistad entre Benjamin y Gershom Scholem, compañero de estudios en Berlín. Esta relación tendría una influencia permanente en la relación de Benjamin con el Judaísmo y la Cábala, especialmente en sus interpretaciones de Kafka a principios de la década de 1930, y en la interpretación Mesiánica del cuadro de Paul Klee, Angelus Novus, en sus tesis posteriores “Sobre el concepto de historia”. Scholem sería instrumental en establecer y, en parte, dar forma al legado de las obras de Benjamin después de su muerte.

La tesis doctoral de Benjamin, «El concepto de crítica de arte en el romanticismo alemán», fue premiada con la máxima distinción por la Universidad de Berna, Suiza, en 1919. Su célebre ensayo sobre la novela corta de Goethe, «Las afinidades electivas», se inició poco después y puso en práctica la teoría de la crítica de arte desarrollada en su tesis.

En 1925, se vio obligado a retirar su propuesta de la Universidad de Frankfurt, y con ello, la posibilidad de un futuro puesto académico. Sin embargo, a pesar de este fracaso académico, un extracto de la obra apareció en una revista literaria dos años después y el libro se publicó al año siguiente, en 1928, recibiendo rápidamente atención favorable en varios periódicos y revistas de prestigio en Alemania y el extranjero. Irónicamente, ese fallido estudio de Benjamin se convirtió en el tema de un seminario impartido en la Universidad de Frankfurt entre 1932 y 1933 por Theodor W. Adorno.

Gran parte de la escritura de su tesis se completó en 1924 en la isla italiana de Capri, donde Benjamin se había retirado por motivos económicos. Sin embargo, la estancia sería decisiva, ya que fue allí donde conoció a la productora teatral Letona Asja Lacis, con quien inició una relación frustrada, pero intelectualmente productiva. «Nápoles» fue escrita en colaboración con Lacis en 1925, mientras que «Calle de sentido único», una colección constructivista de fragmentos escritos entre 1923 y 1926 y dedicada a Lacis tras su publicación en 1928, y el inacabado «Proyecto de los Arcades», iniciado a finales de la década de 1920, exhiben una experimentación modernista con la forma que, en parte, puede atribuirse a la influencia de Lacis. Su giro marxista hacia el materialismo histórico se vio reforzado por su entusiasta estudio de «Historia y conciencia de clase», de Georg Lukács, durante su estancia en Capri y una visita a Lacis en el Moscú Soviético durante el invierno de 1926-1927. A principios de la década de 1930, Benjamin participó activamente en los planes para la publicación de una revista de izquierda titulada «Crisis y crítica», en colaboración con Ernst Bloch, Sigfried Kracauer y, entre otros, el poeta, dramaturgo y director teatral marxista Bertolt Brecht. Benjamin había conocido a Brecht gracias a Lacis en 1929 y durante la década siguiente forjó una estrecha amistad personal, en la que sus afinidades literarias y políticas se cimentaron bajo las difíciles condiciones del exilio político. Benjamin realizó una serie de estudios sobre el «Teatro Épico» de Brecht, y modeló las emisiones radiofónicas que escribió y presentó durante este período basándose en los experimentos de este último con el didactismo teatral. En 1933, Benjamin abandonó la Alemania nazi por última vez, siguiendo a Adorno, Brecht y muchos otros amigos Judíos en un exilio que dividió entre París, Ibiza, San Remo y la casa de Brecht cerca de Svendborg, Dinamarca.

Durante la década de 1930, el Instituto de Investigación Social, para entonces dirigido por Horkheimer y exiliado de su sede en la Universidad de Fráncfort, brindó a Benjamin importantes oportunidades de publicación, así como una ayuda económica cada vez más necesaria. Theodor W. Adorno, quien había conocido a Benjamin una década antes gracias a un amigo común, Siegfried Kracauer, fue fundamental para conseguir este apoyo. Sin embargo, una consecuencia importante de esta dependencia fueron las revisiones editoriales a las que se sometieron ensayos clave en los que Benjamin desarrolló su teoría materialista del arte, como «La obra de arte en la era de su reproductibilidad técnica» y sobre Baudelaire y París, surgidos del Proyecto de las Arcadas. Con el estallido de la guerra en 1939, Benjamin fue internado temporalmente en los Campos de Concentración franceses establecidos para ciudadanos alemanes. Tras su liberación, unos meses después, regresó a París, donde continuó su trabajo en la Biblioteca Nacional en el Proyecto de los Arcades. Las notas de su investigación inconclusa quedaron bajo la custodia de su bibliotecario y amigo, el escritor Georges Bataille, mientras Benjamin huía de París ante el avance del ejército alemán en el verano de 1940. Los últimos meses de la vida de Benjamin reflejan la precaria experiencia de innumerables judíos alemanes en la Francia de Vichy: una huida a la frontera y preparativos para la emigración, legal o ilegal. Al carecer del visado de salida necesario de Francia, se unió a un grupo guiado que cruzó los Pirineos para intentar entrar en España como refugiados ilegales. Rechazado por los agentes de aduanas, Benjamin se quitó la vida en la pequeña ciudad fronteriza española de Port Bou, el 27 de septiembre de 1940.

Benjamin estaba interesado en la “cultura” no como un reino autónomo de valores, sino por el contrario, como “elementos en el desarrollo de la naturaleza humana”. En este sentido, el estudio cultural se sitúa dentro del campo de una filosofía materialista de la historia. Y la filosofía de la historia insiste en una concepción de la historia como un todo. Es aquí donde la estructura Mesiánica del concepto de historia de Benjamin nos confronta como inevitable; aunque no por ello necesariamente “teológica”, ya que es la transición de una estructura conceptual de un contexto filosófico a otro lo que está en cuestión (el método surrealista favorito de Benjamin de “descontextualización” y “desfamiliarización”), no su significado en su contexto teológico original como tal. En su búsqueda de una concepción no hegeliana ni desarrollista de la historia en su conjunto, en «Sobre el concepto de historia», Benjamin imaginó el tiempo presente, de forma casi Mesiánica, alternativamente como «modelo» del tiempo Mesiánico.

En el contexto de un diagnóstico de la crisis europea de 1939-1940, como una crisis histórico-mundial, el «estado crítico del presente» adquirió así, en este texto, un tenor teológico-político. «Una oportunidad revolucionaria en la lucha por el pasado oprimido» se compara con «la señal de una detención mesiánica del acontecer». Benjamin era consciente de que esta retórica conduciría a malentendidos. Pero la combinación de la urgencia política percibida y el aislamiento lo obligó a extender su concepto de historia más allá del estado de su investigación filosófica, experimentalmente, hacia una declaración aparentemente definitiva. Es como si Benjamin hubiera esperado superar la aporía de la acción dentro de su filosofía, todavía esencialmente hermenéutica, únicamente mediante la fuerza del lenguaje, mucho de lo que ha proyectado su obra hasta los linderos de nuestro siglo XXI.

Para acercarse más a la amplia obra de Walter Benjamin y, sobre todo, para conocer su profundización respecto al trabajo creador del autor de textos, primeramente recomiendo el libro El Autor como Productor, de Editorial Ítaca, traducido y presentado por Bolívar Echeverría.

BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA:
Eiland, H. and Jennings, M. W., 2014, Walter Benjamin: A Critical Life, Cambridge, MA. & London: Harvard University Press.
Leslie, E., 2007, Walter Benjamin: Critical Lives, London: Reaktion Books.
Brodersen, M., 1996, Walter Benjamin: A Biography, London & New York: Verso.
Scholem, G., 1981, Walter Benjamin: The Story of a Friendship, New York: Review Books.
Witte, B., 1991, Walter Benjamin: An Intellectual Biography, Detroit: Wayne University Press.
Wizisla, E., 2009, Walter Benjamin and Bertolt Brecht: the Story of a Friendship, London: Libris.

//Saskia Levy

Fuentes:

Web page: The International Walter Benjamin Society

 Libro: El autor como productor