La práctica de la danza y el baile es importante en los niños porque estimula la disciplina y el compromiso, ayudándoles a enfrentar desafíos que

implican los diferentes movimientos que son parte de este arte, y ayudando a desarrollar la sensibilidad a través de la música, y qué mejor que la época de las vacaciones para practicarla.

La responsabilidad frente a los niños y la danza la tenemos nosotros los adultos, papás, profesores y parientes; es nuestra obligación mostrarles programas de danza en la televisión, en el cine o videos a una edad temprana. Escuchar música de los grandes compositores junto a los niños para atraerlos al arte en general, guiándolos de acuerdo a sus gustos o preferencias, es la mejor alternativa para ayudarlos a crecer.

La danza y el baile en general ayudan a los niños a coordinar sus movimientos, a organizar y planificar sus acciones, a sensibilizarse y expresarse a través del movimiento, es importante además recalcar que no es una actividad exclusivamente para niñas, los niños ahora tal vez más que antes disfrutan mucho más del movimiento y de bailar, sobre todo si se combina con la música que a ellos les gusta.

Además, siendo la danza un arte que tiene miles de años, ha ayudado a través de las distintas épocas, a caracterizar a las regiones y los países del mundo, por lo tanto, los niños se sienten más identificados con su lugar de origen y orgullosos de su cultura y raíces.

Dentro de las ventajas que tiene la práctica de la danza, está la posibilidad de estimular la capacidad del individuo de conocerse a sí mismo en cuanto a su composición anatómica, explorar el espacio en el que se mueve, percibir cómo son sus movimientos y cómo se interrelacionan sus segmentos corporales en el espacio y en el tiempo para vivenciar su dinámica corporal. El fin de las capacidades perceptivo motrices (conciencia corporal, espacialidad, etcétera) es permitirle al niño una correcta evolución en cuanto al conocimiento de su cuerpo, del espacio y el tiempo en que se dan sus movimientos.

La práctica de la danza le dará al niño la posibilidad de reconocer su lado dominante y su lado menos hábil. Al practicar los diferentes pasos, giros, saltos entre otros, va a desarrollar y mejorar la coordinación entre ambos lados del cuerpo, permitiéndole un mayor estímulo sobre su lado menos hábil, de tal modo que mejore la calidad de sus movimientos, y adquiera un mejor control corporal, ejecutando una especie de entrenamiento bilateral, que favorecería una condición muy deseable en el futuro: ser ambidextro.

La danza es una forma de expresión corporal compuesta por una variabilidad de movimientos de todos los segmentos corporales, que se producen en un espacio y en un tiempo determinado.
La orientación espacial nos permite ubicarnos en el espacio en relación con otros objetos; con la danza podemos desarrollar esa capacidad de orientación a partir de la oportunidad que tiene el niño de relacionarse con los objetos en el espacio, permitiéndole determinar cuál es su posición espacial en relación con los demás y cuál es el lugar en el espacio de sus compañeros con respecto a él, si están a su costado izquierdo o a su costado derecho, si están atrás o adelante, favoreciendo el desarrollo de la lateralidad. Se realizan movimientos en los que se guardan ciertas distancias, acercamientos, alejamientos, cruces, giros, cambios de orientación, todos en función de tener una mejor relación espacial entre compañeros.

La organización espacial, permite al niño distribuir el espacio partiendo de la orientación y estructuración espacial, y se basa en la vivencia motriz y perceptiva inmediata que el niño posee del espacio en sus edades iniciales (0-7 años), y en su capacidad de analizar estos datos perceptivos inmediatos con profundidad, elaborando relaciones espaciales de mayor complejidad (7 años en adelante).
La danza se convierte en un excelente vehículo para optimizar el ritmo del movimiento, de tal modo que el niño tome conciencia de su propio ritmo para armonizar sus gestos motrices, desarrollando su sentido rítmico, su creatividad y ampliando y perfeccionando su base motora.

La danza ofrece un medio ideal para mejorar la integración social del niño, su comunicación y su relación con sus compañeros de equipo. El entorno le permite crear y conocer habilidades que posee, explorar el espacio físico y social, vivir la relación de su cuerpo con el de los demás en un ambiente benéfico para su proceso formativo. Por otro lado, el desarrollo cognitivo sumado al estímulo de la capacidad de movimiento, físicas, expresivas y psíquicas; dará como resultado un individuo que por sus progresos tenga una mejor percepción de sí mismo, con una mayor autovaloración, mayor autoestima, capaz de hacer un mejor aprovechamiento de sus cualidades corporales e intelectuales, lo que facilita un control y dominio de su cuerpo, una mejor regulación de sus energías, no solo en procura de un mejor rendimiento deportivo, sino también para tener un mayor bienestar personal en su vida cotidiana.

Es por esto, que en el CDI ofrecemos solamente clases de calidad y siempre buscando el mejor desarrollo en nuestros Socios. Si tienes alguna duda sobre cuál es la mejor clase para tu hijo, te invitamos al Comité de Actividades en donde te recibiremos con los brazos abiertos.

Preprimary Ballet

Primary Ballet

Ballet Grade 1

Ballet Grade 2

Pre-Modern 1

Pre-Modern 2

Yejefim (Danza folklórica)

Szafn Tanz (Danza contemporánea)

Nefesh (Danza folklórica)

Szpiegel Tanz (Danza contemporánea)

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