La actividad física es una ayuda complementaria muy efectiva
para la prevención y el tratamiento de los desequilibrios psicológicos. Podemos decir a grandes rasgos que: mejora la autonomía de la persona, la memoria, la agilidad mental y promueve sensaciones como el optimismo o la euforia, al tiempo que mejora la autoestima. Todos estos beneficios para nuestra salud mental hacen que el deporte sea una actividad necesaria y beneficiosa a cualquier edad. Es por eso que durante esta época de confinamiento, donde muchos continúan realizando sus actividades desde casa, la salud mental ha sido factor importante durante esta pandemia, ya que muchas personas han entrado en crisis de estrés, angustia y ansiedad todo esto a causa del encierro en casa, pero la práctica del deporte de manera continua y moderada aporta numerosos beneficios para la salud física y psicológica. A continuación, te mencionamos algunos de los beneficios que el deporte aporta para tu salud mental: Libera las hormonas de la felicidad: las endorfinas que segregan nuestro cerebro durante y después de realizar ejercicio físico nos inducen a un estado de mayor felicidad y bienestar emocional. Es muy recomendable en los casos de depresión o ansiedad ya que ayuda a reducir los síntomas de tristeza, genera sensación de relajación e impacta positivamente la calidad de vida de la persona. Alivia y reduce el estrés: realizar cualquier actividad física es un modo saludable y efectivo de desconectarse después del trabajo. En este sentido, la respuesta al estrés quedaría equilibrada por las sensaciones de tranquilidad y bienestar. Mejora las relaciones sociales: hacer cualquier ejercicio físico en compañía es una forma de incentivarse y motivarse mutuamente. Es otro momento que podrás compartir con amigos que te motivará a continuar con esta buena práctica para tu salud. Una mejora del estado emocional y la autoestima da pie a una mejor gestión de las relaciones sociales. Cuando nos sentimos bien, proyectamos una sensación de admiración a los que están a nuestro alrededor y somos más capaces de entablar e involucrarnos socialmente. Aumenta la autoestima: una de las razones por la que muchas personas comienzan una rutina de ejercicios es el cambio físico derivado de la constancia. Un cuerpo más definido se traduce en una mejor autoimagen y, por ende, en un aumento de la autoestima. Sube inevitablemente la autoestima al aumentar la confianza en nosotros mismos. Alivia la ansiedad: en estos casos, la literatura científica ha demostrado que el deporte es beneficioso para aliviar algunos de sus síntomas más incapacitantes. La natación, es un deporte muy completo físicamente que nos permite liberar tensiones y relajarnos, todo al mismo tiempo. Además, reduce algunos de los síntomas de la ansiedad como los dolores musculares y actúa también contra el insomnio. Para combatir estados de ansiedad agudos o crónicos es recomendable practicar deportes orientales que fomentan la relajación como el Taichi, Yoga, Bodymind y Pilates. En los cuales, se cuida el cuerpo y la mente, ofreciendo recursos como el manejo de la respiración, para aprender a controlar las reacciones ante las adversidades de la vida cotidiana.
Aumento de la memoria: el deporte estimula la zona del hipocampo, cuyas funciones principales son la memoria y el aprendizaje. En este sentido, la retención de información, el aprendizaje de vocabulario nuevo o incluso de un idioma nuevo, se verían beneficiados por la práctica de deporte. Combate los trastornos del sueño: insomnio y somnolencia. El sueño es necesario para el ser humano, equivale casi a un tercio de nuestra vida. Cuando dormimos, el organismo realiza una serie de cambios fisiológicos necesarios para recuperarnos de la actividad diaria. El insomnio es el trastorno del sueño más extendido en nuestra sociedad, debido al ritmo de vida, hace que cada vez más personas tengan problemas para dormir. El deporte, al combatir el estrés y aliviar la ansiedad, nos permite conciliar el sueño fácilmente. Diversos estudios han demostrado que la somnolencia durante el día era menor en personas físicamente activas. Si tienes problemas de somnolencia, practicar con moderación actividad física te permitirá disfrutar de un sueño de mejor calidad que te permita estar más despejado durante el día. Aumenta la productividad: un cuerpo sano favorece una mente sana y un mejor estado mental implica un mayor rendimiento. A mayor rendimiento, más productividad, con la energía renovada, el ejercicio rutinario aumenta los niveles de energía vital, lo cual influye en la productividad en el día a día, ya sea en el trabajo, los estudios o las tareas cotidianas. Aumenta nuestra capacidad de concentración: todos los deportes requieren de cierto grado de concentración, en algunos es fundamental. En deportes individuales como: el ajedrez, el tenis o la gimnasia nuestra mente es casi tan importante como el cuerpo. Estar concentrado o no, marca la diferencia entre hacerlo bien o mal. En los deportes de equipo, debes centrar tu atención durante los ejercicios y los partidos, de este modo aumenta nuestra capacidad de concentración. Esta característica es fundamental en la etapa infantil, por ello es aconsejable la práctica de algún deporte durante la infancia. Sin duda, mantener una vida activa contribuye a la prevención, el desarrollo y la rehabilitación de la salud, así como a establecer un bienestar mental y aumentar nuestra calidad de vida. Da igual si corres, nadas o practicas cualquier deporte. Lo importante es combatir el sedentarismo que puede degenerar en enfermedades coronarias o neurovasculares. No obstante, para notar los poderosos beneficios del deporte, es necesario tener cierta constancia y practicarlo al menos tres veces a la semana.