
Una de las canciones más famosas de la Hagadá es “Daieinu”, “Hubiera sido suficiente”.
Mencionamos cada una de las bondades que D-os nos brindó desde el momento en que nos sacó de la esclavitud de Egipto. Se nos pide que reconozcamos las bendiciones que fácilmente dejamos pasar por alto. Observar la vida a través de una lente de gratitud crea una alegría que no nos pueden quitar cuando pasamos momentos difíciles. Es una lente espiritual que puede transformar la vida.
Una actitud de gratitud es el ancla a la que nos aferramos en los momentos turbulentos. Podemos caminar por la vida diciendo “Esto es una locura”, o podemos enfocarnos en las cosas buenas. Nuestros antepasados experimentaron el sufrimiento de Egipto y luego el máximo milagro en el Mar. Incluso ellos necesitaron que les recordaran la constante bondad Divina para que su despertar espiritual no disminuyera con el tiempo.
Si pensamos sobre el pasado, podemos elegir quedarnos estancados en las dificultades o podemos contemplar el bien que resultó. Puede ser que algunos necesitemos esforzarnos mucho para encontrarlo, pero la bendición de “hubiera sido suficiente” está allí esperando que la descubramos. Yo sé que esperé con ansiedad cada llamada por Facetime con mis nietos. Tal vez esos valiosos momentos no eran tan valorados antes. Ahora me aferro a ellos como si fueran dulces especiales, saboreando la risa y las conversaciones que compartimos. Cada clase que di por Zoom me conectó con prósperas comunidades de todo el mundo. Conocí a mi “familia” en todo el globo y me siento agradecida por cada alma que se volvió parte de mi círculo. Encontré bolsillos de paz, hacer largas caminatas y pensar en medio de la tranquilidad que me rodea. La bendición de “hubiera sido suficiente”.
Fuente: aishlatino
