19 meses de desafíos

19 meses de Desafíos

Durante la conmemoración de Yom HaZikarón, el dolor de Israel se hace aún más palpable. No solo recordamos a los soldados caídos y víctimas del terrorismo, también sentimos la ausencia insoportable de quienes aún no han vuelto. Han pasado 19 meses desde aquel 7 de octubre de 2023, cuando más de 250 israelíes fueron secuestrados por Hamás en un ataque que dejó al país paralizado por el horror.

De ese grupo, 110 personas fueron liberadas durante acuerdos temporales a finales de 2023. Sin embargo, 59 permanecen cautivas en Gaza. De ellas, 35 han sido confirmadas como muertas por las autoridades israelíes, y solo alrededor de 24 se presume siguen con vida.

Cada uno de esos secuestrados tiene un rostro, un nombre, una historia. No son números; son hijos, padres, abuelos, hermanos, ciudadanos inocentes que siguen privados de su libertad, probablemente en condiciones infrahumanas, lejos de sus hogares y del abrazo de sus seres queridos. Y mientras ellos están allá, aquí, en Israel y en las comunidades judías del mundo, seguimos contando los días y repitiendo sus nombres.

Durante estos 19 meses, las familias han mostrado una valentía incansable: organizando marchas, intervenciones públicas, campañas de sensibilización y encuentros con autoridades. Lo hacen no solo para exigir la liberación de sus seres queridos, sino para impedir que el mundo se olvide. Para recordarnos que el secuestro de una sola persona es un crimen intolerable, y el silencio internacional, una forma de complicidad.

También ha habido negociaciones, esfuerzos diplomáticos y operaciones de inteligencia, pero los resultados han sido lentos y dolorosos. El sentimiento de abandono ha calado hondo entre muchas familias, que denuncian la falta de información clara y el desgaste emocional que implica vivir con una herida abierta.

En este Yom HaZikarón, la memoria no solo mira al pasado, también clama por el presente. Clama por aquellos que no han regresado, por aquellos que aún pueden ser salvados. Porque cada minuto cuenta. Porque cada vida importa. Porque la indiferencia no es una opción para nosotros.

Desde el Centro Deportivo Israelita, nos solidarizamos profundamente con las familias de los secuestrados, con sus historias congeladas en el tiempo, con su dolor y su esperanza. Nos sumamos al llamado de todo Israel para exigir su liberación inmediata. Como comunidad, reafirmamos nuestro compromiso de mantener viva su memoria, de alzar la voz, y de seguir luchando por su regreso.

 

Am Israel Jai.  No olvidamos, no descansamos.