Aquí están las razones por las que deberíamos empezar a entusiasmarnos con el nuevo aeródromo.
Ha sido construido en el desierto, en el corazón del Valle de Timna, zona rica en reservas de cobre explotada desde tiempos del rey Salomón. El resultado es deslumbrante, empezando con la fachada de la terminal, que ofrece hermosas vistas de las montañas del desierto.
Los arquitectos que lo diseñaron, Mann Shinar y Moshe Zur, tuvieron en cuenta que se integrara a la perfección con el entorno. Con esa idea en mente, el edificio de la terminal recibe sus propias sombras y semeja una roca grande del desierto.
Y aún más impresionante es la vista desde el interior. Tiene una sola planta, espaciosa y bien iluminada, cuyo único mobiliario divide las áreas de llegadas y salidas. Así, los viajeros tienen vistas ininterrumpidas del exterior desde cualquier punto.
Reemplazará a otros dos aeropuertos: Eilat J. Hozman, en el centro de Eilat, y Ovda, a 60 kilómetros al norte de la ciudad. El nuevo aeropuerto no solo está más cerca a Eilat, sino que ofrecerá servicio de transporte público. La gran esperanza para la industria del turismo de la ciudad es que la accesibilidad al aeropuerto atraiga más turistas extranjeros.
Si el número de aerolíneas de bajo costo que ofrecen vuelos a Eilat aumenta, los israelíes pueden beneficiarse de vuelos baratos a Europa. Ryanair ya ha comenzado a ofrecer vuelos desde esa ciudad a destinos europeos a precios muy asequibles, incluidos Milán, Budapest y Berlín. El único inconveniente es que se necesita volar desde el Aeropuerto Ben-Gurión, cerca de Tel Aviv, para hacer la conexión. El vuelo dura 50 minutos. Durante la temporada alta el ahorro podría valer la pena.
Tendrá todos los servicios de un aeropuerto internacional moderno: puntos de información, cambio de divisas, tiendas, restaurantes, salas de oración y puntos de alquiler de vehículos.
El aeropuerto Hozman será demolido cuando el nuevo aeropuerto entre en funcionamiento. Entre los planes presentados, y pendientes de aprobación, están una vía navegable que lleve al Mar Rojo, y nuevos hoteles, atracciones turísticas y una nueva zona residencial.
El nuevo aeropuerto puede ser el punto de partida para dos megaproyectos que han sido considerados por sucesivos gobiernos israelíes durante años. El primero, es trasladar el puerto de su ubicación actual, en la costa occidental de la ciudad, al interior, y al cual se llegaría por un canal que correría a lo largo de la frontera con Jordania, al oriente. Esto daría acceso a terrenos para el desarrollo urbano en la costa occidental y también facilitaría el acceso al aeropuerto.
El segundo, es construir un ferrocarril de alta velocidad que conecte el centro del país con Eilat, así como con el puerto y el aeropuerto. El gobierno aprobó el proyecto en 2013, pero poco se ha sabido desde entonces. El ferrocarril permitiría transportar carga entre la ciudad y el puerto de Ashdod, sobre el Mediterráneo, y ofrecer así una alternativa al Canal de Suez, en el vecino Egipto.
