Desde las primeras horas de la mañana, del 15 de octubre, el Centro Deportivo Israelita se llenó de un bullicio expectante.
Familias enteras, jóvenes y adultos, todos compartían la misma determinación: mostrar su apoyo irrestricto a Israel en un momento de profunda aflicción. El evento no se limitaba a un simple acto; era un testimonio del compromiso inquebrantable de nuestra Comunidad con los valores de unidad, paz y justicia.
Miles de personas se congregaron en la Arena CDI, movidas por un profundo sentimiento de apoyo y amor hacia el Pueblo de Israel. Habían venido para manifestar su solidaridad en respuesta al ataque perpetrado por el grupo terrorista Hamás, el pasado 7 de octubre. Vestidos de azul y blanco, portando banderas de Israel, la Comunidad Judía de México se unía una vez más, recordando que la unión es una fuerza poderosa capaz de superar cualquier obstáculo. En el Frontón Techado se instaló un muro y se habilitaron mesas con marcadores y tarjetas blancas donde hombres y mujeres de todas las edades escribieron mensajes de aliento y esperanza para Am Israel y sus soldados.
El programa del encuentro o intercomunitario fue conducido por Jacobo Romano, Presidente de Tribuna Israelita, quien dio inicio a una ceremonia marcada por la emotividad y la reflexión. Romano dijo que se trataba de un evento en solidaridad con el estado de Israel y con las víctimas del atroz atentado.
Asimismo, le acompañó el Sr. Elías Achar, Presidente del Comité Central de la Comunidad Judía de México, quien señaló, estamos aquí por “nuestro apoyo incondicional al Estado de Israel. Israel, nuestra patria ancestral, ha sido siempre un faro de esperanza y resiliencia, enfrentando las adversidades con una fuerza y determinación inquebrantables”. Agradeció la presencia de todos, especialmente a la Excelentísima Embajadora de Israel en México, Einat Kranz Neiger, “para que transmita al Pueblo y al Gobierno de Israel nuestra solidaridad y, al mismo tiempo, expresar nuestras condolencias a las familias de las víctimas del ataque terrorista perpetrado por Hamás”.
Achar reiteró los llamados, “tanto a nuestro gobierno como a los demás gobiernos democráticos del mundo, para que exijan la liberación inmediata de los rehenes y los hagan responsables por su integridad y su vida”. Señaló que “conocemos la gran actividad diplomática llevada a cabo por la Embajada de Israel en México y hemos estado en contacto de manera constante desde que ocurrió el ataque. Por nuestra parte, seguimos trabajando para apoyar el legítimo derecho a la defensa del Estado de Israel y, al mismo tiempo, para aumentar el nivel de protección de nuestra Comunidad en México”. Destacó que la respuesta de los tres niveles de gobierno en el país ha sido positiva; y que la solidaridad de la Comunidad en tiempos de adversidad ha sido manifiesta.
Dos jóvenes soldados del ejército israelí compartieron sus experiencias y sus palabras resonaron en la multitud que les expresó su apoyo. Tanto Jacobo Alfie como Javier Baruj compartieron cómo hace unos meses estaban en Israel y cómo ahora saben de algunos compañeros que “ya no están entre nosotros; ahora nos cuidan desde el cielo”. Los jóvenes mostraron su valor al expresar que están a la espera del llamado que les haga el Ejército para cumplir con su deber.
El acto contó con la presencia del Rab. Shai Frondlij, Comunidad Ashkenazí; Rab. Abraham Tobal, Comunidad Monte Sinai; Rab. Yaakob Nacach, Comunidad Maguén David; Rab. Moisés Chicurel, Comunidad Sefaradí; y, Rab. Leonel Levy, Comunidad Bet El, quienes en su oportunidad elevaron una plegaría por las víctimas y posteriormente acompañaron a unos niños y niñas en el emotivo encendido de velas en honor a las víctimas, manteniendo viva la memoria de aquellos que habían perdido sus vidas en este acto de violencia sin sentido. Los rezos y las palabras de aliento crearon un ambiente de solidaridad y esperanza en medio del luto.
Por su parte, el Dr. Abraham Stern, Vicepresidente del Comité de Actividades del CDI, quien leyó un emotivo pensamiento recordó cómo “la realidad objetiva dejó de existir”. Cómo es posible que alguien pueda manifestar tanta crueldad, se preguntó, al referirse a los terroristas. Con la emotividad a flor de piel, Stern y los asistentes se conmovieron ante una situación que no encuentra explicación racional. El texto leído es al mismo tiempo una plegaria, una denuncia y una voz de aliento.
La Excelentísima Embajadora de Israel en México, Einat Kranz Neiger, subió al escenario y subrayó que “el terrorismo no es sólo un ataque contra Israel, sino un ataque contra toda la humanidad”. Enfatizó la importancia de apoyar a Israel en su lucha contra el terrorismo y de difundir la verdad a través de las redes de comunicación.
El momento culminante llegó con la recitación del Kadish en memoria de los fallecidos, un acto de respeto y recordación que estremeció a la multitud. Finalmente, la entonación del Hatikva, el himno nacional de Israel, llenó el aire con un canto de esperanza y apoyo en tiempos difíciles. La voz de la Comunidad resonó en un himno de unidad y determinación.
El acto de solidaridad en el CDI no fue simplemente una reunión; fue un testimonio de la resiliencia, la empatía y la fortaleza de la Comunidad Judía de México. La solidaridad se convirtió en acción, en palabras y en música, en un recordatorio de que, en medio de la tragedia, la unidad puede iluminar el camino hacia la esperanza. En ese día nublado en México, miles de personas se unieron para demostrar que el amor y la solidaridad son armas poderosas contra la oscuridad del terrorismo.