Mujer energética, de pensamiento y acción, con ideas muy pragmáticas en el mundo de las finanzas y comprometida con los temas de género.
Conversamos con Adina acerca del conflicto entre Israel y Hamás que le ha movido muchas fibras de su ser y que le ha llevado a cuestionar todo y descubrir a sí misma en un mundo que no era como lo hubiese querido. Comprometida con su judeidad, sin medias tintas, asume una posición rotunda de identidad con Israel.
¿Cómo cambia el mundo en un tris y cómo tú lo estás procesando…?
Uf, no sé. Creo que lo que pasó el 7 de octubre de 2023 va a tener respuestas más claras en el medio y largo plazo. Aquí tenemos grandes temas en la actual coyuntura que se vive en Israel y del antisemitismo en todo el mundo. Pero creo que la pregunta de cómo cada uno de nosotros lo está procesando va a ser algo que vamos a poder responder plenamente más adelante. Porque hoy, al estar en medio de un momento tan álgido, que además es doloroso, viene junto con este contexto que creo que nunca se había visto, de esta sobresaturación de información y bombardeo total y constante de noticias y de algunas verdaderas, algunas fake news, creo que vamos a poder dimensionar en otro momento.
¿Las cosas cambian o siempre están de la misma forma y eventos como el del 7 de octubre nos permiten poner las cosas en su lugar?
Creo que hoy por hoy lo estamos procesando, sobrellevando el día a día, como mejor podemos. Las noticias que recibimos aquilatando lo bueno y tratando de sobrepasar lo malo día a día. Pero creo que, si tenemos esta plática el próximo año tendremos un poco más claro la respuesta. Creo que ahorita es un tema de un día a la vez, una noticia a la vez, un acontecimiento a la vez, porque la verdad es que ni las buenas noticias implican que ya se está solucionando, ni las malas noticias implican que todo sea como se informa. Entonces, creo que este tema de poner las cosas en su lugar lleva más tiempo. Hoy por hoy, a dos meses de la tragedia, creo que es un tema que estamos procesando, o que por lo menos yo me estoy tratando de procesar una noticia a la vez, un día a la vez, un acontecimiento a la vez, sin tratar de sobre leer en lo bueno el camino a la solución; o en lo malo, el camino a la perdición.
Hineni, significa aquí estoy, pero también es un sí, a la vida… ¿qué sentido le das tú?
Mira, Hineni tiene dos significados. En mi caso tengo tatuado un Hineni, me lo tatué 15 días después del 7 de octubre, pero siempre ha sido una de mis frases emblemáticas, cercana en cuanto al judaísmo, pero también a la humanidad. ¿Por qué? La palabra aparece en muchos lugares de la Biblia y en momentos trascendentales: Cuando D-os le dice a Abraham que no mate a Isaac, su hijo, y lo llama. Abraham le contesta tres veces, Hineni, Hineni, Hineni. Cuando la zarza ardiente, en representación de D-os, va a buscar o llama a Moisés para mandarle la encomienda de que salve al pueblo judío, le dice Moisés, Moisés; y Moisés contesta, Hineni. En la traducción literal quiere decir aquí estoy. Pero en lo simbólico va más allá, es tener consciencia individual pero también colectiva de dónde tengo que estar y por qué tengo que estar.
¿En lo personal cómo ha impactado en tu entorno los acontecimientos del conflicto?
Yo lo voy a contestar diferente. ¡Qué no me ha movido! Creo que para bien y para mal, hay muy pocas áreas de mi vida que no me han movido. No me ha movido el cómo voy al supermercado y qué tipo de manzanas compro. Fuera de esas cosas banales, corrientes e intranscendentes, creo que ha movido básicamente todas las partes de mi vida. Ha cambiado cómo me siento yo; ha cambiado cómo me relaciono con el mundo judío y con el mundo no judío; ha cambiado mi percepción de muchísimas personas que me rodean, para bien y para mal. Ha cambiado mi día a día en cuestión a qué le estoy dedicando más tiempo. Ha cambiado mi escala personal de lo que hoy para mí es importante en la vida, tanto como mujer judía como ciudadana de México y del mundo.
¿Podemos hablar de desilusión ante la falta de empatía…?
No sé si sea desilusión. Pienso que uno puede enojarse, o confrontar a la persona que crítica sin estar bien informada y ver qué pasa, pero el enojo no lleva a nada. Sí, me molesta y me enoja mucho la falta de empatía o el desinterés de mucha gente. Sí, con mucha gente he hablado y les he dicho, me hubiera gustado que… Y con algunos he tenido buenas respuestas, con algunos no he tenido buenas respuestas. La verdad es que con la mayor parte de la gente lo he dejado ir y los he cortado. Pero también quiero hacer aquí un paréntesis enorme. Por cada persona que ha sido poco empática, he tenido otras demostraciones de gente que sin deberme nada, ni ser particularmente cercanos, han sido empáticos y solidarios. Entonces sí resuena mucho la falta de empatía de algunos que ni te imaginabas, pero también existe esta sorpresa con empatía inesperada, o solidaridad inesperada de otras personas.
¿Vivimos un aumento de antisemitismo en México y el mundo?
Está creciendo, sin duda. Está creciendo en la juventud, lo cual es muy preocupante. Está creciendo entre quienes no tienen idea de lo que están hablando. Es un movimiento terrible y una terrible manipulación de masas. Cuando les preguntas… ¿por qué se manifiestan, por qué luchan, por qué queman carteles? No tienen ni idea. Lo he dicho mil veces. El antisemitismo es termómetro del nivel de tolerancia de una sociedad. Una sociedad antisemita es una sociedad homofóbica, una sociedad racista, una sociedad xenófoba, una sociedad sexista, clasista y todo eso. El antisemitismo es sólo la muestra de incomprensión del otro por ser diferente. Ahora, respecto al ataque de Hamás no hay medias tintas, son unos criminales terroristas que incluso atentan contra su propia gente.
Has hecho tuya una idea del Rabino Sacks que habla de la fe y la esperanza, ¿cómo la entiendes?
El planteamiento del Rabino Sacks es muy poderoso. Es energético. Es prácticamente irreversible en términos de que hay una posibilidad de debatirle. Uno piensa, ¿qué podemos hacer con la fe? Pero primero vamos a definir qué es la fe. La fe es la confianza de que el mundo puede ser mejor. Puede ser la fe en D-os; puede ser la fe en la humanidad; puede ser la fe en las fuerzas de la naturaleza; puede ser la fe en los astros. Cada uno tiene fe en diferentes cosas, en diferentes entes, figuras o razones. Pero el poder entender que la fe es una fuerza revolucionaria, que la fe es una fuerza de cambio y no una fuerza banal de que pase lo que tenga que pasar en el universo, creo que es fundamental. Amo todo lo que dice el Rabino. Creo que es un hombre que a través de su judaísmo demuestra la universalidad de los valores humanos. Y sí, este tema de que la fe no es vivir en certidumbre, la fe es aprender a vivir en certidumbre. La fe no es tener las respuestas, la fe es tener el valor para hacerse las preguntas. Ahí hay algo para todos, ¿no? En mi caso he sido poco religiosa pero ahora estoy estudiando, ese pensamiento me conecta con mis raíces. No sé si eso pueda ocurrir en otras religiones, pero en el judaísmo todo el tiempo nos cuestionamos a nosotros mismos; nos gusta hacer más preguntas que las respuestas que podamos obtener.
Es relevante tu opinión acerca del conflicto ya que pocas personas como tú han hecho un profundo ejercicio de introspección, ¿hacia dónde moverse?
Creo que lo puedo responder en cuatro puntos. Número uno, tenemos que ser conscientes de la complejidad de la situación. Más allá de ciertos hechos injustificables, es una situación que involucra otros temas que deben ser atendidos. Número dos, no debemos caer en las fake news. Es decir, así como criticamos las fake news en nuestra contra, también tenemos que ser responsables de la información que escuchamos, que consumimos y que compartimos. Número tres, hay que bajar el enojo en los enfrentamientos que tenemos. Es fácil perder el estilo -me ha pasado- pero son inútiles las confrontaciones. No porque no justifique la ira, no porque la situación no merezca un dolor terrible, pero a la hora de dialogar, no poder mantener un nivel de ecuanimidad en el diálogo automáticamente demerita el diálogo que estamos manteniendo. Y, número 4 hay que tener muchísimo cuidado con lo que compartimos en redes sociales y también con quien nos enganchamos en esas redes. La batalla en redes sociales está perdida. Tratar de ganar los hashtags, los trending topics, y pelearte con trolls y bots en redes sociales, es una batalla perdida, por ahí no va.
Queremos combatir el antisemitismo, tenemos que hacer dos cosas: la primera es fortalecer nuestra identidad judía. No quiero decir sólo una identidad judía religiosa, sino la identidad judía con la que cada quien se sienta a gusto y sea su lugar. Es una identidad judía a través del deporte; es una identidad judía a través de la religión; es una identidad judía a través de la cultura. La Comunidad Judía tiene que entender que le tenemos que dar cabida a todos los grupos judíos. Tenemos que entender que el judaísmo es mucho más diverso, y si ahora nos empezamos a pelear que si la gente judía LGBT sí o no; que si las mujeres casadas sí o no, no. Tenemos que entender que este es un frente común donde todos los judíos cabemos y tenemos que tener un lugar dentro de la Comunidad Judía. Y como segundo punto, es poder hablar con tus círculos cercanos, de amigos, de conocidos, y de gente con la que tienes relación que es no judía. Poder hablar con ellos, explicarles, oír sus preguntas, escuchar sus argumentos, contestar esos argumentos, si no tienes manera de contestar esos argumentos porque no sabes, encontrar la manera de resolver esos argumentos. Establecer diálogo no en las grandes redes, no en los grandes espacios que son como cámaras de eco, sino con la gente que te rodea y con la gente con la que tienes contacto diario.
¿Finalmente qué proyectos tienes en el contexto de tu expertisse y cómo puede ayudar a la construcción de un mundo mejor?
Tengo una plataforma de comercio electrónico de impacto social en donde buscamos traer digital y electrónicamente los productos de los mercados mexicanos a las puertas de la casa. Es como hacer tu súper en línea, pero hacerlo directamente desde los mercados mexicanos. Considero que es un ganar-ganar porque, por un lado, es fácil por la tecnología digital. Y, por otro lado, tienes los mejores productos en la puerta de tu casa porque todos sabemos que los vendedores de los mercados mexicanos en cuestión de calidad y frescura son muy buenos. De esa forma ayudamos a un sector de la población que necesita hoy tener todas las herramientas para poder competir en un mundo digitalizado.
Entrevista por Mauricio Coronel.