En el año 2005 comenzó en Israel una sequía, cuyo punto álgido fue alcanzado entre 2008 y 2009, por lo que el país se vio precisado a lanzar una campaña contra la vieja enemiga que traía consigo el riesgo de que se abriera “un grifo en algún lugar de esa tierra y no saliera agua del grifo”, según Uri Schor, portavoz y director de la educación pública de la Autoridad de Agua del gobierno de Israel. El mar de Galilea en el norte y el acuífero de la costera y la montaña se diezmaron gravemente, por lo que el gobierno tuvo que recurrir a medidas severas a fin de no gastar en balde ni una gota agua.
Sin embargo, ese problema ya es del pasado, pues tras seis años de gran esfuerzo por economizar el uso del líquido vital, hoy en Israel, hay un montón de agua. No obstante, ese resultado no fue gratuito. La campaña “Israel se está secando” asignó un impuesto sobre el consumo excesivo de agua en los hogares, penalizando a las familias con jardines, piscinas o tuberías con fugas. Asimismo, se pidió a los israelíes que redujeran su tiempo de ducha por dos minutos. El lavado de coches con mangueras fue prohibido y a los pocos suficientemente ricos como para absorber el coste de mantener un césped se les permitía regar solo por la noche.
No obstante, el éxito se debió principalmente al esfuerzo del gobierno israelí por lograr la desalinización del mar. Actualmente, Israel cuenta con cuatro plantas desalinizadoras y otra en curso que producirán más de 130 mil millones de galones de agua potable al año, con el objetivo de producir 200 mil millones para el año 2020. Asimismo, Israel se ha convertido en el líder mundial del reciclaje y reutilización de aguas residuales para la agricultura.
Durante la campaña contra la sequía, los representantes de la Autoridad del Agua fueron casa por casa ofreciendo instalar cabezales de ducha y grifos que inyectaban aire en la corriente de agua, con ahorro de alrededor de un tercio del agua utilizada sin dejar de dar la impresión de un fuerte flujo de agua. En 2009 se redujo el impuesto de uso doméstico de agua y a cambio se introdujo un sistema de tarifas de dos niveles. El uso regular de agua del hogar estaba subvencionado por una tasa ligeramente más alta, pagada por aquellos que consumían más de la asignación básica. El uso inteligente del agua llevó a una reducción en el consumo de los hogares de hasta 18 por ciento en los últimos años.
Los gobiernos locales de Israel promovieron la inversión de diversas compañías en infraestructura y mantenimiento de las redes de tuberías de las ciudades. Por ejemplo, Mekorot, la compañía nacional de agua, construyó el portador de agua nacional hace 50 años, un sistema para el transporte de agua desde el mar de Galilea en el norte a través del centro densamente poblado y hasta el sur árido. Ahora está construyendo una nueva infraestructura para llevar el agua de oeste a este, desde la costa mediterránea hacia el interior.
El problema de la escasez de agua no solo atañe a la necesidad vital de este líquido dentro de las fronteras de Israel, sino trasciende al exterior. En el árido Oriente Medio, el agua tiene implicaciones estratégicas. Las luchas entre Israel y sus vecinos árabes sobre los derechos de agua en la cuenca del río Jordán han contribuido a las tensiones que condujeron a la guerra de 1967. Israel comparte el río Jordán con Cisjordania, por lo que considera que ofrece a los palestinos más agua de lo que está obligado en virtud de los acuerdos de paz existentes. Los palestinos dicen que no es suficiente y que es demasiado caro. Una nueva era de la generosidad de agua gracias a la desalinización y mejor abastecimiento podría ayudar a impulsar las relaciones con los palestinos y con Jordania.
La desalinización es generalmente rechazada por costosa y por su alta huella de carbono pesado, pero gracias a los avances y eficiencia de la tecnología es cada vez más barata y más limpia. Algunos ambientalistas también dicen que el método de ingesta de alta mar utilizada por las plantas de desalinización de Israel, de acuerdo con las regulaciones locales, están en contraposición a la ingesta del subsuelo, lo que tiene un efecto potencialmente destructivo sobre la vida marina, chupando en miles de millones de huevos y larvas de peces.
Sin embargo, por ahora, la política inteligente del uso del agua desde 2008 y 2009 y el método de desalinización lograron el éxito de Israel en su lucha contra la sequía y gracias a estos el país ha podido abastecer a sus pobladores de este líquido vital para el ser humano.
Reportaje de Isabel Kershner: “Ayudado por el mar, Israel supera una vieja enemiga: La sequía”, editado por Diana Kuba del material de WIZO Mundial.
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